martes, 13 de diciembre de 2016

Listas para el desove

A finales de noviembre las truchas (Salmo trutta) se desplazaron a las zonas poco profundas del río para reproducirse. Los machos acotarán las zonas más propicias, normalmente poco profundas y con el fondo cubierto de grava y allí esperarán pacientemente la llegada de las hembras, que una vez que hayan madurado se acercarán a ellos listas para desovar.


Un enorme macho de más de 40 cm de longitud, más pálido que el resto y con una mandíbula inferior retorcida que lo hace inconfundible, regenta una de estas zonas. Es el más fuerte de este tramo del río y mantiene a raya al resto de machos que se acercan. El agua es tan somera que muchas veces asoma su lomo por la superficie.


Una hembra se ha acercado a su territorio. El fondo blanco de la gravera indica que no es la primera que ha pasado por allí, otras ya han desovado en los días anteriores y han removido el fondo durante la puesta. La recién llegada tiene el vientre grueso y redondeado, lo que indica claramente que los huevos que lleva dentro ya se han hidratado y están listos para ser puestos.



Durante un tiempo variable, que puede oscilar entre unas pocas horas y un par de días, la hembra excavará una depresión en la grava utilizando para ello su aleta caudal. A medida que se vaya acercando el momento, el macho vibrará más frecuentemente junto a ella, que flexionará su cuerpo apoyando su papila genital en el fondo. De esta forma la pareja se coordinará para que la expulsión de los huevos y el esperma sea simultánea, ya que si no fuera así la corriente arrastraría el esperma y no se produciría la fecundación. 


Cuando llegue el momento, el macho y la hembra se colocaran uno al lado del otro y en unos pocos segundos se producirá el desove. Después la puesta, la hembra enterrará los huevos gracias a los movimientos de su aleta caudal y de esta forma quedarán protegidos de los depredadores y de la fuerza de la corriente. Normalmente no suele expulsar todos los huevos de una vez, por lo que el proceso puede repetirse varias veces hasta que quede completamente vacía. 

Tras completar el desove, la hembra se alejará, pero el macho aún permanecerá unos días defendiendo su territorio y esperando a otras parejas rezagadas. Cuando todo acabe, casi in mes después de haber llegado, el macho, agotado por el esfuerzo y por el ayuno, magullado y lleno de heridas después de enfrentarse a sus rivales se marchará de su tramo. Si tiene suerte el año que viene regresará. 

NOTA: haced clic en las fotos para verlas mejor. Si queréis ver el vídeo a mayor calidad podéis hacer clic en las cuatro flechas de la barra inferior y activar la HD.

1 comentario:

  1. Enhorabuena. Excelente articulo con excelentes fotos y excelente vídeo.

    Muy ilustrativo y pedagógico para aprender o enseñar un ejemplo de reproducción externa.

    Saludos.

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