Parece que la meteorología nos ha dado un respiro, y aunque el invierno probablemente no haya dicho su última palabra, parece que ya se empieza a respirar la primavera. La majada de Ceremal, en el concejo de Amieva, en pleno corazón de los Picos de Europa, es uno de esos sitios a los que siempre apetece volver, ya sea en pleno invierno con la nieve cubriéndolo todo como en primavera y verano con los hayedos en pleno apogeo.
Ceremal se encuentra en la llamada ruta de la Jocica, que va desde la central de Restañu, hasta donde se puede llegar en coche desde Amieva y que nos lleva a la vega de Carombo, desde donde podemos subir hasta Vegabaño y posteriormente bajar hasta Soto de Sajambre.
A través de la vega de Ceremal discurre el Río Dobra, que en este punto está mucho más frío de lo normal ya que el agua que circula por él hace poco que ha salido del fondo de la presa de la Jocica, situada un poco más arriba al final de un angosto desfiladero. Alternando entre los prados que ahora están más verdes que nunca hay acebos, fayas y espinos y flanqueando el valle imponentes murallones calizos que ya han perdido mucha de la nieve que los cubría hace un par de semanas, aunque un poco más lejos se siguen viendo los picos de mas de 2000 metros aun completamente tapados.
A través de la vega de Ceremal discurre el Río Dobra, que en este punto está mucho más frío de lo normal ya que el agua que circula por él hace poco que ha salido del fondo de la presa de la Jocica, situada un poco más arriba al final de un angosto desfiladero. Alternando entre los prados que ahora están más verdes que nunca hay acebos, fayas y espinos y flanqueando el valle imponentes murallones calizos que ya han perdido mucha de la nieve que los cubría hace un par de semanas, aunque un poco más lejos se siguen viendo los picos de mas de 2000 metros aun completamente tapados.
Al salir de Ceremal siguiendo el curso del Dobra llegamos a las vegas de Angón y posteriormente podemos tirar por el valle de Amieva hasta la Collada situada antes de llegar a San Román. En esta collada es donde en octubre de 2006 se inauguró uno de los mejores monumentos al mal gusto que he visto en mi vida. Un mirador que ha costado 180.000 euros construido de hormigón y que aparece en un paisaje espectacular como un pegote de mas de 20 metros de largo, tan feo que da miedo mirarlo.
Una estructura que demuestra el afan derrochador y carente del mínimo sentido de la estética y de lo que significa la protección de la naturaleza. Lo más alucinante es que para disfrutar de esas vistas no hace falta ninguna estructura adicional ya que se ven desde la misma collada. Me quedé tan alucinado al verlo que ni siquiera le hice una foto, pero rebuscando en la web encontre alguna, aquí podéis ver parte del engendro.
Es horrible el mirador. Qué manía de hacer "accesos" en sitios que no lo necesitan. Yo tampoco lo entiendo.
ResponderEliminarAparte no entiendo que porque a una zona la hagan Parque natural tengan que llenarla de señales y accesos a los vehículos. Se supone que habría que dejarla natural como su propio nombre indica ¿no? Quien quiera disfrutarla que se patee el monte. Eso ha pasado en cierta medida con lugares del Alto Tajo aquí.
En fin, conozco la zona, Soto, Oseja, Vegabaño, Amieva...He estado años por allí.Precioso.
Saludos.
Hola Mamen, pues la verdad es que no entiendo como pudieron hacer ese monstruo y ademas pagando 180.000 euros que podian haber gastado en otras cosas. En fin, lo de siempre
ResponderEliminarsaludos