Los anfibios son el grupo de vertebrados más amenazados a nivel mundial. Mas del 43% de todas las especies están en peligro y el 33% están globalmente amenazadas, habiéndose confirmado la extinción de muchas especies en los últimos años.
Sapo dorado (Incilius periglenes)
En algunos casos, la velocidad a la que se extinguieron fue tan rápida que ni siquiera dio tiempo a recoger unos pocos individuos en el campo antes de que desapacieran, como ocurrió con el sapo dorado o sapo de Monteverde .
Las causas que están propiciando la desaparición de los anfibios son varias y muchas están ligadas a sus particulares características: elevada sensibilidad a los cambios en las condiciones ambientales y a la fragmentación del hábitat, limitada capacidad de movimiento en ambientes desfavorables, historias de vida ligadas a medios acuáticos y terrestres, etc.
Pero estas características que les sirvieron a los anfibios para mantenerse sobre la Tierra desde hace millones de años hasta nuestros días, ocupando prácticamente todos los rincones del mundo y mostrando una variedad y una diversidad de especies enorme, no les han servido para sobrevivir a la mayor catástrofe a la que se enfrentan desde que aparecieron en el Jurásico.
La mayor amenaza para este grupo de animales es relativamente reciente. La aparición de unas enfermedades emergentes, principalmente los hongos quitridios y los ranavirus, están consiguiendo acelerar su extinción a una velocidad nunca conocida hasta ahora. Y como suele ser habitual, en la rápida propagación de esta enfermedad los seres humanos tenemos la culpa. La afición al coleccionismo de especies exóticas y a soltar esos animales en el campo cuando nos aburrimos de ellos, están detrás de muchos casos de expansión de estas enfermedades.
Los últimos estudios parecen indicar que los ranavirus estaban presentes desde hace años en algunas especies de anfibios de África y del sudeste asiático. Especies que a pesar de portar el virus no desarrollaban la enfermedad. El problema surgió cuando el virus dio el salto a otras especies que si la desarrollaron.
Puntos de muestreo y especies afectadas por la enfermedad en el PN de Picos (Price et al, 2014)
En un artículo publicado hace unos pocos días en la revista Current Biology (y que se cita en varios periódicos nacionales hoy mismo), el equipo del investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, Jaime Bosh, que lleva varios años trabajando en el campo de las enfermedades emergentes, confirma el colapso de varias especies de anfibios en el Parque Nacional de Picos de Europa y su entorno. Especies como el sapo partero (Alytes obstetricans) prácticamente se han extinguido en gran parte de las localidades donde hace tan solo unos años era la especie más abundante.
En la imagen anterior, extraída del articulo del Current Biology, se puede ver como en algunos lagos de Picos, donde estas especies eran muy abundantes, han desaparecido por completo en menos de 5 años. En algunos lagos, como el de las Moñetas, donde yo mismo he trabajado hace años, la densidad de renacuajos de sapo partero era espectacular y ahora todos se han evaporado.
Pero además de lo alarmante de los resultados expuestos en este trabajo, en el artículo se cita un caso de muerte de una Culebra viperina (Natrix maura) después de haber ingerido un anfibio infectado, lo que confirma la capacidad de la enfermedad para transmitirse a otras especies, incluso de otros vertebrados como los reptiles.
Todo parece indicar, que si sigue esta tendencia, en unos pocos años, muchas especies de anfibios serán tan solo un recuerdo en nuestra memoria.
Referencias
Price et al., Collapse of Amphibian Communities Due to an Introduced Ranavirus, Current Biology (2014). http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2014.09.028 (PDF)
Hola David!
ResponderEliminarNo puede ser más alarmante la noticia!! y cómo son unos bichos "repugnantes", seguramente no se tomarán medidas para intentar paliar los efectos, a buén seguro a gran parte de nuestro políticos le importra´n un bledo éstos "bicharracos". La educación recibida desde la tierna infancia nos los han hecho ver así por desgracia, y, la iglesia, una vez más, tiene gran parte de culpa (la serpiente y el pecado original). Yo también recuerdo el canto del "partero" contemplando la quietud de las aguas del llagu "Las Moñetas". Cuánta tristeza me produce la noticia. Un abrazo
J. A. García Fernández
Muy preocupante, ¿Sabes si puede haber alguna solución?
ResponderEliminarNos vemos el próximo domingo en Santoña, un abrazo.
La única solución es evitar el contagio evitando mover animales de sitio. Se puede curar en laboratorio, pero en la naturaleza es prácticamente imposible.
Eliminarun abrazo y nos vemos el domingo
Esto es terrible. ¿Han intervenido las Consejerías de Medio Ambiente de Asturias, Castilla y León y Cantabria para tratar de solucionar el problema? Si es así, ¿qué tipos de medidas se han tomado?
ResponderEliminarUn saludo.
El problema ya se conoce desde hace tiempo, los primeros indicios de presencia de ranavirus en el Ercina son de hace casi 10 años.
EliminarQue yo sepa no se está haciendo nada, se habló de cerrar charcas, pero solo se cerraron algunas para que no entre el ganado.
De todas formas, el problema tiene difícil solución, está la cosa muy mal.