El Cabu Vidíu, en Ouviñana, es uno de los lugares más impresionantes de la costa asturiana. Sus acantilados verticales de más de 80 metros de altura solo son superados por los del Cabu Peñes, aunque en belleza no tienen nada que envidiar a los del cabo gozoniego.
La cara este del cabo es la más espectacular de todas y es en ella donde los acantilados formados por estratos de cuarcitas y pizarras alcanzan la mayor altura y verticalidad. En estos acantilados se asentó una de las últimas colonias de Arao común (Uria aalge) de la Península ibérica, desapareciendo como reproductor a mediados del siglo pasado. Actualmente, las gaviotas patiamarillas (Larus michaellis) y los Cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) son los únicos representantes de la avifauna marina reproductora del lugar. Al norte, separado por un pequeño canal, se encuentra el Horrión del Cabu, un islote de unos 30 metros de altura que algunos estudios apuntan a que podría tener su origen en el desprendimiento de una gran roca del mismo cabo.
La cara oeste del Cabu Vidíu es menos vertical y cae directamente sobre la playa de Peñadoria. En el extremo del cabo se edificó un faro entre 1948 y 1950, que fue el último faro construido en Asturies y uno de los últimos que se edificaron en España.
Pero aparte de la gran belleza del cabo y de las vistas desde el mismo, uno de sus mayores atractivos se esconde en sus entrañas, pasando desapercibido para la gran mayoría de la gente que visita este lugar. Justo debajo del faro se encuentra una de las mayores y más espectaculares cuevas marinas de la costa asturiana, la Iglesiona, que abre una de sus tres bocas, la de mayor tamaño, hacia el norte, por lo que solo es visible desde la mar.
Rafa Busta en la playa de la Iglesiona
Para acceder a la cueva desde tierra hay que descender por el acantilado de la cara oeste siguiendo un camino estrecho y empinado que al final tiene un desplome de un par de metros. Hace un par de días, visitamos esta cueva con un guía de excepción, Alfonso, de Cai Milio, un enamorado de la zona y gran conocedor de este increíble lugar, y con Félix, que con ayuda de unas cuerdas hicieron mucho más sencillo el descenso. Como íbamos a grabar un nuevo capítulo para el programa de la Mar, que empezará a emitirse en un par de semanas en la RTPA, tuvimos que bajar un generador por el acantilado, lo que no fue una tarea fácil, pero como podréis ver en las imágenes, el esfuerzo mereció la pena.
La entrada a la cueva se hace por una pequeña boca que queda descubierta en marea baja. Tras pasar un pequeño túnel, la cavidad se abre para dejarnos ver la impresionante cúpula circular que se alza hasta los 40 metros de altura.
Como ya he comentado, para visitar la cueva hay que acceder en marea baja y a poder ser con la mar en calma, ya que está muy expuesta y durante las marejadas, la mar atraviesa la cueva de un lado a otro por lo que puede resultar muy peligrosa.
Hacia el oeste, una de las tres entradas de la cueva se abre para dejar ver parte de la costa occidental de la costa de Cuideiru y al fondo las sierras costeras del concejo de Valdés.
Después de que Alfonso nos comentara los secretos de la Iglesiona e hiciera sonar la caracola con la que hace años los marineros alertaban a los barcos en los días de niebla, llegaba la hora de marcharse. La marea estaba subiendo y la cueva se cerraría hasta la siguiente bajamar.
Por supuesto, no hay que olvidar que siempre que se va a la mar, siempre que se baja por un acantilado, siempre que se depende de la marea para entrar o salir, hay que tener mucho cuidado y mucho respeto porque un mal paso o perder la noción del tiempo, puede acabar siendo muy peligroso. En este caso, nunca hay que bajar solo, siempre hay que bajar acompañado y a poder ser de alguien que conozca la zona. Tampoco hay que fiarse de las cuerdas y cabos que pueden llevar mucho tiempo colocados y en cualquier momento se pueden romper. No hacer caso de estos consejos puede dar lugar accidentes, y por desgracia no es algo inusual, como podéis ver en aquí.
En ESTE ENLACE podéis ver el programa que grabamos ese día, y que dedicamos a la zona de la costa de Cuideiru empezando por Nuveana visitando la Iglesiona y recorriendo otras zonas próximas.
NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.
Espectacular, gracies.
ResponderEliminarGracias a ti, Sonia, por la visita.
Eliminarun abrazp
He estado dentro de esa cueva y he pasado a marea baja de lado a lado, pesco a spinning por la zona, es una cueva impresionante, intentare no perderme el programa...gracias
ResponderEliminarHola Ricardo,
Eliminartiene que ser una pasada pasar buceando por la cueva en marea alta con la mar en calma. Ya os avisaré por el blog de cuando se emite el programa. La temporada comenzará el miércoles 24 de este mes y el primer programa estará dedicado a Luarca.
un abrazo
La tercera, cuarta y quinta me parecen guapísimas, muy acertado poner la figura humana como comparativa. Tengo muchas ganas de conocer ese lugar. Un abrazo
ResponderEliminarHola Jose,
Eliminarcuando estaba dentro de la cueva me estaba imaginando las virguerías que podrías haber hecho tú ahí dentro. Puestos a ponerle pegas al día, hubiera preferido que estuviera nublando porque había demasiado contraste entre la luz de fuera y la oscuridad de dentro, pero bueno, otro día volveré.
Ya te avisaré cuando grabemos el programa de Bayas y ya quedaremos otro día para visitar la cueva.
un abrazo
Que maravilla David, las fotos son una pasada. Espero que algún día me lleves a conocerla. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola Germán, ya iremos algún día. Te tienes que escapar un día por mi zona, que por ahora yo ya fuí varias veces por la tuya, jejeje.
Eliminarun abrazo
Hola David,
ResponderEliminarMe ha sorprendido y gustado ver esta entrada, era uno de los objetivos de mi último viaje pero con José, lo descartamos por la mar tan picada que nos recibió y que hacia dificil el acceso.
Enhorabuena por la vivéncia!!
Un abrazo!
Hola Pere,
Eliminarpues ya tienes una disculpa para volver a visitarnos. Cuando vengas ya preparamos una salida y hacemos la visita.
un abrazo