La Marta común (Martes martes) es un mamífero de la familia de los Mustélidos que tiene una distribución prácticamente eurosiberiana, encontrándose en Europa, oeste de Siberia, Turquía, norte de Irak y norte de Irán. En la Península ibérica ocupa la franja norte, donde se puede encontrar desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de altitud.
La alimentación de la marta se ha estudiado en profundidad y los resultados señalan que su espectro alimenticio es muy amplio, incluyendo mamíferos, aves, reptiles, anfibios y frutos, siendo estos últimos la base principal de su dieta en numerosas zonas de la Península ibérica.
Hace unas semanas, un amigo de Nuveana me comentó que había sacado con el móvil unas fotos a un "bicho parecido a un gato" que acudía frecuentemente a comer los dátiles de una palmera que había podado en su jardín. El animal acudía a comer a plena luz del día y era muy confiado, hasta que el perro de la familia lo descubrió y se dedicó a perseguirlo. Las fotos no dejaban lugar a dudas, se trataba de una marta, probablemente un juvenil. Curiosamente, esta especie coincide en la misma zona con un pariente cercano, la garduña (Martes foina) que pude observar varias veces y que incluso acudía a comer el pienso del perro de otro de mis vecinos.
Con la intención de localizar de nuevo a la marta, coloqué una cámara de fototrampeo al lado de los restos de la poda de la palmera y una semana después la recogí para comprobar que había grabado.
Pocas horas después de haber colocado la cámara, la marta de dejó ver. Acudió como había hecho en días anteriores a comer los dátiles de la palmera. Al revisar los vídeos y la hora en que habían sido grabados, observé que su comportamiento había cambiado respecto a los días anteriores. Ya no se dejaba ver de día y esperaba a la caída de la noche, cuando el perro no merodeaba por la zona, para acudir a comer tranquilamente.
Asimismo, entre visita y visita, la marta marcó frecuentemente con orina los dátiles para avisar de su presencia a los posibles competidores. A pesar de este comportamiento, otros muchos animales acudieron a degustar este exótico maná. Numerosos pájaros, sobre todo mirlos, e incluso varios gatos domésticos, no dejaron pasar la oportunidad y visitaron asiduamente la zona para tomarse un nutritivo aperitivo.
Yo he visto a las garduñas, que son su equivalente meridional, comiendo fruta caída al pie de los árboles. Se trataba de melocotones, concretamente
ResponderEliminarHola bahari. En esta zona también hay garduña y las dos comen frutos. Me imagino que no le hacen ascos a lo que encuentran. Un saludo
EliminarEstas comen hasta piedras.... no desperdician nada!!
ResponderEliminarque preciosas son
Un saludo amigo