El inicio de la reproducción de muchas aves está condicionado tanto por el fotoperiodo como por la temperatura ambiental. En el estudio que estamos realizando en Asturias con el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) desde 1998 hemos confirmado un adelanto de la fecha de primera puesta en las especie en 37 días en menos de 10 años, que pasó el 1 de marzo en 1997 al 15 de enero en 2007 (Álvarez & Pajuelo, 2011). Estos resultados son similares a los que se están observando en otras colonias de aves marinas en el norte de Europa, por ejemplo, en el arao común (Uria aalge) se confirmó un adelanto en la fecha de puesta de 24 días por década (Root et at., 2003).
Este avance en la fenología reproductiva en el cormorán moñudo se correlacionó significativamente con el aumento de la temperatura local. En nuestro caso, el índice de anomalía térmica experimentó un incremento de 1,42ºC en el mismo periodo de tiempo (Álvarez & Pajuelo, 2011).
La foto anterior está tomada el viernes pasado en una visita a la colonia de cormoranes moñudos de Castríos, en Tapia (Asturias) y en ella se puede observar que todos los adultos se encuentran echados en los nidos, o sea que aún están incubando o tienen pollos pequeños. El año pasado en las mismas fechas prácticamente todas las parejas se encontraban con pollos volantones y solo unas pocas parejas, seguramente formadas por ejemplares jóvenes, tenían pollos pequeños.
Aparentemente, este año las puestas se han retrasado, pero realmente no es lo que ha ocurrido. En las visitas que realizamos a principios de año a la colonia de Castríos ya vimos a varias parejas en los nidos y con toda probabilidad muchas de ellas ya estarían con huevos en esas fechas.
Comparativa de la precipitación acumulada en los 4 primeros meses de 2015 y 2016 en la zona de estudio
Todo apunta a que las primeras puestas hayan fracasado debido a las abundantes e intensas lluvias que han tenido lugar desde que ha comenzado el año, sobre todo en enero, coincidiendo con la puesta de los primeros huevos. Baste como ejemplo que en estos primeros cuatro meses de 2016 ha llovido prácticamente lo mismo que en todo el año pasado.
Relación entre el éxito reproductor y la precipitación acumulada durante abril y mayo
Nuestros resultados confirman que las fuertes precipitaciones son las responsables del fracaso reproductor del cormorán moñudo (y de otras muchas especies) si esas precipitaciones tienen lugar durante los meses en los que los pollos aún son pequeños, pero son lo suficientemente grandes para no poder cobijarse de la lluvia bajo los padres. En ese caso la mortalidad se dispara, como ocurrió en 1998 y 2008, cuando las precipitaciones más intensas tuvieron lugar en abril y mayo, con más de 350 mm acumulados, después de unos primeros meses con precipitaciones normales.
Pareja de cormoranes moñudos con una puesta "atípica" de 4 huevos
Este año, al haberse producido el fracaso durante las primeras fases de la reproducción, los cormoranes han tenido la oportunidad de intentarlo de nuevo, y si a partir de ahora la climatología es más benigna, podrían tener éxito. Si el fracaso tiene lugar en etapas avanzadas de la reproducción, cuando los pollos ya están crecidos, las puestas de reposición no suelen producirse porque los adultos ya han invertido la mayoría de su "presupuesto energético" y un nuevo intento podría comprometer la supervivencia de los adultos en el invierno.
Las aves marinas son especies de larga vida y pueden reproducirse en muchas ocasiones durante más de 10 años seguidos, por lo que un esfuerzo adicional durante un año podría comprometer su éxito futuro. Otras especies, como los pequeños paseriformes, puede que solo tengan una oportunidad para reproducirse en toda su vida, por lo que no tienen más remedio que gastar todas sus energías durante una única temporada de cría, ya que podría ser la última.
Referencias
- Álvarez D & Pajuelo MAF (2011). Southern populations of European shag are laying eggs earlier in response to local weather conditions but not to large-scale climate. Ardeola 58: 239-250.
- Root TL, Price JT, Hall KR, Schneider SH, Rosenzweig C & Pounds JA (2003). Fingerprints of global warming on wild animals and plants. Nature 421: 57-60.
muy buena información! gracias por el post!!
ResponderEliminarGracias a ti por la visita. Un abrazo
ResponderEliminarNosotros empezamos a visitar las colonias de moñudos en el Cantábrico oriental, Bizkaia y parte de Cantabria, en el mes de enero en nuestro seguimiento intensivo de visitas quincenales o semanales y podemos decir que, al menos en nuestra zona, no hay puestas de reposición sino reproducción levemente tardía que habrá que analizar a final de temporada. Las cosas van como otros años: dos momentos principales de puesta, una en la primera quincena febrero con muy pocas parejas y la segunda, con el grueso de los reproductores, que se ha trasladado de la primera quincena de marzo a la segunda. En el Cantábrico oriental esta es la anormalidad detectada aunque estamos a falta de que concluya la temporada para hacer un análisis exhaustivo.
ResponderEliminarJon Hidalgo
Hola Jon, como ya hablamos muchas veces, estos bichos cuanto más los estudias menos sabes de ellos. Parece claro que las poblaciones orientales se comportan de manera distinta que las asturianas y las cantábricas de manera distinta a las de las rias baixas. Y si las comparas con las mediterráneas ni te cuento, donde la mayoría de los pollos ya volaron hace tiempo.
Eliminarun abrazo
Es evidente, cada vez tenemos más claro que de todo lo estudiado en el norte, con colonias enormes, sacamos poco provecho por aquí!!
Eliminar