lunes, 2 de junio de 2014

Confirmamos el descalabro de la población nidificante de cormorán moñudo en Asturies

Hace ya varios años que denunciamos la grave situación por la que están pasando los cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) en Asturies, y en general en toda la Península ibérica. Una de las pocas especies de aves marinas reproductoras que tenemos, es probable que se extinga a corto o medio plazo si no se revierte la situación, lo que no parece que vaya a ocurrir ya que no se está adoptando ninguna medida correctora.

Ayer terminamos de censar la zona en la que estamos trabajando con esta especie desde 1998, que comprende el tramo de 13 Km situado entre la Ría del Eo y la localidad de Porcía (El Franco) y los resultados no pueden ser más explícitos.


En tan sólo 12 años, el número de parejas reproductoras ha pasado de 61 a 30 en las tres colonias que se ubican en este tramo costero (As Pantorgas, Castríos-Represas y A Forcada), que hasta ahora era el que presentaba la mayor población de esta especie en nuestro litoral. Y tal como se aprecia en la gráfica anterior, este descenso no se ha debido a un hecho puntual sino que se está produciendo año tras año de forma constante.

En muchas especies o poblaciones, es difícil diagnosticar los motivos por los que se produce una reducción tan drástica en el número de ejemplares, pero en este caso no es así, ya que conocemos perfectamente las causas y tenemos la información precisa que avala este descenso. 

Joven de cormorán muerto en un trasmallo. (Foto: Fernando Fonticiella)

El cormorán moñudo, al igual que otras aves marinas buceadoras, sufre una elevada mortalidad en las artes de pesca, tanto de enmalle como de anzuelo. A lo largo de los últimos años hemos confirmado la muerte de casi 40 aves anilladas en la zona de estudio, y es más que probable que esa cifra sea mucho mayor, ya que solo se encuentra un pequeño porcentaje de aves muertas y por otra parte, los pescadores son reacios a aportar esta información.


En muchas ocasiones, estas muertes se producen en la proximidad de las colonias de cría, donde los cormoranes jóvenes, recién emancipados, son los más propensos a caer en las redes por su inexperiencia. Tal como se puede observar en la imagen anterior, no es raro observar a los barcos faenando a escasos metros de los nidos, lo que según el plan de manejo de la especie no debería ocurrir.

Cuando empezamos este trabajo, atribuimos como causa principal de esta muerte en artes de pesca a las artes de enmalle, pero en los últimos años, hemos confirmado la muerte de varias aves por la ingestión de anzuelos de palangre e incluso por la de anzuelos de pesca deportiva.

Cormorán moñudo con un anzuelo en el estómago (Alvaro Oleaga-PA)

Las capturas accidentales en las líneas de palangre son la mayor causa de mortalidad de muchas aves pelágicas, como albatros o pardelas, y hay llegado a poner a muchas de ellas al borde de la extinción. En el caso de nuestros moñudos, los trasmallos y los anzuelos podrían acabar con la población cantábrica a no ser que se haga algo por remediarlo, principalmente establecer una zona de exclusión del uso de artes de pesca en las inmediaciones de las colonias de cría.

Pero desgraciadamente, el cormorán marino no es solo víctima de los palangres. Como decia Rubén Blades, "si naciste pa martillo, del cielo te caen los clavos". Hace unos años, un nuevo peligro puso en jaque a la población occidental de esta especie, al igual que había hecho con las boyantes poblaciones gallegas.

Pollo de cormorán moñudo depredado por los visones americanos

En marzo de 2009, confirmamos lo que veníamos sospechando tiempo atrás. Los visones americanos, que habían causado importantes mortalidades en las Islas Cíes, habían llegado a Asturies y habían entrado en las colonias de los moñudos, atacando y matando a todos los pollos de la colonia de Castríos.

Al contrario de lo que ha ocurrido en las grandes islas gallegas, donde la población de visones se ha establecido y empezado a reproducirse en ellas, en los pequeños islotes asturianos los visones entran y salen desde la costa, por lo que es más complicado de erradicar. Aún así, y a pesar de que la Consejería competente ya está informada de la presencia de estos animales exóticos, en 5 años no se ha realizado ninguna actuación para controlar el problema.

Además de estos problemas, que han sido confirmados con hechos y datos empíricos, hay otras posibles causas de este declive que aún no se han confirmado. Una podría ser la desaparición de los bosques de algas pardas en tan solo un par de décadas. Las grandes praderas de laminarias, que servían de refugio y "guardería" a gran cantidad de peces y sus alevines, han desaparecido de la mayor parte de las costas asturianas y de gran parte del Cantábrico. Aunque aún no se ha podido confirmar la relación causa-efecto entre la desaparición de las algas y el declive de los cormoranes moñudos, no parece descabellado pensar que las presas potenciales de estas aves marinas se hayan visto afectadas y por lo tanto, la disponibilidad de esas presas haya bajado.


Una vez diagnosticados los síntomas de la enfermedad, ahora sólo queda aplicar el tratamiento adecuado. Lo curioso es que tanto el diagnóstico como el tratamiento ya se conocían en el año 2001, cuando se aprobó el Decreto 32/90, de 8 de marzo y el plan de manejo del Cormorán moñudo en Asturies. La finalidad de este plan de manejo era "la eliminación de los factores de riesgo que puedan amenazar la supervivencia de las colonias" y proponía los siguientes objetivos operacionales para conseguir estos fines:

1. Establecer y aplicar medidas que permitan una eficaz protección directa de la especie eliminando o reduciendo los factores de riesgo que puedan amenazar la supervivencia de las colonias.
2. Promover la protección efectiva de las áreas del litoral con presencia de colonias de cría de Cormorán Moñudo y, en general, de toda la costa asturiana, evitando la alteración de las condiciones naturales propias del hábitat de la especie.

Asimismo, la primera actuación prevista en dicho plan para conseguir los objetivos propuestos era la siguiente:

a) Establecer zonas de protección y de uso restringido en determinadas colonias de cría en base a su importancia y vulnerabilidad, independientemente de que se encuentren dentro de espacios protegidos.
b) Controlar las actividades humanas que alteren las características ecológicas de las áreas en las que existe población nidificante de Cormorán Moñudo.

Es evidente que este plan de manejo, así como las actuaciones previstas, no se han llevado a cabo, incumpliendo las obligaciones adquiridas por el Principado de Asturias para proteger a la especie. No hay ninguna zona de protección en ninguna colonia de cría, ni siquiera en las más importantes y los factores de riesgo no sólo no se han reducido sino que han aumentado.

Han pasado 13 años desde la aprobación del plan de manejo y aunque en este decreto se afirmaba que dicho plan debería revisarse cada 5 años, esto no ha ocurrido.

¿Tiene algún sentido aprobar planes de manejo que no sólo no se cumplen, sino que ni siquiera se revisan? Evidentemente esto es una pregunta retórica, ya que un papel que solo sirve para lavar la cara de los gestores no tiene sentido. Ha llegado el momento de asumir las responsabilidades adquiridas, pero el tiempo se está agotando y si no se aplican las medidas previstas con efecto inmediato, en pocos años habrá que publicar un nuevo decreto sobre esta especie, pero desgraciadamente será el que confirme la extinción de una nueva especie como nidificante.

4 comentarios:

  1. Carlos Rodríguez del valle2 de junio de 2014, 18:55

    Otra pregunta retótica, ¿tiene sentido que sigan ocupando sus sillas los técnicos de la administración responsables de tan nefasta gestión?

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  2. Yo creo que los técnicos, técnicos son. Cuando las actividades humanas como la pesca, están por medio, no es una decisión técnica la que hace que se deje de pescar cerca de los nidos: es política.
    Y ahí topamos con todos los intereses del mundo, las cofradías, los alcaldes, la prensa….
    Y al cormorán y al técnico que les den.

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    1. Carlos Rodríguez del Valle5 de junio de 2014, 17:28

      En este caso no estoy muy de acuerdo Alberto. Los técnicos de alto rango tienen también una responsabilidad cuando, como en este caso, se trata solamente de aplicar la normativa. Otra cosa es que sea más cómodo no hacer nada y no buscarse problemas, ya que el sueldo lo van a cobrar igual.

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  3. Intereses políticos,intereses económicos,intereses,intereses,intereses...siempre damos en la misma piedra!!

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