Uno de los espectáculos más increíbles que podemos observar en la naturaleza es el de la mar rompiendo contra los acantilados durante una tormenta. Toda la costa cantábrica está siendo azotada esta semana por un fuerte temporal, y la costa de Llanes es uno de los lugares en los que mejor se puede apreciar la fuerza de la mar. Los acantilados son bajos, por lo que las olas rompen y los rebasan con facilidad, además, la naturaleza cárstica de esta zona hace que las rocas estén perforadas como un queso gruyere, dando lugar a unas formaciones geológicas que reciben el nombre de bufones. Los bufones son chimeneas que se abren en la línea de costa y que comunican con simas marinas por las que entra la mar cuando rompe. Posteriormente, el agua sale a presión formando chorros de varios metros de altura que nada tienen que envidiar a los géiseres islandeses.
Ayer, la mar arbolada con olas de siete metros y las rachas de viento de hasta 30 nudos, llenaban la superficie de espuma y los bufones y las olas que rompían contra el acantilado salpicaban los prados costeros hasta más de 100 metros tierra adentro. Y entre chubascos y granizadas, el cielo se abrió durante unos minutos para que apareciera el arco iris entre las salpicaduras.
La luz cambiaba rápidamente y con ella el aspecto de la mar y de la costa. Cada una de las fotografías que saqué durante esos pocos minutos parecía que había sido tomada en días distintos, hasta la textura de las rocas cambiaba entre una foto y la siguiente.
No hace falta decir que la mojadura que pillamos fue considerable y que aunque llevábamos ropa de agua acabamos calados hasta los huesos, no sólo por la lluvia y el granizo sino sobre todo por las salpicaduras de la mar, que como comenté antes era arrastrada por el viento muchos metros tierra adentro.
Por otra parte, el agua de mar y las cámaras de fotos no se llevan demasiado bien, así que entre foto y foto tenía que limpiar la cámara, el objetivo y las lentes. Aquí os dejo un pequeño vídeo que grabó Jorge para que os hagáis una idea de como estaba la mar.
Como era esperable resultó imposible poner el trípode debido al fuerte viento y a que teníamos que movernos continuamente, por lo que tuvimos que hacer todas las fotos a pulso.
NOTA: haced click en las fotos para ampliar
Precioso espectaculo, si señor. Incluso tanto o mas que la imagen impresiona el sonido del mar rugiendo entre las rocas. Un abrazo.
ResponderEliminarMaravillosa y sobrecogedora, la combinación de tormenta y mar.
ResponderEliminarBien captadas las imágenes de los dos elementos, David.
Aunque, quién pudiera contemplarlos 'in situ'.
Un saludo desde Pucela de 'ojolince y sra.'
No sabría con cual quedarme, vaya fotos mas guapas. Un abrazo
ResponderEliminarAsí me gusta, sufriendo como paisanos pa alegrar la vista a los vuestros amigos. Felisitasiones, tó guapísimo!
ResponderEliminarLa primera vez que estube en Asturies, esperé y esperé para que apareciera un bufón de estos cerca de Llanes pero no tube suerte.
ResponderEliminarEn Gran Canaria vi alguno de muy potente, tambien con el arco iris de estela.
Buen reportaje David.
Un abrazo
Gracias por permitirnos, a los que no podemos ir a Asturias tan a menudo como quisiéramos, disfrutar de este lujazo. Los vimos este verano, ni la mitad de "animados" y fue una experiencia inolvidable
ResponderEliminarMuchas gracias por permitirnos disfrutar, a los que no podemos acercarnos hasta Asturias tanto como nos gustaría, de un espectáculo como este. Nosotros los vimos este verano, en junio, "ni la mitad de animados" y ya era espectacular. Gracias de nuevo y ¡que envidia nos dais! ;-)
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