Ya hace unos meses que los Zorzales alirrojos (Turdus iliacus) han llegado a la cornisa cantábrica para pasar el invierno. Durante estos meses grandes bandos de ésta especie y de otros zorzales como el común y el charlo han ocupado la campiña y la media montaña donde se alimentan de frutos y bayas. Esta especie es de gran importancia para la dispersión de las semillas de muchas especies de árboles y arbustos, como el acebo (Ilex aquifolium) y el Texu (Taxus baccata), dos especies protegidas en Asturies. Lo que resulta increible y a la vez absurdo, es que los zorzales alirrojos que se encargan de dispersar las semillas de estos árboles no tengan ninguna figura de protección y que cientos de miles de ellos sean cazados anualmente en España.En el numero 274 de la revista Quercus, José Manuel Herrera y Daniel García, investigadores de la Universidad de Oviedo, han publicado un interesante artículo titulado "La conservación de zorzales dispersantes, un grupo de aves sólo protegido a medias en España" en el que explican en detalle este problema. Ya va siendo hora de que los gestores empiecen a leer un poco y dejen de escuchar conversaciones de chigre. Que se dediquen a hacer su trabajo, que no es ni más ni menos que proteger la poca Naturaleza que nos queda, para eso les pagamos.
Y antes de nada, desearos a todos los que leeis este blog un feliz año nuevo. Estaré unos días fuera así que no podre actualizarlo.

















































