miércoles, 2 de septiembre de 2015

Que vienen las algas: crónica de una plaga inexistente

El verano ya toca a su fin y parece que este año la cosecha de terrores veraniegos ha sido más escasa y el protagonismo se lo ha llevado la ola de calor, que más que ola ha sido un tsunami, ya que ha durado casi dos meses, sobre todo en el centro y sur de la Península ibérica. 


Pero si hay una plaga de este verano que se termina que me ha llamado especialmente la atención ha sido la llamada "plaga de algas", que según parece indignó a los bañistas y veraneantes que visitaron la costa asturiana y gallega a finales de agosto, y que puso en pie de guerra a los ayuntamientos locales, que con tal de satisfacer al personal sacaron todo el armamento de palas e incluso de excavadoras para facilitar el acceso a los bañistas a la orilla del Cantábrico e impedir que sus delicados pies se mancharan.

Esta alarma infundada confirma de nuevo que nuestra sociedad cada vez se encuentra más separada de la naturaleza, a la que considera algo ajeno e incluso molesto, ya que se siente más cómoda rodeada de asfalto, humo y tráfico que de hierba, árboles y mar. Y debido a esto ya piensa que lo normal es una piscina azulejada y con el agua clorada y no una playa natural, con sus sus rocas, sus cangrejos y sus algas.

La arribazón de algas a las playas cantábricas es un fenómeno natural y que ha ocurrido siempre después de las marejadas estivales. Los pies de las algas se desprenden del fondo por la fuerza de las olas y cuando la mar se calma se depositan en las orillas. De hecho, lo realmente alarmante no fue la arribazón de algas de este verano sino su práctica ausencia durante los últimos años.


Las fotos anteriores son lo suficientemente explícitas para entender lo que ha pasado en la última década. Ambas fotografías, tomadas por Julio Arrontes, profesor de Ecología de la Universidad de Oviedo, han sido hechas en el mismo lugar de la Playa de Porcía (El Franco, Asturies), la superior en el año 2000 y la inferior en el año 2009. Tal como se puede observar, en tan solo 9 años, los bosques de laminarias que cubrían todo el pedrero habían desaparecido, y junto a ellas otras especies como el Fucus serratus y el Fucus vesiculosus

Pero la desaparición de las algas no ha supuesto tan sólo un cambio estético en las playas. Todas las especies asociadas a estos bosques de laminarias, sobre todo crustáceos y peces se han visto afectadas, tal como confirman los estudios realizados por la Universidad de Oviedo y el Centro de Experimentación Pesquera del Principado.

La desaparición del 95% de todos los bosques de laminarias en tan poco tiempo está relacionada con el aumento de las temperaturas de las aguas cantábricas como consecuencia del cambio climático. Las algas pardas son especies abundantes en latitudes septentrionales ya que la temperatura de crecimiento óptimo se encuentra entre los 15 y los 18ºC. Cuando las temperaturas superan esos límites, el crecimiento se reduce o incluso se detiene, por otra parte, la tolerancia térmica de estas algas es mucho más estricta durante el periodo en el que se fijan a las rocas, por lo que las temperaturas elevadas pueden reducir drásticamente el reclutamiento de nuevas algas y por consiguiente la regeneración de esos bosques marinos. 


En los últimos años, y tal como se puede observar en el gráfico anterior, elaborado por Judith Rojo y Julio Arrontes (Universidad de Oviedo), el número de mareas en las que la temperatura del agua superó los 20ºC aumento drásticamente, lo que ha dado lugar a unas condiciones ambientales intolerables para este tipo de algas.

Afortunadamente este año parece que los bosques de algas pardas se han recuperado un poco. Quizás se trate de un hecho puntual, quizás haya sido debido a que la temperatura del agua en el momento de la fijación de los propágulos ha sido más baja que en los últimos años. Quizás sea un canto del cisne antes de la desaparición de esos bosques que durante millones de años han cubierto los fondos del Cantábrico, porque el aumento de las temperaturas como consecuencia del cambio climático sigue produciéndose con mayor rapidez que nunca, pero de todas formas, no deja de ser sorprendente que esta noticia en vez de ser un motivo de alegría sea un motivo de alarma y de preocupación.


Tal como comenté al principio, el fenómeno de la arribazón de algas a las playas no es algo extraño ni mucho menos una plaga y significa un auténtico maná para muchas especies, incluido el hombre, cuando este se consideraba una parte de la naturaleza y aprovechaba lo que ella le ofrecía. Desde siempre, los pueblos costeros han recogido esas algas para usarlas como abono y para venderlas, ya que con ellas se elaboran alimentos, cosméticos e incluso medicinas. Pero además del hombre, numerosas especies de animales encuentran su alimento entre las algas depositadas en la orilla. Innumerables especies de insectos, crustáceos y otros pequeños animales consumen estas algas contribuyendo de esta forma a su descomposición, y gran cantidad de peces y aves se alimentan de ellos, cerrando de esta manera el ciclo de los nutrientes.

No estaría mal recordarles a todos estos bañistas que protestan ante la presencia de algas que mucho antes de que el primer ser humano se untara de Nivea y plantara su sombrilla en la arena, otros animales visitaban las playas y se alimentaban en ellas. 

Y también habría que recordarles a las autoridades que antes de ceder a las presiones de estos colectivos deberían educar e informar, ya que al no hacerlo y gracias a nuestra desidia nos estamos convirtiendo a pasos agigantados en un rebaño de borregos, cada vez mas ignorantes, cada vez más estúpidos. Y cada vez más mansos. Aunque quizás sea eso lo que desean.

7 comentarios:

  1. Claro David, y vete ahora enseñándoles ésos estudios a toda ésa panda de hosteleros, politiquillosy demás, y te dirán que se lo pasan por el forro, que lo importante es tener contento al bañista.
    Todavía hoy veía en la TPA, uno de ésos programas veraniegos en que el presentador va por la playa preguntando a todo quisqui que como lo está pasando el personal, que si le gusta ésto, que si lo recomendaría a los amigos, que si la gastronomía, que si los bares de copas, que si.....Bueno, pués uno que se levanta de la arena para responder y señala a una ladera plantada completamente de eucalitos detrás de la playa diciendo: "esto es una maravilla, yo me quedo embelesado mirando desde la playa toda ésa naturaleza". Así nos va.
    Ésa ignorancia, ésa puñetera ignorancia es la que está convirtiendo ésta sociedad en lo que tu decías.
    Un abrazo
    J. A. García Fernández

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  2. Hombre, David, millones de años, lo que se dice millones...
    Ahora otra cosa, yo me crié en la costa central, y recuerdo bastantes días de mareas con aguas más calientes y recuerdo, tambien que estamos bajo el influjo de la corriente del golfo, teniendo más ramalote al oeste de Peñas que al Este, que ya era, decididamente, Gelidiumland. Tambien es verdad que las laminarias del Cantabrico, por lo menos hasta Ballota, eran las parientes enanas de las algas pardas gallegas, de cuyos bosques doy fé que impresionaban, con ejemplares de tres y cuatro metros de tallo, aunque el agua en el Atlantico gallego si está realmente fría, por debajo de 18º casí siempre.
    Y ahora la duda ¿Tendrá esto más que ver con cambios del equilibrio de corrientes (deshielos más tempranos y contundentes que empujan la corriente del golfo contra el Cantabrico) que con un clima localmente más cálido?
    Por otro lado, los bañistas si son cada vez más pijos y los tractores limpiaplayas los han acostumbrado mal. A partir de Junio empieza el ciclo de limpieza de fondos, con cada vagamar, primero algas verdes y marrones, luego se rompe el ramalote más superficial, empieza a madurar - si no lo han arrancado todo- el gelidium y finalmente, para Octubre -Noviembre, las grandes barridas. El ciclo de la vida en el mar, sin más.

    saludos

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    1. Hola Mon67, lo de la subida de la temperatura del agua en el Cantábrico es un hecho confirmado por numerosos estudios, y en la franja costera hay varios trabajos realizados en la Universidad de Oviedo, en los que se instalaron termómetros de registro continuo que lo confirman. Asimismo, la relación entre la supervivencia de las algas pardas y la temperatura también está confirmado.

      Yo llevo toda mi vida visitando las playas del occidente de Asturias y pasando varios meses en la zona cada año, y recuerdo desde niño ver los pedreros tan cubiertos de algas pardas que apensas podías caminar por ellos sin meterte un buen piñazo. Hace 10 años todo empezó a cambiar y esos bosques de algas desaparecieron completamente, hasta este año que se empezó a ver algo, aún así mucho menos que antes.

      Mi tío es de Novellana y tiene ahora 71 años y recuerda desde niño lo mismo, pedreros cubiertos de laminarias (ouca) que ahora ya desaparecieron.

      Evidentemente se trata del ciclo de la vida, pero de lo que no hay duda es que se está alterando y mucho más rápidamente de lo que se pensaba.

      un saludo

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    2. Hola David
      Con el ciclo de la vida me refería a las sucesivas arribazones de algas que se producían a partir de Junio, masivamente en Septiembre y Octubre y disminuyendo a partir de Diciembre, año tras año.
      Que ahora la media sea mayor, no lo dudo, aunque debo estar cada vez más cascado, porque siempre encuentro el agua fría en Luanco. Y cuando no tenía canas la encontraba buena...
      Un saludo

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    3. jajaja, eso es otra cosa, yo cuando era un guaje siempre decía que el agua estaba buena y nunca quería salir. Y ahora soy más friolero que nunca, eso si será la vieyera.

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    4. Hola, gracias por la información del blog, interesante, clara y con bonitas fotos.
      El año pasado en Cantabria, en la zona de San Vicente de la Barquera, unos recolectores de caloca nos hablaron de concesiones del gobierno de Cantabria a una empresa portuguesa para recoger estas algas. En lugar de recoger lo que arriba a la playa, esquilman los fondos. Se quejaban de que lo notan. Me pregunto si además del calentamiento del agua, ¿no estará habiendo una mala gestión de las praderas marinas? gracias

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    5. Hola, gracias por la información del blog, interesante, clara y con bonitas fotos.
      El año pasado en Cantabria, en la zona de San Vicente de la Barquera, unos recolectores de caloca nos hablaron de concesiones del gobierno de Cantabria a una empresa portuguesa para recoger estas algas. En lugar de recoger lo que arriba a la playa, esquilman los fondos. Se quejaban de que lo notan. Me pregunto si además del calentamiento del agua, ¿no estará habiendo una mala gestión de las praderas marinas? gracias

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