martes, 31 de enero de 2012

El nacimiento del salmón


A finales del pasado otoño los salmones empezaron a desovar en los ríos cantábricos. Durante unas pocas semanas, estos peces, algunos de los cuales habían entrado en el río hacía más de medio año, se reunieron en las tabladas de los ríos para poner sus huevos. Después del desove muchos murieron, pero algunos consiguieron bajar el río y retornar a la mar, donde volvieron a alimentarse después de mucho tiempo sin probar bocado. Los más afortunados lograrán sobrevivir un nuevo año en el océano y retornarán al río para reproducirse de nuevo.

A mediados de enero ya no quedaban salmones adultos, o habían muerto o se habían marchado. Pero el resultado de todo ese esfuerzo permanecía enterrado en el fondo del río. Gran cantidad de huevos fecundados se habían colado entre los resquicios de la grava después de que la hembra los enterrara tras la puesta. Durante las últimas semanas se fueron desarrollando lentamente y ahora ya están listos para eclosionar.

El periodo de desarrollo embrionario depende de la temperatura, siendo más largo cuanto más bajas sean las temperaturas. En biología, la duración de la incubación y desarrollo de los animales ectotermos se expresa en grados/dia, que es una medida que estima la duración del desarrollo en función de la temperatura y que es característica de cada especie. Por ejemplo, para el salmón Atlántico, desde la fecundación hasta la eclosión se necesitan 480 grados/día, o sea, si la temperatura del agua permanece constante a 5ºC, la eclosión se producirá a los 96 días (480/5 = 96), en cambio, si la temperatura es de 9ºC la eclosión se producirá a los 53 días (480/9 = 53,3). A partir de 12-14ºC, la mortalidad embrionaria aumenta exponencialmente, estando la temperatura óptima de desarrollo entre los 6 y los 9ºC.


Varias semanas antes de que se produzca la eclosión ya se pueden apreciar los ojos pigmentados del embrión a través de la envuelta del huevo. Asimimismo, a medida que van pasando los días, se empiezan a ver los capilares, los latidos del corazón y los movimientos del embrión dentro del huevo.


Cuando se acerca la eclosión, los movimientos serán más frecuentes y más bruscos, y en un momento, la fina cáscara del huevo se romperá y el alevín comenzará a salir. El proceso completo puede durar desde unos pocos minutos a varias horas. Finalmente, con un último coletazo, el pequeño salmón se liberará completamente y comenzará su nueva vida.

Pero aun quedan muchas semanas hasta que pueda nadar libremente y empiece a alimentarse por si mismo. Por ahora el alimento se lo proporciona el saco vitelino. Ésta pequeña bolsita adosada a su cuerpo contiene los nutrientes necesarios y ha sido proporcionada por la hembra durante la vitelogénesis.


A medida que se va reabsorviendo el saco vitelino, el alevín va adquiriendo su forma definitiva. Los cromatóforos van apareciendo a lo largo de todo el cuerpo, con lo que se va oscureciendo y la piel va perdiendo transparencia. Asimismo, las aletas se van alargando y poco a poco se va preparando para la vida libre. Durante todo este tiempo, el pequeño salmón huye de la luz y permanece enterrado bajo la grava, lo que le proporciona seguridad y protección contra la corriente y los depredadores.


Aún pasarán varias semanas hasta que salga de la seguridad del nido y empiece a alimentarse. Desde ese momento tendrá que valerse por si mismo, tendrá que aprender a huir de los depredadores y a pelear con sus hermanos por los mejores sitios de alimentación y refugio. No será nada fácil, cerca del 80% de todos los alevines que nazcan morirán antes de bajar a la mar dentro de unos meses y de todos ellos, sólo unos pocos remontarán el río dentro de uno o dos años para completar el ciclo que iniciaron sus padres meses atrás. Esta mortalidad es un fenómeno normal, es parte de la selección natural a la que están sometidos todos los seres vivos y que consigue que sólo los más áptos lleguen a reproducirse. Esperemos que durante ese viaje no se encuentren con ninguna trampa que se lo impida, como ha ocurrido en los útimos años.

Dejemos que este pequeño alevín complete su ciclo. Está en nuestras manos evitar que el Salmón atlántico se extinga. No en las manos de pescadores, gestores y políticos, en las manos de todos nosotros.

NOTA: no debemos ni queremos olvidar la carta que hace tan sólo un año publicó en la prensa un diputado regional, que actualmente es el viceconsejero encargado de la gestión del salmón en Asturies, y que tras las próximas elecciones anticipadas no sabemos que papel desempeñara. Es una muestra evidente y sonrojante de lo que piensan algunos políticos sobre la gestión ambiental y la conservación.

viernes, 27 de enero de 2012

Heladas y ranas


La ausencia de nubes durante la noche hacen que el calor acumulado durante el día se disperse fácilmente hacia la atmósfera, por lo que no es raro que durante las noches de invierno la temperatura descienda por debajo de 0ºC produciéndose heladas. En las zonas de umbría, donde no da el sol hasta muy entrada la mañana o incluso no llega a dar durante todo el invierno, el hielo pude permanecer sobre los prados durante mucho tiempo.


La mayoría de los animales y plantas son capaces de resistir estas bajadas bruscas de temperatura. Algunos tienen la capacidad de moverse y buscar lugares más calientes y otros llegan incluso a producir sustancias anticongelantes que evitan que se mueran por congelación.


El pasado miércoles fuimos a una charca cerca de Cabrales, a unos 300 m de altitud, donde tenemos controlada una población de Rana bermeja (Rana temporaria) desde hace varios años. Cuando llegamos, vimos que la superficie del agua estaba cubierta de hielo, al igual que los prados de alrededor. A pesar de todo, la mayoría de las puestas de rana seguían su desarrollo normalmente y algunos renacuajos, ya liberados de la gelatina que envuelve a los huevos, nadaban libremente bajo los cristales.

Si las charcas son profundas y tienen suficiente agua, estas heladas no suelen suponer un problema grave para los anfibios, ya que el hielo sólo cubre la capa más superficial de las mismas. Por el contrario, si las charcas son pequeñas y someras, las heladas puede tener consecuencias más graves al congelarse todo el volumen de las mismas.

domingo, 22 de enero de 2012

¡Sácame esa planta de la habitación que me asfixio!


Siempre me ha llamado la atención la facilidad que tiene el ser humano para tomar como ciertos los mitos y leyendas relacionados con la biología. Incluso cuando hay pruebas irrefutables que confirman que no tienen ningún fundamento científico, es sorprendente la cantidad de gente que sigue aceptándolos "por si acaso".

Pasillo de un hospital por la noche

Una de las leyendas más extendidas es la de las plantas que consumen el oxígeno de los dormitorios durante la noche, por lo que hay que sacarlas de la habitación nada mas ponerse el sol para evitar el riesgo de fallecer de asfixia.

Hace poco tiempo me tuve que quedar en el hospital a dormir y en un momento en el que salí de la habitación, me sorprendió ver el pasillo repleto de orquídeas, ficus y ramos de flores, que si hiciéramos caso a la leyenda estarían salvando de hipoxia a los pacientes de la habitación, pero estarían condenando a una muerte agónica a las enfermeras y al resto del personal sanitario que deambulaba por allí.


¿Pero tienen fundamento todos estos temores y precauciones? La respuesta claramente es que no. Evidentemente las plantas, como todos los organismos vivos, respiran, tanto por el día como por la noche. Durante el día, las plantas consumen oxígeno y liberan CO2 como hacemos nosotros, pero además, mediante la reacción química de la fotosíntesis transforman la materia inorgánica en orgánica con ayuda de la energía solar y en ese proceso liberan oxígeno al aire, que proviene de la disociación de las moléculas de agua.


Por la noche, o sea, en ausencia de luz solar, las plantas sólo respiran, pero el balance final de los dos procesos es que las plantas producen más oxígeno del que consumen. Debemos tener en cuenta que todo el oxígeno que hay en la atmósfera procede de las plantas superiores, algas y fitoplancton que realizan la fotosíntesis. La atmósfera primitiva no contenía oxígeno, pero contenía grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y amonio (NH4+). Actualmente, la composición aproximada de la atmósfera es de 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y el 1% restante está compuesto por anhídrido carbónico y otros gases. Y todo ese oxígeno ha sido liberado por las plantas, por lo que es evidente que liberan mas oxígeno del que consumen.


Pero volvamos a nuestra orquídea del hospital, el terrible enemigo del paciente capaz de consumir el oxígeno de la habitación donde el pobre enfermo se recupera de una operación. ¿Cuánto oxígeno consume por la noche? Aunque la tasa respiratoria de las plantas varia según la temperatura y según la especie, se estima que una planta como una orquídea tiene una tasa metabólica aproximada de 0,51 mililitros de Oxigeno por cada gramo y hora, o sea, que una planta de unos 200 gr consumirá 102 ml de O2/hora.

¿Pero eso es mucho o poco? Supongamos que una habitación de hospital estándar tiene 4 x 4 m de planta y 2,5 m de altura. El volumen de aire en esa habitación seria de 40 metros cúbicos, o sea, 40.000 litros, de los que el 21% son oxígeno, por lo que con un sencillo cálculo deducimos que en esa habitación hay 8.400 litros de oxígeno. Teniendo en cuenta que nuestra nuestra terrible y asesina orquídea consume 0,102 litros de oxígeno por hora, necesitaría 82.352 horas para consumir todo el oxígeno de la habitación, más o menos 9 años y cuatro meses, y eso si la habitación estuviera completamente sellada, lo que evidentemente no ocurre. No parece demasiado probable que nuestra orquídea pueda asfixiarnos en una noche.

Enfermera zombi. Pasó a este estado después de una noche deambulando por un pasillo del hospital lleno de plantas

Por último, curiosamente todas las personas que sacan las plantas de la habitación al llegar la noche, no se plantean sacar al pasillo a su compañero de cama, que consume infinitamente más oxígeno, no hace la fotosíntesis y además ronca.

miércoles, 18 de enero de 2012

Las garcillas de Penarronda


El 31 de diciembre pasado, continuando con la tradición de los últimos años, me pasé por la zona de Tapia para ver como andaba la reproducción de los moñudos y aprovechar para pajarear un poco. Pasé el día con Gilberto y más tarde con Chus Landeira, al que nos encontramos en la playa de Serantes.

Al llegar a la playa de Penarronda, un grupo de varias garcillas bueyeras (Bulbuculus ibis) paseaba tranquilamente por el aparcamiento en busca de algún invertebrado que llevarse al pico. Cada vez que me las encuentro son mas confiadas y apenas se alteran por nuestra presencia, manteniendo una distancia de seguridad cada vez menor.

Esta especie era muy escasa hace unos pocos años y las citas eran esporádicas. A partir de una suelta intencionada que se realizó a principios de la pasada década en el Zoo de Santillana del Mar, la especie empezó a reproducirse en algunos islotes del oriente de Asturies aunque no permanecieron allí por mucho tiempo.

Actualmente es una especie común como invernante, pero al llegar la primavera la mayoría de ellas se marchan para reproducirse en otros sitios, probablemente en el centro y sur de la Península. Me imagino que será cuestión de tiempo que lo empiecen a hacer aquí.

viernes, 13 de enero de 2012

La trampa del salmón

Reja en la escala del Furacón 

Esta es la trampa que se encontraron este año los salmones que intentaron llegar a los tramos altos del Río Nalón para desovar. Ningún pez pudo pasar, una reja situada en la escala del Furacón se lo impidió. Todos los que llegaron hasta aquí, después de sobrevivir dos años en el mar y remontar el río, fueron capturados para su traslado a una piscifactoría. Sólo se retiró la barrera a finales de diciembre, cuando ya no subían salmones y los desoves naturales prácticamente habían finalizado en nuestros ríos.

Entrada de la escala de la Presa del Furacón

La escala salmonera construida en en la presa del Embalse del Furacón (Trubia, Asturies) permitió a salmones y reos superar este obstáculo y acceder a zonas de freza a las que no llegaba desde que construyó en 1956. Gracias a la escala y a la recuperación de la calidad de las aguas del Nalón tras el cierre de los lavaderos de carbón, en el año 2002 se confirmó la presencia de juveniles de salmón en el Río Trubia, sin que se hubieran realizado sueltas, lo que demostraba la capacidad de la especie para recolonizar el río sin necesidad de repoblaciones. En el año 2008 varias decenas de peces desovaron bajo la presa del Machón (afortunadamente derribada este año) y varias parejas lo hicieron aguas arriba de Proaza.

El río Trubia podía haber sido un laboratorio natural perfecto para estudiar la recolonización de la especie. Sólo hubiera sido necesario vedarlo a la pesca y dejar que la Naturaleza siguiera su curso, sin ninguna intervención humana, sin repoblaciones ni manipulaciones artificiales.

Esto es lo que le espera a los salmones capturados en la escala

Pero no fue así, la instalación de la reja en la presa del Furacón ha impedido a los Salmones desovar en el Trubia. De nada ha servido demoler la presa del Machón en junio del año pasado. Ningún salmón ha llegado hasta allí. Los salmones que lo han intentado han sido capturados, metidos en una cuba y transportados hasta una piscifactoría donde fueron desovados artificialmente. Lo mas triste de todo es que cada vez hay mas pruebas científicas que confirman que las repoblaciones no sólo son un fracaso, sino que pueden significar un problema añadido a la delicada situación por la que pasa la especie.

Esto es lo que estarían haciendo si los hubieran dejado pasar la escala

¿Por qué no dejamos a los salmones en paz?¿Por qué no los dejamos reproducirse como llevan haciéndolo desde hace millones de años?¿Por qué no se declara de una vez por todas al Salmón Atlántico como especie "en peligro de extinción?

Si se contínua con la política actual, agravada con la nueva normativa de pesca aprobada a finales del año pasado, dentro de menos de 10 años ya no veremos salmones salvajes en nuestros ríos. Pero los causantes de esta pérdida irreparable encontrarán otros culpables, hablaran de cormoranes, garzas y nutrias. Pero ya será demasiado tarde.

miércoles, 11 de enero de 2012

El Parque de Picos de Europa o el timo del tocomocho


Hace unos días leí una carta en el periódico que coincide exactamente con mi opinión acerca del, para mi gusto, mal llamado Parque Nacional de los Picos de Europa, y que ya expuse reiteradamente en este blog. Este espacio "protegido", hace tiempo que no es un Parque Nacional, hace tiempo que no cumple con los requisitos para serlo por lo que a la vista de la situación actual debería ser derogado.

Según el artículo 13 de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (BOE nº 74), se dice:

1.- Los Parques Nacionales son espacios naturales, poco transformados por la explotación u ocupación humana, que en razón a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, poseen unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente.

2.- En los Parques se podrá limitar el aprovechamiento de los recursos naturales, prohibiéndose en todo caso los incompatibles que hayan justificado su creación.

3.- En los Parques se facilitará la entrada de visitantes con las limitaciones precisas para garantizar la protección de aquellas.

La realidad es que poco queda de todo aquello que justificó la creación del Parque Nacional de Covadonga en 1918, ampliado en 1995 para formar el actual PN de Picos de Europa. A día de hoy, Picos de Europa es una enorme explotación ganadera subvencionada con dinero público, en la que se construyen pistas nuevas por todas partes y se asfaltan las viejas con dinero público, permitiendo el acceso rodado a zonas sensibles, se matan lobos con dinero público, se realizan quemas para crear pastos con dinero público y no se establece ningún límite de visitantes ni se establecen zonas de reserva.

 Lobos matados en Picos de Europa. Fuente: El Comercio

El tema es tan bochornoso, que los políticos y gestores se han plegado a los intereses ganaderos y locales y asumen sus exigencias con tal de evitar conflictos y pérdidas de votos. Los ganaderos solicitan más quemas porque según ellos, literalmente "hay zonas tomadas por los matorrales en los que no entran ni los lobos" y la administración quema el monte por ellos para crear pastos para el ganado. Por supuesto también exigen que se maten los lobos y la administración cede una y otra vez, a pesar de que los daños son pagados puntualmente. Parece que nadie recuerda que si se reciben subvenciones es precisamente porque en ese territorio hay especies salvajes cuya protección es prioritaria, y esas subvenciones sirven para contrarrestrar los posibles impactos sobre las actividades humanas de la presencia de esas especies. Si esos animales son matados porque ocasionan daños, entonces no tiene sentido ni lógica alguna recibir subvenciones.

El Parque de Picos de Europa es el único Parque Nacional español en el que hay lobos y tal como dice la Ley 4/1989 su conservación merecería una atención preferente, y la realidad es que esa atención consiste en matar a tiros a los adultos y machacar con una piedra la cabeza de sus cachorros. El alcalde de Cabrales, José Antonio Pérez Prieto, en un ejercicio de cinismo que no conoce límites ha llegado a afirmar que "no es normal que los lobos puedan estár en el Parque Nacional y las cabras estabuladas", al mismo tiempo que pedía cogestionar el funicular de Bulnes con fines turísticos.

Como prueba de la cultura de la subvención y el negocio que rodea a éste espacio "protegido", sólo hace falta mirar las cifras de ayudas públicas que recibe, sobre todo los ayuntamientos, para construcción de pistas y subvenciones ganderas, que superan los 3 millones de euros anuales. Por el contrario, el dinero que recibe el parque para investigación no llega a los 300.000 euros.

Lo que es evidente es que Picos de Europa ya no cumple los requisitos para ser un Parque Nacional y por lo tanto debería ser derogado o transformado en otra figura, quizas paisaje protegido, aunque lo más adecuado sería convertirlo en un Parque Temático.

La supresión de la figura de Parque Nacional implicaría la eliminación de todas esas ayudas y subvenciones y equipararía a los concejos situados en este espacio a los concejos limítrofes que no gozan de estas ayudas, aunque realizan las mismas actividades, lo que supone un importante agravio comparativo. Lo que no es de recibo es gozar de los beneficios de un Parque Nacional, sobre todo económicos y pretender seguir realizando las mismas actividades que si no pertencieran al mismo. Sólo hace falta recordar el caso de Peñamellera alta, que no quiso entrar en el Parque tras su ampliación porque consideraba que limitaría su desarrollo al establecer controles a su actividad. Diez años después y a la vista del chollo que tenían sus vecinos, cambió de opinión y solicitó su entrada para poder disfrutar de ayudas millonarias sin contraprestación alguna.

Pretender recibir subvenciones a las actividades ganaderas, a la construcción de pistas, a los desbroces y quemas y a la matanza de animales salvajes "molestos" en vez de proteger y conservar "la singularidad de sus paisajes, su fauna y su flora" atenta directamente contra el espíritu y la esencia de un Parque Nacional.

Parafraseando a Ramón Díaz en la carta que cité al principio, es hora de ser valientes, si las cosas siguen como ahora hay que solicitar la derogación del Parque Nacional de Picos de Europa y acabar con esta farsa.


domingo, 8 de enero de 2012

Gaviota polar


El invierno de 2009 fue probablemente el mejor en lo que respecta al número de observaciones de "gaviotas blancas". Durante el otoño y el invierno de ese año, en las costas cantábricas y atlánticas se vieron una gran cantidad de Gaviotas polares (Larus glaucoides) e hiperbóreas (Larus hyperboreus), llegando a coincidir varias en algunas localidades gallegas. Incluso se llegaron a ver en lugares tan poco habituales para una especie tan norteña como la costa andaluza.


Este invierno parece que esa tendencia se va a mantener porque a estas alturas ya se acumulan un gran número de observaciones, sobre todo de gaviotas polares. En Asturies hace días que se ven varias, entre ellas un precioso ejemplar de segundo invierno que lleva una semana en el puerto del Musel (Xixón) alimentándose de los descartes. Hoy que la flota estaba amarrada se dedicaba junto a otras gaviotas a rebuscar restos de pescado entre las redes.