viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz 2011


El año 2010 ya llega a su fin, el Año internacional de la Biodiversidad ha pasado sin mas pena ni gloria y sin que ningún gobierno (y por supuesto el español mucho menos) haya tomado ni una sola medida seria y valiente para evitar la pérdida global de especies y de sus hábitats.

En Asturies, nuestro particular paraíso de cartón piedra, se siguen plantando eucaliptos y quemando el monte. Se siguen matando lobos y cormoranes grandes con dinero público, incluso dentro de un Parque Nacional. Se sigue sin declarar en peligro de extinción el salmón atlántico aunque se haya alcanzado el mínimo histórico de capturas. Se sigue acuchillando el monte con pistas forestales inútiles que llenan los bolsillos a alcaldes y constructores. Se sigue envenenando el campo y el  río para que cientos de aves, mamíferos y peces mueran todos los años mientras la Admininistración mira hacia otro lado. La costa asturiana está cada vez mas degradada por culpa de la urbanización masiva y la construcción de infraestructuras y ya ocupa el tercer lugar en destrucción de la costa (tras Andalucia y Valencia) según Greenpeace.

Mientras todo esto ocurre, los gobernantes y gestores que tenemos la desgracia de padecer siguen proclamando a los cuatro vientos que esto es la gloria bendita sin que se les caiga la cara de vergüenza.

Queda poco espacio para el optimismo a la vista de todo esto, pero yo quisiera pensar que si, que aun podemos hacer algo, aunque sea denunciado estas actividades ilegales y divulgando lo que ocurre. Espero que con este blog pueda poner mi pequeño granito de arena y solo me queda daros las gracias a los que lo seguís y dejais vuestros comentarios y desearos un feliz año 2011 a todos.

FELIZ 2011

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Un buen año de colimbos y zampullines

Colimbo grande (Gavia immer) en la Ría de Avilés

Parece que este año esta siendo muy bueno para este grupo de aves en el norte de la Península. Desde hace varias semanas se están viendo muchos ejemplares, sobre todo Colimbos grandes (Gavia immer) y Colimbos chicos (Gavia stellata), en los habituales lugares de invernada. En la ría de Avilés donde el colimbo grande no es demasiado numeroso como invernante se están viendo estos días dos jóvenes y un adulto de esta especie.



Colimbo grande en la bahía de Santander

De todas formas, a pesar de que en Asturies hay este año una buena presencia de colimbos, la máxima concentración de individuos de esta familia de aves acuáticas tiene lugar en Cantabria, sobre todo en la bahía de Santander y en las marismas de Santoña.

Colimbo grande a punto de tragarse un pez

Durante una visita a esta zona hace un par de semanas acompañado de Jesús Menéndez y Roberto Ortiz, pudimos ver un par de colimbos grandes en el puerto de Santander, uno de ellos extremadamente confiado que estuvo pescando bajo nuestros pies durante mas de una hora, sin inmutarse por nuestra presencia. Resultaba increíble observarlo bucear tras los bancos de pececillos que saltaban asustados fuera del agua, incapaces de escapar.

En la playa de Laredo se nos unió Marcos Zárraga y allí llegamos a contar hasta 8 colimbos chicos simultaneamente,además localizamos 2 colimbos árticos y varios colimbos grandes.

Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)

Pero si en Santoña hay una especie de ave buceadora realmente abundante esa es Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis), que puede verse casi por cualquier rincón de la reserva, desde la desembocadura  hasta los canales interiores. El zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus) es mucho menos abundante y resulta un invernante escaso en la Península, a pesar de lo cual, las marismas de Santoña son uno de los lugares donde se presenta todos los años aunque en bajo número. Tuvimos la suerte de ver dos de ellos en la zona de monasterio, donde se suelen ver siempre.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Invasión de zorzales

Paniega (Turdus pilaris) en el Cabu Peñes

Parece que los ampelis se están haciendo de rogar y que a pesar de la brutal ola de frío que esta congelando todo el norte de Europa y parte de la Península, no aparecen mas aves por mucho que busquemos entre las espineras y los arbustos con frutos. A falta de ampelis, estos días se está produciendo una fuerte entrada de zorzales, que ocupan gran parte de las praderías costeras que se encuentran descubiertas de nieve. La especie mas llamativa de este grupo es el Zorzal real o paniega (Turdus pilaris), que también suele ser la mas escasa de todas pero de la que en estos días se están registrando fuertes entradas de grupos de hasta 200 o 300 ejemplares. Hace un par de días encontré un pequeño grupo de unos 5 o 6 ejemplares comiendo en la rasa del Cabu Peñes.

Zorzal común (Turdus philomelos)

Los zorzales comunes (Turdus philomelos), mucho más abundantes y confiados que los reales comían en un prado cercano compartiendo el baquete con varios bisbitas comunes y tarabillas.

Zorzal alirrojo (Turdus iliacus)

Además de los zorzales comunes, los zorzales alirrojos (Turdus iliacus) tambián abundaban el otro día en las praderías de la rasa de Peñes. Esta especie es una de las más abundantes como invernantes y también una de las que más sufren la presión de los cazadores. En Asturies, de todas las especies de zorzales, solo el común está protegido ya que es una especie reproductora y no está permitida su caza, el resto de las especies pueden ser cazadas. Que se permita la caza de los zorzales, que quizás sean unas de las especies de aves mas importantes por su condición de dispersores de semillas, demuestra el gran desconocimiento ecológico de los gestores medioambientales. Resulta paradójico que algunas especies de árboles como el Tejo o el Acebo se encuentren protegidas en Asturies y que las especies que disperan la mayoría de sus semillas se puedan cazar impunemente.

jueves, 23 de diciembre de 2010

El desove del salmón

Dos machos de salmón Atlántico luchando por el lugar de puesta

Hace mas de un mes que que ha comenzado la temporada de desove del salmón Atlántico (Salmo salar). Para llegar a las zonas de puesta han tenido que remontar el río atravesando todo tipo de obstáculos naturales y artificiales. Las numerosas presas que interrumpen prácticamente todos los ríos salmoneros de Asturies se lo ponen muy difícil para alcanzar los lugares óptimos en la cabecera de los ríos, por lo que muchas veces se tienen que resignar a desovar en los tramos mas bajos que tienen un mayor riesgo de sufrir riadas que malogren la cría.

Macho de salmón

Los machos a medida que llegan a las zonas elegidas van acotando ciertas partes del río, normalmente situadas bajo los pozos, donde no hay mucha profundidad y el fondo está cubierto de grava. Allí esperarán a las hembras defendiendo el sitio contra otros machos rivales. Desde que entraron en el río unos cuantos meses atrás ha cambiado completamente su aspecto físico, el color plateado que tenían al principio se ha transformado en una librea amarillenta o anaranjada cubierta de puntos rojizos; asimismo la mandíbula inferior se ha alargado y curvado adquiriendo la forma de un gancho, que usaran en sus peleas.

Macho de salmón y macho de trucha peleando

En ocasiones los salmones y las truchas coinciden en las zonas de puesta y no son raras las peleas entre los machos de ambas especies. Aunque normalmente los salmones son de mayor tamaño, algunos machos de trucha, sobre todo reos, pueden igualarlos en talla y superarlos en agresividad. Como ya veremos otro día, los casos de hibridación entre estas especies son más frecuentes de lo que se cree, y en algunos ríos el número de híbridos puede llegar al 15% del número total de individuos de las dos especies. En el año 2008, bajo la presa del Machón en Trubia y debido al bajo nivel del agua, fue posible observar perfectamente desde la orilla el desove de varias parejas de salmones.

Pareja de salmones sobre el frezadero

Las hembras elegirán a aquellos machos que tengan los mejores territorios y se aproximarán a ellos cuando sus huevos hayan madurado y estén listos para la puesta. Desde que la hembra llega al frezadero hasta que se produce el desove pueden pasar varias horas e incluso días. Durante ese tiempo el macho estará junto a ella ahuyentando a otros machos rivales y dándole pequeños golpecitos que tienen como misión estimular la puesta y sincronizar a la pareja para el desove.


Cuando se aproxima la hora del desove, la hembra escava un nido en la grava mediante movimientos enérgicos de su cola. El macho no se separará de ella porque en ese momento los machos vecinos se empezarán a acercar para intentar fecundar la puesta.Una vez que el nido esté listo, la pareja desovará sincronizando la salida de los huevos y el esperma para que se produzca la fecundación. Al terminar la puesta, que dura unos pocos segundos, la hembra tapará los huevos y abandonará el nido, mientras el macho seguirá allí esperando a que aparezca otra hembra.

Actualmente estamos preparando un pequeño documental sobre el ciclo de vida del salmón atántico y ya hemos conseguido unas primeras imágenes subacuáticas muy prometedoras. Mientras tanto y hasta que salga a la luz, os dejo aquí este video realizado en el Río Nansa (Cantabria) en 1997 por Pep Gener, Manu Esteve y Felipe Melero.



En el vídeo se puede ver perfectamente la secuencia de desove y como después de que el macho dominante haya desovado aparecen dos machos satélites que también fecundan la puesta. Pero lo mas curioso del vídeo y que pasa casi desapercibido por la rapidez del momento, es la aparición de un pequeño macho parásito de salmón (sneaker según la terminología anglosajona) que aprovecha para fertilizar la puesta. Estos pequeños peces son machos de menos de un año de edad que maduran en el río antes de salir al mar. Al llegar la época de puesta, debido a su pequeño tamaño, son capaces de pasar desapercibidos a la pareja de salmones adultos y se cuelan durante el desove fecundando parte de los huevos. Si no lo visteis a la primera, poned de nuevo el vídeo y fijaron entre los segundos 5 y 7 como aparece un pequeño pez por la derecha y se mete debajo de la pareja, ese es el sneaker. Luego, cuando la primera pareja se separa (mas o menos en el segundo 14) se ve al pececillo muy bien antes de que se marche.

Los desoves aun durararán unos días hasta que a principios de enero los peces adultos, agotados tras la reproducción y muy delgados tras varios meses sin ingerir ningún alimento, desciendan el río como zancaos para retornar al mar.

NOTA: al igual que en otros artículos del blog podéis clicar en las fotos para verlas a mayor tamaño.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hasta siempre

Cormorán moñudo muerto en Castro el 15/10/10  (Foto: Jesús Menéndez)

El pasado 15 de diciembre apareció muerto en el puerto de Castro (Cantabria), lo encontró mi amigo Jesús Menéndez en el muelle sur. Alguien le había cortado las dos patas y lo había dejado allí tirado sobre el empedrado. Este macabro gesto y las heridas en uno de sus muslos no parecían dejar ninguna duda de que se trataba del cuerpo del 7D, uno de los primeros cormoranes moñudos que anillamos cuando Manolo y yo empezamos con el proyecto de estudio de esta especie. Pero este cormorán moñudo no era uno mas de los 558 que llevamos marcados desde finales de los noventa del pasado siglo, era el 7D, el que habia sido visto y reconocido por más ornitólogos durante la última década, el que incluso tenía una camiseta con su foto y por supuesto, el que mas cosas nos había enseñado de todos los moñudos que llevamos siguiendo desde hace tantos años.

El 7D en Castro en agosto de 2007

Es cierto que cuando trabajas con animales y tienes que marcar cientos de ellos, al final estos suelen acabar siendo un código en una hoja de cálculo y su vida resumiéndose en una fila de excel llena de unos y ceros. Pero por alguna razón, siempre hay alguno que deja de ser un código y empieza a tener nombre propio, puede ser uno que se cayó del nido y lo conseguiste recoger del agua, o el más pequeño de todos los hermanos de un mismo nido que tenía todas las papeletas para no llegar a volar, o el macarra que en vez de asustarse y salir volando te atacaba para defender a sus pollos. El caso es que cuando alguien te manda una observación de uno de estos animales te hace más ilusión que las de los demás y te alegras de que aun siga vivo y dando guerra.

En un posadero de Castro el 4/8/05

El 7D había nacido en la colonia de A Forcada (Tapia, Asturies) en la primavera del 2000 y lo marcamos con una anilla de color el 12 de mayo de ese mismo año. Hasta ese momento era uno mas de los moñudos que habíamos anillado, cuando los pocos trabajos sobre esta especie que se habían desarrollado en el sur de Europa afirmaban que eran animales sedentarios que apenas se movían del lugar de nacimiento. El 17 de diciembre me llegó un mensaje de Joseba del Villar que no me podía creer, había visto al 7D en el puerto de Castro, a 312 km de su colonia. A partir de entonces nos fueron llegaron más y más observaciones en el mismo sitio, algunas me las mandó Victor Vicario en una carta manuscrita, era un chaval de 12 años que se aficionó a los pájaros gracias a este moñudo y que me siguió escribiendo durante un tiempo para preguntarme por el pájaro de la anilla roja. En ese puerto pasó 3 años seguidos, pescando entre los barcos y llamando la atención de todos los que se acercaban por allí y lo veían perseguir los peces en las aguas poco produndas.

El 7D pescando en el puerto de Castro

A los 3 años ya había cambiado su plumaje juvenil por el negro brillante de los adultos y en su cabeza ya había aparecido el moño de plumas que da nombre a la especie. Todos pensábamos que acabaría anidando en una de las colonias próximas pero el 18 de abril de 2003, cuando regresamos como todos los años a la  Forcada, de repente vimos un cormorán anillado en uno de los nidos, al mirarle la anilla nos dimos cuenta de que era el 7D, que había regresado a su colonia de nacimiento. Se trataba de un claro ejemplo de filopatría, un comportamiento habitual en las aves marinas. Hasta ese momento todo entraba dentro de lo normal para la especie, aunque seguía siendo el comorán mas viajero de todos los que conocíamos.

Pero la sorpresa nos la dio a finales de agosto de ese mismo año, cuando después de que volaran sus pollos fue visto de nuevo en el puerto de Castro, donde había pasado sus primeros años. Eso ya no era un caso de dispersión, que es lo normal en esta especie, sino que parecía una migración postnupcial típica de otras especies o de la misma especie pero en latitudes mas norteñas, donde se producen verdaderos movimientos migratorios condicionados por la dureza de los inviernos y la escasez de presas.


Este comportamiento migratorio lo realizó durante varios años, en los que después de terminar la reproducción, normalmente a finales de agosto, dejaba el occidente de Asturies y se marchaba a pasar el invierno a Castro hasta la siguiente estación de cría. Uno de esos años, al regresar a reproducirse no lo hizo en su colonia de nacimiento sino que cambio de pareja y de lugar y sacó pollos en la vecina colonia de As Pantorgas, lo que volvía a ser una excepción para la especie, ya que normalmente estas aves una vez que se reproducen por primera vez suelen ser fieles tanto a su pareja como a la colonia donde lo han hecho.

El 7D con la anilla de PVC en el muslo

El 13 de agosto de 2008 Jesús vio a nuestro amigo posado en una roca con un aspecto muy débil y cuando se fijó en él observó que la anilla de PVC se le había desplazado a la tibia y le había hecho una herida en el muslo. Parecía que no podría aguantar mucho pero volvió a contradecirnos y a pesar de que cuando estaba en tierra cojeaba y se movía con dificultad en el agua seguia buceando y pescando normalmente por lo que al poco tiempo estaba completamente recuperado. De todas formas ya no volvió mas a Asturies a reproducirse y se pasó el resto del tiempo entre Castro y las playas y acantilados cercanos.

El 15 de septiembre pasado, después de regresar de uno de los viajes del Pride, cuando ibamos de camino a casa decidimos pararnos en Castro, me apetecía ver al 7D en el sitio donde tantas veces me habían hablado de él. Después de buscarlo durante casi media hora sin éxito al final lo logré encontrar en el puerto deportivo, estaba pescando entre unas boyas acompañado de un joven del año. No os imagináis la ilusión que me hizo.


Justo tres meses después de ese día apareció muerto en el puerto. Aunque pocos días antes se le habia visto pescando con normalidad su plumaje ya no tenía el brillo de antes y sus casi 11 años de edad unidos a la herida de la pata, habían empezado a pesar más de la cuenta. Aunque los moñudos pueden vivir hasta 14 años, lo cierto es que es raro que lleguen a esa edad si no es en cautividad. Muchos de ellos mueren ahogados en tresmallos y otras redes o después de tragar un anzuelo, intoxicados al tratar de limpiarse el petroleo o de fuel que embadurnó su plumaje, o simplemente se mueren de viejos como los demás seres vivos. No sabemos como habrá muerto el 7D, si enredado en un aparejo o de muerte natural, pero lo echaremos de menos.

En los trabajos que publicamos, en la sección de agradecimientos reconocemos la ayuda de todos los que nos pasan datos, los que corrigen o aportan ideas a los manuscritos o nos echan una mano en lo que sea. A todos los que nos mandaron observaciones sobre este moñudo, sobre todo a Jesús, ya se lo agradecimos en varias ocasiones y en otra entrada en este blog publicada hace más de un año. Con este post (más largo de lo que esperaba) sólo quería acordarme de los verdaderos protagonistas de nuestros artículos, sin los que no tendría sentido nada de lo que estudiamos y publicamos. Normalmente pasan desapercibidos, aunque siempre hay alguno que se sale de lo normal y al que le acabamos cogiendo cariño, y seguramente este cormorán sea el mejor ejemplo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Un ampelis en Asturies


Ayer sábado, Manuel F. Pajuelo y su hija Agustina tuvieron la suerte de ver un Ampelis (Bombycilla garrulus) en el alto de la Cruz, Proaza (Asturies). Esta especie es muy rara y en Asturies solo se conoce la aparición de numerosos ejemplares en el invierno de 1965-66, cuando se produjo una irrupción de miles de aves que llegaron incluso a Sicilia y Grecia como consecuencia de una intensa ola de frío en el Norte de Europa.

Los ampelis son aves que se reproducen en los bosques de la taiga escandinava y en condiciones normales suelen quedarse allí todo el año, pero cuando se producen fuertes olas de frío que acaban con su comida, emigran masivamente en busca de alimento a latitudes mas sureñas.


Este invierno esta siendo especialmente duro y una intensa ola de frío ha congelado completamente el norte de Europa, por lo que era previsible que apareciera alguno de estos hermosos pájaros en nuestras latitudes. En Gran Bretaña ya hace mas de un mes que aparecieron los ampelis y ya se está hablando de una auténtica invasión de esta especie. También se están observado varios ejemplares en Francia y en otros paises del centro de Europa.


Los ampelis se alimentan durante el invierno de bayas, como las de las espineras (Crataegus monogyna) y otros frutos carnosos, por lo que aquellos lugares donde abunden estos arbustos serán los elegidos por estas aves para alimentarse y descansar.

Hoy subimos de nuevo hasta el alto de la Cruz pero no tuvimos suerte, parece que el ampelis ha abandonado la zona o se ha movido a otros arbustos. De todas formas no sería raro que estos días aparecieran mas aves, así que habrá que estar atentos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Los dragones de la Gomera

Lagarto tizón de La Gomera y el Hierro (Gallotia caesaeris)

Los reptiles son uno de los grupos de animales mas interesantes de los hábitats insulares. Su reducida capacidad de dispersión, sobre todo si la comparamos con la de las aves, hace de ellos unos candidatos perfectos para el estudio de la evolución y la selección natural. Darwin ya se dio cuenta de esto cuando en 1835 desembarcó en las Islas Galápagos y observó a unas iguanas que al contrario que sus parientes terrestres se sumergían en las aguas del océano para comer algas. No fue hasta 1859 cuando Darwin publicó "El origen de las especies por medio de la selección natural" y sugirió que estas iguanas podrían haber evolucionado de una especie de iguana terrestre que habría llegado a estas islas millones de años atrás. La necesidad de buscar alimento entre la escasa oferta disponible en esas islas volcánicas hizo que algunas de esas iguanas terrestres comenzaran a buscar algas en la orilla del mar e incluso bajo la superficie del agua. Los individuos mas exitosos conseguirían mas alimento y tendrían mas oportunidades de reproducirse, y al igual que ocurrió con sus vecinos, los cormoranes ápteros, de los que ya hablé hace unos días, la selección natural fue favoreciendo a aquellos individuos capaces de sumergirse y conseguir alimento en un habitat tan duro como este.


El aislamiento de estos ecosistemas ha favorecido los fenómenos de especiación, de forma que en el caso de archipiélagos como el de Canarias (o las Galápagos), es frecuente que en cada isla haya una o varias especies endémicas de reptil que ha evolucionado a partir de un ancestro común. En el caso de Canarias casi cada isla tiene su propia herpetofauna endémica, destacando los lagartos gigantes, tanto por su aspecto como por su estado crítico de conservación. En la isla de La Gomera se encuentra la especie más amenazada, y probablemente el reptil más amenazado del planeta: el Lagarto gigante de la Gomera (Gallotia bravoana), que fue descrito en 1985 como un taxón fósil y encontrado vivo en 1999 en el risco de la Merica, en el Valle Gran Rey. En el censo realizado en el año 2001 el número de individuos encontrados no superaba la quincena, que vivían en un área de 4000 m2. A partir de unos pocos individuos capturados se inició un exitoso programa de recuperación de la especie que incluyó la cría en cautividad y la eliminación de depredadores introducidos, la mayoría gatos. Actualmemente, la población salvaje ya supera los 150 ejemplares. En mi visita a la isla, como era esperable no vi ninguno de ellos, aunque estuve en las instalaciones del centro de recuperación pero en ese momento estaban cerradas.

Hembra de lagarto tizón

Tuvimos mas suerte con las otras tres especies de lagartos gomeros ya que en un muro de rocas cercano al Charco del Conde, en el Valle Gran Rey las pudimos ver a placer. La más grande de estas tres especies es el Lagarto Tizón de la Gomera y el Hierro (Gallotia caesaeris), que hasta hace poco se consideró una subespecie del Lagarto tizón de Tenerife (Gallotia galloti), pero según los últimos análisis genéticos realizados parece haberse diferenciado de esta especie hace mucho tiempo, considerándose actualmente una especie separada endémica de la Gomera y de la vecina isla de El Hierro.

Pracan o perenquén gomero

La tercera especie endémica de la Gomera es el Pracán o perenquén gomero (Tarentola gomerensis), una salamanquesa cuya area de distribución se circunscribe a esta isla, aunque está estrechamente emparentada con las salamanquesas de Tenerife y La Palma. Llamaba la atención su coloración negruzca, como la de otros reptiles de estas islas que la hacía pasar desapercibida cuando se encontraba sobre las rocas volcánicas que abundan en su hábitat.

Lisa dorada

La última especie de reptil gomero es la lisa dorada (Chalcides viridanus), que se encuentra estrechamente emparentada con otros eslizones canarios. Originaria de Tenerife, La Gomera y el Hierro ha sido introducida en La Palma en tiempos recientes. Al igual que otros eslizones, tiene las patas mucho mas cortas que los lagartos, aunque no tanto como otras especies de su mismo género. A pesar de su nombre común, los machos adultos son de un llamativo color negro brillante salpicado con pequeños puntitos azulados, como pudimos observar en uno de los ejemplares que encontramos en una grieta entre las rocas.

Con este tercer capítulo sobre los reptiles, terminaré con esta miniserie canaria, no sin antes dejar un par de fotos de una de las playas más bonitas en las que estuvimos, la playa de Benijo en el norte de Tenerife.



Ahora de vuelta en Asturies y con una nueva ola de frío a la puerta, que parece que dejará nieve casi a nivel del mar, parece imposible que hace poco mas de una semana nos estuviéramos bañando en el mar con el agua a 21ºC.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cetáceos en Canarias

Aunque probablemente lo que más me haya impresionado del viaje a Canarias haya sido perderme en los bosques de brezos y laureles de la Gomera, también tenía muchas ganas de salir en barco a ver cetáceos. En todas las islas hay una buena oferta de salidas organizadas, y en muchas de ellas por tan solo 18 euros te dan un paseo de 2 horas en las que es posible ver varias especies. Esta abundante oferta no es de extrañar si tenemos en cuenta que las Canarias son uno de los lugares con mayor diversidad de cetáceos del mundo, habiéndose registrado 29 especies distintas, tanto residentes como de paso. La situación geográfica de estas islas, que marcan el límite de distribución norte para las especies tropicales y el límite sur para las especies de aguas frías, es la responsable de esta gran diversidad. Por otra parte, debido al origen volcánico del archipiélago y a su situación en medio del océano, se alcanzan profundidades de hasta 3000 m a escasa distancia de la costa, lo que facilita la observación de estos animales.

Pareja de delfines mulares

Finalmente nos apuntamos a una de estas excursiones y al poco de salir del puerto de los Cristianos, al sur de Tenerife, nos dirigimos a unas jaulas de acuicultura que estaban fondeadas a escasa distancia de la playa. Un grupo de delfines mulares (Tursiops truncatus) se venía observando desde hacía unos días en sus alrededores. Los delfines suelen acudir a las proximidades de estas jaulas para alimentarse de los peces que acuden a comer los restos de pienso con los que se alimenta a las doradas y lubinas.

Cría de delfín mular con su madre

Cuando estábamos acercándonos observamos las primeras aletas, no había duda de que eran mulares. Un grupo de mas de 60 ejemplares nadaban alrededor de las jaulas y se acercaron al barco nada mas que nos vieron. Entre ellos había varias crías pequeñas que nadaban pegadas a sus madres. Después de disfrutar durante mas de diez minutos de los delfines decidimos salir un poco mas afuera, al canal que separa Tenerife de la Gomera, donde habita una población residente de Calderon tropical o de aleta corta (Gobicephala macrorhynus), probablemente la especie más conocida de estas aguas.

Mientras íbamos alejándonos de la costa oímos en la radio del barco que un enorme grupo de Delfines moteados (Stenella frontalis) se encontraba alrededor de otra embarcación que podíamos ver desde nuestra posición. Según comentaban, había mas de 1000 ejemplares nadando y saltando alrededor del barco.

Delfines moteados

Sin dudarlo nos dirigimos hacia allí. Yo nunca había visto esta especie, característica de aguas tropicales y de unos 2 metros de longitud, mas o menos del tamaño de un delfín listado. Cuando llegamos a la zona donde se habían visto no encontramos nada, parecían haber desparecido todos. Dimos unas cuantas vueltas y cuando nos habíamos dado por vencidos vimos unos saltos a estribor. No era el gran grupo, pero eran al menos 15 o 20 delfines moteados que rápidamente se acercaron a nosotros y se pusieron a surfear en la proa del barco, saltándo y nadando cerca de la quilla.

Ya estaba oscureciendo y aun no habíamos visto a "las ballenas", a pesar de que era la especie en teoría más fácil de ver en la zona. Se había levantarse viento y los borreguillos que se formaban en la superficie de la mar no facilitaba la localización de los cetáceos.

Calderón tropical

Cuando estábamos a punto de irnos, el capitán del barco vio una aleta a unos 100 metros de distancia, mientras nos acercábamos pudimos comprobar que se trataba de un calderón, la forma de su aleta y de su cabeza al salir a respirar no dejaba lugar a dudas. Pasó muy cerca de nosotros, quizás hubiera alguno mas en las proximidades pero las condiciones de la mar habían empeorado y no pudimos localizarlos.

Después de unos minutos decidimos regresar a puerto, habían pasado dos horas sin enterarnos y al final habíamos visto mas especies de las imaginábamos, sobre todo teniendo en cuenta que las condiciones no eran las mejores.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Los brezos gigantes de La Gomera

Los bosques nubosos se localizan en las islas occidentales del archipiélago canario, en el norte de Tenerife, la Gomera, El Hierro y La Palma, y también en otras islas de la Macaronesia como Madeira y Azores. Se trata de un bosque húmedo con precipitaciones anuales entre 800 y 1100 mm y unas temperaturas medias que oscilan entre los 15 y 19ºC. Estos bosques se encuentran fundamentalmente en zonas de montaña donde las brumas de los alisios precipitan al chocar con las laderas en forma de una llovizna casi continua.


Hace unos 20 millones de años, durante el Terciario, este tipo de bosques húmedos ocupaban toda la cuenca mediterránea, el norte de África y el sur de Europa, pero tras las últimas glaciaciones y los posteriores periodos áridos, desaparecieron de todas estas zonas quedando recluidos a algunas islas macaronésicas. Las dos formaciones boscosas características del monteverde canario, perfectamente representadas en el Parque Nacional de Garajonay, en la isla de la Gomera, son el Fayal-Brezal y la Laurisilva. El Fayal-Brezal ocupa la franja superior del bosque húmedo y las dos especies más representativas son la Faya (Myrica faya), el Brezo (Erica arborea) y el Madroño canario (Arbutus canarensis).


Para alguien que viene del Cantábrico, acostumbrado a los brezales rastreros, con Ericaceas que en la mayoría de las ocasiones no nos llegan a las rodillas, resulta sorprendente y completamente alucinante ver brezos de mas de 5 o 6 metros de altura, completamente tapizados de líquenes y musgos que se ven favorecidos por la elevada humedad ambiental. Debido a esta abundante cobertura de musgos y líquenes, estos bosques también son conocidos como bosques musgosos.


En el sotobosque abundan los helechos, con 18 especies distintas, que en algunas zonas cubren la práctica totalidad del suelo. La mejor representación de los bosques húmedos canarios se encuentra en el Bosque del Cedro, en pleno corazón de Garajonay. Siguiendo el sendero que parte desde el alto del Contadero se va descendiendo desde unos 1200 m de altitud hasta los 600 m, y a medida que bajamos se aprecia perfectamente la sucesión forestal, desde los brezales de cumbre hasta los bosques de laurisilva de viñatigos (Persea indica) característica de los fondos del valle, pasando por la laurisilva de laderas, donde predominan los laureles (Laurus azorica).



Por el fondo del valle discurre el arroyo del Cedro, el más caudaloso de La Gomera, que hay que cruzar para seguir el sendero hasta llegar a Las Mimbreras y posteriormente a la pequeña ermita de Nuestra Señora de Lourdes. Aun se conserva parte de una antigua presa de piedras, ya parcialmente rota después del paso de los años.


Durante todo el camino se escuchan cantar los pájaros continuamente, siendo la especie mas abundante el Reyezuelo sencillo, que en Canarias tiene una subespecie endémica (Regulus regulus teneriffae). De todas formas, aunque las dos aves estrella de Garajonay son la Paloma rabiche (Columba junoniae) y la Paloma turqué (Columba bollii) destaca la presencia de una riquisima fauna invertebrada, ya que en Garajonay se encuentran mas de 150 especies de invertebrados endémicos.

Vegetación xerófila en la costa, a menos de 20 minutos de Garajonay

Sin lugar a dudas el PN de Garajonay, con sus brezos gigantes y las formaciones arboreas de Fayas y Laureles es un lugar espectacular. Merece la pena perderse por los numerosos senderos perfectamente señalizados que se encuentran por todo el Parque Nacional para luego darse un baño en la playa en pleno mes de diciembre, a escasos kilómetros de estos bosques, donde las nieblas dan paso al sol y los brezos a los cactus y las palmeras.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Eider en Salinas


Ayer mismo llegué de la Gomera (en breve colgaré una entrada sobre los increíbles bosques de laurisilva), y aprovechando el día de vacaciones que me quedaba me acerqué a Salinas a ver si andaba por ahí el Eider común (Somateria mollísima) que encontró Dani hace unos días.



Se trataba de un macho joven, nacido este año en el norte de Europa, donde es una especie muy abundante. Aunque no es una especie muy común como invernante en nuestras costas, casi todos los años suele aparecer algún ejemplar despistado, normalmente hembras o machos jóvenes, ya que los machos adultos, como ocurre con otras especies de anátidas se dispersan mucho menos para permanecer cerca de los territorios de cría cuando comuence la reproducción.


Durante el tiempo que estuve allí, se dedicó a comer los abundantes mejillones que se encontraban adheridos a los bloques del espigón. Esta afición por los mejillones y otros moluscos es la causa de que esta especie sea considerada como una plaga en algunas zonas del Norte de Europa.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Un esturión en Xixón


El pasado 24 de noviembre, un pesquero que faenaba en la bahía de San Lorenzo,a escasa de distancia del centro de la ciudad de Xixón (Asturies), pescó accidentalmente un ejemplar adulto de Esturión Atlántico (Acipenser sturio) en un trasmallo a 8 metros de profundidad. Esta especie se consideraba extinta en el Mar Cantábrico desde al menos 1988, cuando se pescó el último ejemplar (en Asturies, el último se capturó en 1976). El ejemplar, que medía 2 metros y 30 centímetros de longitud y pesaba más de 120 kilos, fue trasladado al Acuario de Xixón y probablemente luego será llevado al centro de Experimentación Pesquera para ser estudiado y finalmente expuesto al público.

Detalle de la boca y las barbas características de la especie

 La captura de un esturión como éste es un hecho muy infrecuente, ya que se trata de una especie que se encuentra en peligro crítico según la IUCN. Hasta hace poco mas de un siglo, el Esturión Atlántico se podía encontrar en todas las costas europeas, desde Finlandia e Islandia al norte hasta el Mediterráneo y el mar Negro, pero la pesca abusiva, sobre todo para la obtención de caviar, ha reducido drásticamente su población mundial y actualmente sólo sobrevive una pequeña población residual en el río Garona (Francia).


Distribución pasada (puntos negros) y actual (rojo) del Esturión Atlántico

Es una lástima que la primera cita de esta especie en Asturies en 35 años se haya producido de esta forma. Quizás fuera último superviviente de su especie en nuestras costas, ya que se sabe que pueden alcanzar una longevidad de unos 60 años, y el tamaño del ejemplar pescado en Xixón indican que se trataba de un animal muy viejo.


martes, 30 de noviembre de 2010

¿Pueden los cormoranes explicarnos la evolución?

Los cormoranes, al contrario que otras aves marinas, dan un pequeño salto en el agua antes de sumergirse en busca de sus presas. En el salto, estas aves salen completamente fuera del agua mientras mantienen las alas pegadas al cuerpo.
 


Cormorán moñudo joven

Una vez bajo el agua, sólo utilizarán sus patas palmeadas para bucear, mientras que las alas seguirán pegadas al cuerpo durante toda la inmersión, usando la cola como timón, como se puede ver en el siguiente vídeo. En los cormoranes, las alas se usan exclusivamente para el vuelo, por lo que un cormorán que no necesitara volar tampoco necesitaría las alas.

Así bucean los cormoranes (jebarra)

Esto es lo que ha ocurrido con una una especie de esta familia, el cormorán áptero de las Galápagos (Phalacrocorax harrisi, antes Nannopterum harrisi), en la que las alas se han atrofiado completamente, siendo actualmente tan sólo unos órganos vestigiales sin ninguna funcionalidad. Un ancestro de esta especie habría llegado hace miles de años a este remoto archipiélago y al encontrarse sin depredadores, las alas le resultaron inútiles, ya que podía conseguir alimento y pareja sin necesidad de usarlas. Debido a esto y tal como explica la teoría de la selección natural de Darwin, esta falta de uso las hacía inútiles por lo que eran un inconveniente mas que una ventaja. Los descendientes de esos primeros cormoranes que tuvieron las alas mas cortas resultaron más competitivos que los de alas largas y su éxito reproductor fue mayor que el de estos últimos, dejando por lo tanto mas descendientes que resultaban cada vez mas competitivos (y cada vez tenían las alas mas cortas al aparearse entre ellos). A lo largo de miles de generaciones se fueron seleccionando aquellos individuos que tenían cada vez las alas mas cortas, y actualmente esta especie ha perdido completamente la capacidad de volar. A pesar de esto, después de cada inmersión siguen secando esas alas vestigiales al sol, lo que es un recuerdo evolutivo de cuando necesitaban secar el plumaje para volar. Aquí os dejo un video de Richard Dawkins que lo explica mucho mejor que yo (si lo queréis ver con subtítulos pincháis la segunda tecla por la izquierda en la barra inferior, se abrirá un menu desplegable y pincháis la segunda tecla).



Como dice el propio Dawkins, la evolución por selección natural "es un hecho respaldado por pruebas irrefutables" y el cormorán es una de esas pruebas.