jueves, 12 de enero de 2017

Que llueva...y que el agua se lleve la mierda

Por fin llovió en Asturias, y aunque pueda sonar a chiste tratándose de una de las comunidades autónomas con mayor pluviosidad, hacía casi un mes que no caía una sola de gota de agua, cuando diciembre y enero son dos de los meses más lluviosos del año. 


Solo hace falta ver el gráfico anterior, en el que se muestra la lluvia caída en Oviedo durante el mes de diciembre en el periodo 1974-2016, para darse cuenta de que diciembre de 2016 ha sido el diciembre más seco de la serie, con tan solo 1,5 litros de lluvia caída por metro cuadrado en los 31 días del mes, cuando la media durante ese periodo es de 91 litros/m2 (diciembre de 2015 ya había sido el tercer diciembre más seco de ese periodo).

Resultados de los modelos predictivos de los cambios en las precipitaciones para este siglo. España será un desierto.

Cada día son más numerosas las evidencias que nos confirman que el cambio climático no es un futurible, sino que es algo muy real del que ya estamos sufriendo sus consecuencias. Y el cambio climático no afecta solo al incremento de las temperaturas medias, también tiene un efecto muy notable sobre las precipitaciones, tanto en la cantidad como en los cambios en los patrones temporales y en la intensidad de las mismas. En resumidas cuentas, todo apunta a que cada vez serán más frecuentes los episodios de sequías prolongadas pero también los episodios de lluvias torrenciales.


Una de las consecuencias de la falta de lluvias del mes de diciembre ha sido el aumento de los niveles de contaminación en el aire, que hace tan solo un par de días era insoportable, haciendo que el aire fuera prácticamente irrespirable. En algunos momentos del 9 de enero, estos niveles fueron los más altos de la Península ibérica, tal como mostraba la página de Contaminación del aire a tiempo real.


Pero por si esto fuera poco, durante algunos momentos de ese mismo día, Asturias tuvo el dudoso honor de de ser el lugar con peor calidad del aire de Europa occidental, alcanzándose valores dañinos para la salud en varias estaciones del centro de la provincia (Gracias Carlos Solares por los mapas). 


Se podría decir que los datos anteriores son solo una representación puntual de la calidad del aire y que ésta puede sufrir grandes variaciones diarias e incluso a lo largo del mismo día, pero si nos fijamos en el gráfico anterior, extraído del último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, los valores de las concentraciones diarias de partículas PM10 (menores de 10 μg) en Asturias (círculo azul) a lo largo del año 2014 fueron las más altas de la península ibérica y de las mas altas de toda la Europa occidental. 

Según la directiva 1999/30/CE del Consejo de 22 de abril de 1999 relativa a los valores límite de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y óxidos de nitrógeno, partículas y plomo en el aire ambiente, que es de aplicación desde el 1 de enero de 2010, el valor límite diario de estas partículas es de 50 μg/m3, que no podrían superarse más de 35 días al año. Y este límite se superó en 2015, lo que tuvo como consecuencia que Oviedo estuviera a punto de ser declarado oficialmente punto negro de contaminación. Finalmente, el Principado de Asturias aplicando un conocido juego de trileros, descontó de esos 35 días aquellos en los que había presencia de polvo sahariano y se libró por los pelos.

A la vista de estos datos, las declaraciones efectuadas hace un par de meses por el Responsable de Epidemiología Laboral y Ambiental del Principado de Asturias, cuando afirmó que "vivimos en una de las mejores zonas del mundo, por la calidad del aire, y vamos mejorando cada vez más", solo pueden tomarse como una tomadura de pelo y una broma de mal gusto.

¿De donde viene la contaminación atmosférica?

La contaminación del aire es debida en su mayoría a la quema de combustibles fósiles, ya sea en medios de locomoción, calefacciones o industrias. Lo cierto es que en Asturias, nuestros representantes políticos llevan varios días desviando la atención hacia el tema del tráfico y la calefacción, que sin duda tienen un efecto sobre la contaminanción que estamos sufriendo, pero apenas hablan de la industria, porque no les interesa.

Y debería interesarles, ya que Asturias es la comunidad autónoma con mayor polución industrial de España, un quinto de toda la del país. En 2015 las industrias asturianas emitieron 188.450 toneladas de contaminantes, 126.212 de las cuales tuvieron origen en Arcelor. También estamos en cabeza en la contaminación por benceno, emitido por la industria y altamente cancerígeno. 

Efectos sobre la salud de la contaminación atmosférica

Según el informe anteriormente citado, la contaminación atmosférica es la responsable de 520.000 muertes anuales en la Unión Europea, 30.000 de las cuales se producen en España, 10 veces más que las muertes en accidentes de tráfico. ¿Como es posible que ante estas cifras no se tomen medidas drásticas para reducir esa tasa de mortalidad? La respuesta parece evidente, y es sencillamente porque la contaminación no causa una muerte directa (salvo en casos extremos), sino que produce complicaciones en otras enfermedades, como las pulmonares o las cardíacas, lo que incrementa las tasas de mortalidad. ¿Podría esto explicar por qué Asturias es a día de hoy la comunidad autónoma con mayor incidencia de gripe?, ¿es coincidencia que el mayor mayor número de casos de gripe se hayan registrado la semana en la que los índices de polución atmosférica fueran más elevados? Podría ser, aunque no se puede confirmar.


¿Habrá alguna relación entre la contaminación ambiental y el hecho de que Asturias tenga la mayor tasa de asma o bronquitis crónica declarada entre los hombres de más de 16 años de toda España, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad? Podría ser.


¿Y qué hacen nuestros representantes para atajar el problema de la contaminación? 

Pues la estrategia seguida durante los últimos meses es siempre la misma y se resume en cuatro premisas:

1) Minimizar el problema: Todo va bien, no hay que exagerar, esto es lo normal así que hay que estar tranquilos. Y cuando esas explicaciones no cuelan, pues se cambia el vocabulario y se emplean otros términos, como hizo ayer mismo la consejera de Medio Ambiente del Principado, que mantenía que en 2016 los niveles de contaminación fueron "razonables".

2) La culpa es del tráfico y de la calefacción: Sin quitar importancia a esta fuente de contaminación, sobre todo la producida por los vehículos diésel, tal como señalan los últimos informes la mayor fuente de contaminación atmosférica en Asturias es la industrial. Hablar del tráfico y de la calefacción hace que nos sintamos culpables (que en parte lo somos, no se puede negar) y de  esta forma se minimice el efecto de la industria y se olvide la responsabilidad de la administración ante las grandes empresas.

Sigue siendo más barato pagar las multas por contaminar que instalar filtros adecuados para reducir las emisiones. Y la tolerancia se incrementa si la industria amenaza con despidos de personal o traslados de factorías si se aumenta la presión sobre ellas.

3) Jugar con los medidores: Como ya he mencionado muchas veces, los datos, como el algodón de Mr. Proper, no engañan. Eso si, los datos hay que tomarlos bien. En el caso de la contaminación, para medir la concentración en el aire de los contaminantes se utilizan medidores que deben ser colocados en puntos estratégicos según los resultados que queramos obtener. Si queremos saber la incidencia de los contaminantes sobre la población de una determinada ciudad, habrá que colocarlos en aquellos lugares donde viva gente y donde haya fuentes de contaminación, algo que parece bastante obvio.

Una de las estrategias para "esconder" los datos de contaminación es alejar esos medidores de las fuentes de contaminación, trasladándolos a zonas ajardinadas. Eso se ha hecho sin ningún recato en algunas ciudades como Madrid, pero también se utilizan estrategias similares en Asturias. Como ya he comentado en un párrafo anterior, Oviedo estuvo a punto de ser declarado por la UE punto negro de contaminación por superar en 2015 el número de días en que la concentración de ciertas partículas contaminantes excedieron un límite máximo establecido.

El caso es que a finales de ese año ya se había superado ese límite durante 31 días, solo quedaban 4 para alcanzar la fatídica cifra. La solución del ayuntamiento fue clara, desviar el tráfico de una de las entradas más concurridas a la ciudad hacia otras entradas menos transitadas. La explicación que dio el ayuntamiento fue que se hacía para reducir los niveles de contaminación. La explicación real fue que se hizo para alejar el tráfico de los medidores.


4) La danza de la lluvia: Uno de los recursos más utilizados por la administración para quitarse el muerto de encima es culpar a los fenómenos climatológicos. Si un grupo de delincuentes quema el monte, la culpa es del viento y el calor; si los pueblos y ciudades se inundan, es culpa de la lluvia, de la madera muerta en los ríos y de los temporales en la mar; y si la contaminación se dispara, la culpa es de la falta de lluvias.



La solución a la contaminación ambiental es rezar para que llueva, al menos eso es lo que piensa el gobierno asturiano, que alza sus manos al cielo pidiendo agua. El problema es que la lluvia no elimina las partículas contaminantes, solo las mueve de sitio, las baja a tierra donde impregnarán las lechugas que comemos y los pastos que pacerán las vacas de las que bebemos su leche. Pero al menos, los puñeteros medidores dejarán de dar la turra y no saldremos en los papeles de Europa, que es lo que importa.

La mala noticia es que ni siquiera las últimas lluvias han logrado eliminar la contaminación ambiental. Ha llovido tan poco que para lo único que han servido es para embarrar los coches y las calles, pero no ha dado tiempo a esconder la mierda debajo de la alfombra.

¿Qué harán ahora nuestros representantes políticos? ¿Rezarán a la virgen de la cueva? ¿nombrarán a un descendiente de un jefe cherokee para que les enseñe los pasos de la danza? ¿Impondrán sanciones y obligarán a las empresas contaminantes a instalar los filtros adecuados?

No se por qué me temo que tendremos a un cherokee como asesor del gran gestor.

NOTA: haced clic en los gráficos para verlos a mayor tamaño

8 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo, pero este año Oviedo quedo muy lejos de ser punto negro en PM10, pero va ser el peor en benceno de España pero no os preocupeis que el Principado ya ha hecho una trampa para que no se contabilice.

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    1. Lo de hacer trampas y jugar a los trileros se les da muy bien. Lo de imponer sanciones y exigir cumplir la legislación ambiental ya se les da un poco peor.
      un saludo

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  2. Te felicito por esta denuncia. Desde mi punto de vista el principal problema mediambiental que padecemos en Asturias ya que afecta directa y gravemente a la salud las 800.000 personas que viven en la, llamémosle, área metropolitana o área central. Lo de nuestros responsables (y representantes) políticos no tiene nombre.

    Un saludo.

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    1. Entre la contaminación y los eucaliptos, estamos como queremos.
      un saludo

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  3. Hola hola.
    Pues a mi se me ocurre que quizá nosotros deberiamos hacernos responsables, osea dar respuesta a esta situación, sin esperar a que "los que mandan" lo solucionen....
    Estan circulando por internet un monton de videos de mallas captadoras de agua de la niebla, patrocinadas por ong's etc, que estan muy bien para las personas que ya se mueren de sed...
    Pero el mejor captador de precipitacion oculta es el arbol, podiamos considerar seriamente cada uno de nosotros plantar sin descanso.
    Eso es ser responsable, o no?
    Tambien podemos esperar que lo haga otro.
    Bueno, un abrazo.

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    1. Hola Ramón,

      no hay duda de que es responsabilidad de todos, empezando porque nosotros somos los que elegimos a los que nos representan, y el medio ambiente sigue sin ser una prioridad para la mayoría de la gente, aunque por pura lógica debería ser la prioridad máxima.
      En cuanto a lo de plantar árboles, estoy completamente de acuerdo, ya lo sabes bien.
      un abrazo

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  4. Gracias David, de repente me he dado cuenta...
    Osea, tu respuesta me ha hecho caer en el detalle esencial:
    Yo no elijo a nadie para que me represente... Quizá ahi está la clave.
    Gracias de nuevo.

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