lunes, 12 de julio de 2010

Renacuajo grande, sapo pequeño

Renacuajo de sapo partero (Alytes obstetricans)

Los renacuajos de la mayoría de los anuros cantábricos suelen ser de pequeño tamaño y por regla general pasan un tiempo relativamente corto en el agua antes de la metamorfosis. Tras la metamorfosis y la posterior reabsorción de la cola, los pequeños renacuajos se transforman en copias en miniatura de los adultos que tiene un tamaño muy pequeño en comparación con ellos.

 Hembra de sapo común (Bufo bufo)

En el caso de algunas especies, como el Sapo común, las diferencias entre los individuos recién metamorfoseados y los adultos puede ser enormes, ya que mientras que los juveniles miden poco mas de 6 mm, los adultos pueden alcanzar más de 15 cm, e incluso pueden representar un peligro para ellos ya que son caníbales.

 Sapo partero (Alytes obstetricans)


Renacuajo de sapo partero

Una de las excepciones a esta regla es la del sapo partero. Esta especie tiene una estrategia reproductiva completamente diferente al resto de los anuros, ya que en vez de depositar los huevos en el agua, el macho se encarga de transportar los cordones de huevos entre sus patas y sólo acude al agua cuando los renacuajos están a punto de eclosionar, momento en el que se introduce en ella liberando a las larvas.

A partir de ese momento los renacuajos empezarán a alimentarse de restos vegetales y pasarán por un periodo de crecimiento mucho más largo que el de los sapos comunes o las ranas de nuestras latitudes. El periodo de crecimiento puede prolongarse durante un par de años aunque en algunas poblaciones de lagos de montaña se han llegado a encontrar renacuajos de hasta cinco años de edad.

Grupo de renacuajos de sapo partero

Este largo periodo de crecimiento condiciona en gran medida sus lugares de reproducción, ya que al contrario de lo que ocurre con otras especies, como la Rana bermeja (Rana temporaria), los sapos parteros necesitan masas de agua permanentes con un bajo riesgo de desecación.

Por otra parte, el enorme tamaño que pueden llegar a alcanzar los renacuajos, y que en algunas ocasiones supera los 8 cm, es el responsable de que al salir del agua los metamorfos ya tengan 1/3 del tamaño de los adultos. Debido a esto, la mayoría de los juveniles ya son capaces de reproducirse en la siguiente estación. Por otra parte, mientras que los sapos comunes tienen una longevidad de hasta 30 años en algunos casos, los sapos parteros no suelen superar los 5 años de esperanza de vida.

1 comentario:

  1. Hoy toca sapos, animales que aunque los hayamos visto muchas veces, rara vez nos detenemos el tiempo suficiente como para enterarnos de su vida, así que son de agradecer blogs como el tuyo que logran que la próxima vez que nos topemos con un sapo o un renacuajo le prestemos más atención.
    Un saludo

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