Los seres vivos han evolucionado durante millones de años mediante selección natural, de forma que aquellos que han logrado ser más eficaces en un determinado ambiente han tenido un mayor éxito reproductivo y han conseguido dejar más descendientes.
A lo largo de todos esos millones de años de evolución muchas especies han adquirido unas determinadas adaptaciones que les han permitido acceder a fuentes de alimento o aprovechar determinados ambientes que les estaban vedados a otras y de esta forma han podido disfrutar de esos recursos sin apenas competencia. Pero ser un especialista también tiene desventajas, ya que si el recurso trófico del que se alimentan o el hábitat en el que viven desaparece o se altera demasiado, la especie tiene muchas posibilidades de desaparecer con ellos.