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martes, 9 de febrero de 2010

Murciélagos de herradura


En el túnel, mezclados entre cientos de Murciélagos de cueva (Minopterus schreibersii) aparecían otros murciélagos de mayor tamaño, unas veces solitarios o compartiendo el grupo con los de cueva y otras veces formando grupos, aunque menos densos que en la anterior especie. Se trataba de Muerciélagos de herradura grandes (Rhinolophus ferrumequinum), y como indica su nombre se caracterizan por la forma de su rostro, con unos pliegues que recuerdan a las herraduras de los caballos.


Esta especie suele pasar el invierno en cuevas, naturales o artificiales, donde la temperatura se suele mantener estable y próxima a los 11ºC. Una vez llegada la primavera buscan otros refugios más cálidos, siendo frecuente encontrarlos en desvanes y otras construcciones humanas.

Al igual que otras especies de murciélagos los Rinolofos son insectívoros y cada ejemplar puede consumir en una noche entre 1/4 y 1/3 de su peso en insectos, por lo que son muy beneficiosos como controladores naturales de plagas. Se ha estimado que una colonia de unos 1000 murciélagos de esta especie pueden comer más de una tonelada de insectos en una sóla temporada.

Algunas de las cuevas donde habitan estos animales están cerradas al público pero otras muchas no lo están, incluso algunas colonias se encuentran en túneles por los que pasan pistas, carreteras e incluso trenes. No es conveniente molestarlos durante el invierno, por lo que en este caso una vez que encontramos varios grupos de murciélagos preferimos abandonar el lugar y no permanecer demasiado tiempo dentro.

domingo, 7 de febrero de 2010

Murciélagos de cueva

Grupo de murciélagos de cueva y un murciélago de herradura

En un tunel abandonado una colonia de miles de murciélagos se encuentra pasando el invierno. Hasta que no nos adentramos unos 50 metros en el túnel no encontramos a los primeros, son algunos Rinolofos grandes (Rhinolophus ferrumequinum) que cuelgan solitarios del techo. Cuando avanzamos un poco más vemos los primeros grupos de Murciélagos de cueva (Minopterus schreibersii). Primero vemos un grupo de 6 o 7 individuos pero al poco empezamos a encontrar grupos más grandes, algunos de varias decenas de individuos.

Murciélagos de cueva

El murciélago de cueva es una especie de pequeño tamaño, que tiene un peso entre los 9 y los 16 gramos. Tiene unas orejas pequeñas y con forma triangular, con la punta redondeada y doblada hacia adelante. Comparado con otras especies de murciélagos, su rostro es muy achatado, con una frente protuberante. Las alas son muy largas, estrechas y puntiagudas y acaban en unos dedos muy largos.

Esta especie es una gran voladora, y puede alcanzar velocidades de hasta 55 km/h. Se suele encontrar en espacios abiertos, como valles fluviales, marismas y pastizales, donde caza insectos, sobre todo polillas y otros insectos de cutícula blanda.


Los murciélagos de cueva, al igual que el resto de especies de murciélagos, están protegidos por la ley y están catalogados como especies de interés comunitario en el anexo II del RG 1977/1995 de espacios Naturales.También se encuentran incluidos en los anexos II y IV de la Directiva Hábitats 43/94 CEE. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan todas las especies de murciélagos es a la desaparición y deterioro de las cuevas y refugios donde pasan el invierno, y que en la mayoría de las ocasiones no tienen ningún tipo de protección.

domingo, 22 de marzo de 2009

Murcielago orejudo


Ayer en Nuviana (Cuideiru, Asturies) me encontré en el suelo debajo de un alero, un Murciélago orejudo muerto (Plecotus auritus). Hasta ahora sólo había visto en esta zona murciélagos del género Pipistrelus que son muy frecuentes y que suelen agruparse en pequeñas grietas de las casas y en desvanes y chimeneas.
El murciélago orejudo es una especie eminentemente forestal, por lo que no lo esperaba encontrar en esta zona costera, donde lo que mas abunda al igual que en resto de la costa asturiana son las plantaciones masivas de eucaliptos que han destrozado el paisaje y eliminado los bosques autóctonos de abedules y robles, de los que sólo quedan unas pocas manchas aisladas, cada vez más pequeñas y amenazadas.
Los murciélagos son especies estríctamente protegidas y que consumen cientos de insectos todas las noches. El uso indiscriminado de insecticidas, las talas de árboles autóctonos y los incendios forestales son las principales amenazas para este y otras especies de Quirópteros.