domingo, 30 de diciembre de 2018

Madurar antes de tiempo como estrategia reproductiva

La mayoría de los seres vivos pasan por un periodo de juventud antes de alcanzar la madurez sexual y poder reproducirse. Ese periodo pre-reproductivo, en el que las tasas de mortalidad son muy elevadas, puede ser de tan solo unos días en algunos invertebrados o de varios años en muchas especies de aves, peces o mamíferos, e incluso puede durar más de 150 años, como ocurre con el  tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus) que con más de 400 años de esperanza de vida es el vertebrado más longevo conocido. 

Macho "hooknose" de Salmón atlántico

Pero no todas las especies siguen ese patrón, por ejemplo en el caso de muchas especies de salmónidos, los machos presentan una estrategia reproductiva alternativa muy curiosa. Por una parte, maduran "normalmente" después de pasar por una fase de crecimiento, que puede durar entre 2 y 5 años, tras la cual desarrollan unos caracteres sexuales secundarios, que en el caso de algunas especies como el Salmón atlántico (Salmo salar) incluyen importantes modificaciones de la estructura del cráneo y las mandíbulas y un cambio notable en la pigmentación. Estos grandes machos reciben el nombre de hooknose en inglés, en referencia al gancho de su mandíbula inferior. En el caso de las truchas, los machos también pueden desarrollar un gancho, aunque los cambios morfológicos son menos aparentes que en los salmones.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Sexo en la ciudad: las ranas urbanas son más sexys que las del bosque

Los machos de muchas especies de animales presentan atributos y ornamentos, que en ocasiones son muy elaborados, con el fin de atraer a las hembras para poder aparearse con ellas. Estos atributos pueden ser físicos, como un plumaje o una coloración llamativa, pero también pueden ser comportamientos ritualizados como exhibiciones de cortejo o cantos. 

Cuando pensamos en los cantos, lo primero que nos viene a la cabeza son los cantos de las aves, sobre todo de algunos paseriformes, que son capaces de emitir melodías muy complejas y características para cada especie. Mediante esos cantos, los machos compiten con otros machos rivales, de forma que aquellos que consigan tener un canto más fuerte, más complejo y que destaque sobre el de sus competidores, tendrá más posibilidades de éxito.

Macho de Rana verde (Pelophylax perezi) cantando

Pero las aves no son las únicas que utilizan la música en sus cortejos, los anfibios, y en particular las ranas y los sapos, también la utilizan, y al igual que en las aves, las características de sus cantos varían según las condiciones ambientales pero también dependen del contexto social en el que se encuentren.