jueves, 28 de junio de 2018

Hoy es un mal día para nuestra biodiversidad

Hoy, 28 de junio de 2018, es un día triste para nuestra biodiversidad, para nuestro medio ambiente y para la ciencia. 

Hoy quedará de manifiesto, una vez más, el desprecio de la clase política hacia las evidencias científicas y hacia el medio ambiente, que nunca podrá competir contra los intereses económicos y electoralistas. Aunque los argumentos científicos sean inapelables, no es suficiente para contrarrestar el electoralismo y la indecencia política. Hoy se vota en el congreso la modificación de Ley 42/2007, del 13 de diciembre de 2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad que dejará sin efecto Sentencia del Tribunal Supremo 637/2016 que prohibía la comercialización de muchas especies al ser incluidas en el catálogo nacional de especies invasoras. Con esta modificación de la Ley de Biodiversidad se rechazarán los acuerdos internacionales que España ya había asumido previamente en la Convención sobre la Diversidad Biológica y la Estrategia Europea de Biodiversidad, que tenía por objeto frenar el avance de las especies invasoras. En este caso, el parlamento español ha dado más valor a la opinión de pescadores y cazadores que a la de científicos y jueces, lo que aparte de una indecencia es una tremenda irresponsabilidad.

Black bass, una de las especies "indultadas" a pesar de ser considerada como muy peligrosa

Esta propuesta de modificación, que sacará de la lista de especies invasoras al siluro, el black bass, la trucha arcoiris o el arrui, entre otras, parte del siguiente argumento esgrimido por el Partido Popular, que ha sido el autor de la misma: "La conservación debe tener en cuenta las exigencias económicas y sociales" y cuenta con los apoyos en la votación de Ciudadanos, PNV y PdCat, dejando claro una vez más que para hacer demagogia, destrozar el medio ambiente y labrarse un huequecito en la poltrona y un jugoso sueldo para unos cuantos años más, no tienen ningún recato a la hora de pasarse por el forro las banderitas, la ética, la ideas políticas y hasta las decisiones judiciales que tanto dicen respetar con la boquita pequeña.

Sin duda hoy es un mal día para nuestra biodiversidad, otro más.

viernes, 22 de junio de 2018

A los osos les gusta la hierba

Los osos pardos (Ursus arctos) son animales omnívoros, aunque la parte mayoritaria de su dieta es vegetariana. De todas formas, pueden cazar vertebrados, no siendo raro que capturen crías de ungulados y frecuentemente consuman carroñas. Aunque pueden matar algunos animales domésticos, la mayor parte de las daños están relacionados con la destrucción de colmenas para comer la miel que contienen.

Su alimentación está muy condicionada por las estaciones y los cambios de la vegetación. En primavera, los osos consumen grandes cantidades de hierba, sobre todo brotes de gramíneas y umbelíferas, que alternan con otras plantas propias de prados húmedos y larvas de hormigas y otros insectos que encuentran tras voltear piedras y troncos de árboles muertos. A medida que avanza el verano, los osos empiezan a consumir frutos carnosos, como cerezas y arándanos, pudiendo acercarse a los pueblos en busca de frutales. El otoño es una estación crítica, ya que pasan por una fase de hiperfagia en la que deben comer mucho para acumular las reservas necesarias para pasar el invierno. Es la época de las bellotas de roble y encina y de los hayucos y un otoño con poca fructificación, como ocurrió el año pasado, puede ser muy problemático para ellos y sobre todo para las hembras preñadas que parirán en la osera durante el invierno.


Los últimos meses de este año ha llovido abundantemente en la cordillera cantábrica, y a las puertas del verano, los montes siguen verdes y repletos de vegetación, cuando en las mismas fechas del año pasado ya estaban secos y agostados. Las condiciones meteorológicas también han influido en el ciclo de vida de los osos, y hace tan solo una semana aún se veían algunos celos en nuestras montañas. 

Hace unos días, en una ladera empinada de la cordillera cantábrica, una osa comía hierba sin cesar poco antes de oscurecer. Después de un día caluroso, había esperado a las últimas horas, cuando empezaba a refrescar, para salir de su encame en el bosque y empezar a alimentarse. Unos días antes, esa misma osa estaba acompañada de dos machos que la seguían continuamente para no dejar pasar sus últimos días del celo y asegurar su paternidad. Ahora, una vez sola y tranquila, ya tenía todo el tiempo para comer, recuperar fuerzas y acumular reservas.

NOTA: las imágenes han sido tomadas con una cámara Canon PowerShot SX60 HS (1.365 mm equivalentes en 35 mm) y posterior recorte, a más de 700 metros de distancia y sin interferir en ningún momento con el comportamiento del animal. 

viernes, 15 de junio de 2018

Especies invasoras y visitantes inesperados

Ayer hice una visita fugaz al embalse de Trasona, en Corvera, muy cerca de Avilés, para controlar las aves acuáticas que se reproducen en este humedal artificial. Este embalse se construyó en la década de los 50 del siglo pasado para proporcinar agua a la por entonces factoría de Ensidesa (ahora Arcelor) y se abastecía a partir de los ríos Alvares y Narcea, este último a través del canal del mismo nombre. El Canal del Narcea se inauguró en marzo de 1965 y a lo largo de 27 km de recorrido comunica la estación de bombeo de Quinzanas, en Pravia, con los embalses de Trasona (Corvera de Asturias), La Granda (Gozón), y San Andrés de los Tacones (Gijón).  


Al llegar a la presa, lo primero que me llamó la atención fue la gran cantidad de Black Bass (Micropterus salmoides) que nadaban cerca de la orilla. Esta especie invasora  se introdujo en nuestro país en 1955 y luego fue soltada por algunos pescadores deportivos en muchas masas de agua, ocupando actualmente gran cantidad de humedales en toda la Península ibérica, tanto naturales como artificiales.

El Black bass ha sido catalogado por la UICN como una de las 100 especies invasoras más peligrosas del mundo, ya que es un gran depredador y se reproduce explosivamente si encuentra un hábitat adecuado, poniendo en peligro a numerosas especies de peces autóctonos, así como de anfibios y todo tipo de fauna acuática. 

viernes, 8 de junio de 2018

"Albatross", muerte por plástico

En 2008, el fotógrafo Chris Jordan comenzó un proyecto con el que pretendía mostrar al mundo los efectos de la contaminación por plásticos en los océanos. Para ello viajó al archipiélago de Midway, un atolón situado en el Pacífico Norte que pasó a la historia porque en junio de 1942, en las inmediaciones de estas islas tuvo lugar la batalla de Midway, en la que la flota estadounidense derrotó a la japonesa en la segunda guerra mundial.

Casi 80 años después, este archipiélago también pasará a la historia por encontrarse en medio de isla de basura, formada por miles de toneladas de plástico, que crece exponencialmente en medio del Pacífico. Y aquí en estas islas se asienta una gran colonia de albatros de Laysan (Phoebastria immutabilis) que está sufriendo en sus carnes los efectos de esa contaminación.

Fotograma de "Albatross", donde un un albatros adulto ceba a su pollo con restos plásticos

Durante el transcurso de este proyecto, el equipo de Chris Jordan se desplazó al archipiélago para filmar la vida en estas islas, la de los albatros y la de otras especies de aves marinas que a pesar de vivir en el mismo lugar no sufrían directamente los efectos de la ingestión de plásticos al alimentarse de presas que capturaban cerca de la orilla y que no tenían confusión con los restos artificiales.


A lo largo de varias temporadas de cría, muchos pollos de albatros murieron y cuando abrieron sus estómagos, lo que encontraron fue desolador. Desde los pollos más pequeños hasta aquellos que ya estaban a punto de independizarse, sus vísceras estaban llenas de restos plásticos: mecheros, jeringuillas, tapones, etc.

Después de 10 años, la película ya está terminada y Chris Jordan y su colaborador, el fotógrafo Manuel Maqueda, la presentan hoy mismo en la sede de las Naciones Unidas, coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos. Y con el fin de que sea vista por el mayor número de personas han decidido colgarla libremente en a red para que pueda ser descargada y compartida por quien quiera. La película (con subtítulos en castellano) y la información sobre cómo se hizo la podéis encontrar en ESTE ENLACE.


lunes, 4 de junio de 2018

Estrategias defensivas en culebras inofensivas

Las serpientes son unos de los animales más temidos y odiados, a pesar de que la mayoría de las especies son completamente inofensivas y solo unas pocas pueden resultar peligrosas para el ser humano. Incluso en el caso de las serpientes venenosas, en España el número de accidentes graves es muy escaso, registrándose al año unos 130 casos de mordeduras, de los que menos del 1% resultan mortales. Por lo tanto, para un país con 46 millones de personas, este tipo de accidentes se puede considerar anecdótico.

Culebra de collar mediterránea

Entre las especies inofensivas, las más abundantes, al menos en la cornisa cantábrica, son las culebras del género Natrix, de las que podemos encontrar dos especies: la Culebra de collar mediterránea (Natrix astreptophora) y la culebra viperina (Natrix maura). El pasado sábado en compañía de mi amigo Gonzalo Gil, tuvimos la suerte de ver unos cuantos ejemplares de estas dos especies, que localizamos en una zona degradada en la orilla de un río del oriente de Asturias, donde entre restos de talas de madera, basura y gran abundancia de flora invasora parecían encontrarse a sus anchas.