martes, 30 de julio de 2019

Los embriones de las gaviotas alertan del peligro a sus hermanos desde dentro del huevo

Durante el desarrollo embrionario, los individuos que viven en ambientes que experimentan importantes fluctuaciones, deben adaptarse a las condiciones que se encontrarán en el futuro si quieren tener opciones de sobrevivir. Durante los últimos días antes del nacimiento, los embriones de algunas especies son capaces de percibir las señales de alarma del medio que les rodea y actuar, dentro de la medida de sus posibilidades, para defenderse. 

Pareja de Gaviota patiamarilla emitiendo vocalizaciones desde el nido

Muchas especies de anfibios pueden detectar sustancias químicas en el agua que informan sobre la presencia de depredadores, como sanguijuelas o larvas de libélula, y adelantar o retrasar el nacimiento para evitarlos (Ireland et al., 2007, Touchon et al, 2006). Asimismo, los polluelos de las aves pueden reconocer las llamadas de alarma de sus padres, o de otros miembros de su colonia, cuando un depredador se acerca al nido y retrasar el momento de la eclosión, e incluso pueden modificar su comportamiento después del nacimiento, haciéndose más recelosos y respondiendo más rápido ante la presencia de un peligro.

Pollo recién eclosionado de Gaviota patiamarilla en un nido con tres huevos

Lo que se desconocía hasta ahora es que los pollos que aún se encuentran dentro del huevo no solo son capaces de recibir esa información desde el exterior, sino que pueden transferirla a sus hermanos no nacidos para avisarles de la presencia del peligro. 

lunes, 29 de julio de 2019

«Nunca discutas con un idiota, te hará descender a su nivel y allí te vencerá por experiencia»

La imagen que podéis ver a continuación, tomada ayer mismo a las 23:30h es un truño, pero en ella se pueden apreciar los 4 satélites que Galileo descubrió el 7 de enero de 1610 usando un rudimentario telescopio construido por él mismo. 


Gracias a estas imágenes, y observando cómo al pasar los días los puntitos luminosos cambiaban de posición*, Galileo llegó a la conclusión de que esos puntos no eran estrellas, sino cuerpos planetarios que orbitaban alrededor de Júpiter. Este hecho confirmaba que Copérnico estaba en lo cierto cuando en su obra póstuma "De revolutionibus orbium coelestium", publicada en 1543, formuló la la teoría heliocéntrica del Sistema Solar, según la cual el Sol, y no la Tierra, se encontraba en el centro del universo conocido y que por lo tanto no todos los objetos celestes giraban alrededor de la Tierra. Los descubrimientos de Galileo, por lo tanto, contradecían las teorías geocéntricas aristotélicas, que eran las aceptadas por la Iglesia en ese momento.


Defender sus teorías le costó a Galileo pasar sus últimos años de vida en arresto domiciliario, primero en su casa de Florencia y luego en su casa de San Giorgio, donde permaneció hasta su muerte, rodeando de sus discípulos y trabajando hasta el último día.

Casi 20 siglos antes de que Galileo descubriera los satélites de Júpiter, Erastótenes, un matemático griego nacido en Cirene, en la actual Libia, usando un bastón de madera, sus ojos y su intelecto, dedujo que la Tierra era esférica y calculó su diámetro con una precisión asombrosa, además de calcular la distancia entre la Tierra y el Sol y entre la Tierra y la Luna con sorprendente exactitud.


Han pasado 409 años desde el descubrimiento de Galileo y 2200 desde la muerte de Erastótenes, y actualmente, cuando nos asomamos a la era de la computación cuántica, capaz de resolver millones de cálculos matemáticos en una fracción de segundo, una nueva hornada de estafadores, seguidos por una horda de millones de analfabetos funcionales, y aupados por la ola de buenismo imperante que nos dice que todas las opiniones son respetables, afirman que la Tierra es plana y que todo lo que Erastótenes, Galileo, Copérnico o Newton habían demostrado, no son más que falacias promovidas por la NASA. Para tratar de convencernos, en vez de un bastón, un telescopio y su intelecto, usan YouTube y unos argumentos que en boca de un niño de 5 años podrían resultar simpáticos, pero que en boca de unos seres humanos adultos y que levantan más de tres palmos del suelo, solo podrían explicarse por una falta de riego o por una carencia crónica de vitamina B12, cuyo papel en la formación de la mielina que recubre el axón de las neuronas ha quedado más que demostrado.

Frente a esta ola de defensores de la Tierra plana, que cuentan entre sus filas con importantes embajadores entre deportistas de élite, presidentes de clubes de fútbol y tertulianos del corazón, solo me viene a la mente una frase de Mark Twain:

«Nunca discutas con un idiota, te hará descender a su nivel y allí te vencerá por experiencia»

*Actualmente podemos como varía la posición de los satélites galileanos gracias a ESTE ENLACE

miércoles, 24 de julio de 2019

Zifios en el Cantábrico. Zifio de Sowerby

Entre todas las especies de cetáceos que habitan en nuestros mares, los zifios son el grupo más desconocido. De hecho, hay algunas especies que solo se conocen por un par de registros de animales varados en las playas. Actualmente se reconocen 22 especies dentro de la familia Ziphiidae, lo que la convierte en la segunda familia más diversa dentro de los cetáceos después de la familia Delphinidae.


Los zifios son cetáceos de tamaño medio, con una longitud que oscila entre los 4 y los 12 metros de longitud, según la especie y que se caracterizan por la presencia de un hocico alargado que en el caso de los machos cuenta con dos dientes que usan en sus peleas por las hembras.

Macho de Zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) con el dorso cubierto de cicatrices

lunes, 8 de julio de 2019

La increíble migración de la mariposa cardera

Hace unos días fuimos testigos de un fenómeno, que aunque no es extraordinario, si fue inusual por su magnitud. A finales del mes de junio y principios de julio, miles de mariposas carderas (Vanessa cardui) han aparecido por toda la cornisa cantábrica, siendo especialmente numerosas en la franja costera, aunque también se han detectado importantes concentraciones en áreas de montaña.


Normalmente asociamos el fenómeno de la migración a las aves y en menor medida a los mamíferos. Sabemos que muchas especies, como vencejos, golondrinas, milanos negros o cigüeñas, llegan en primavera para reproducirse y a finales de verano cruzan de nuevo el estrecho de Gibraltar para pasar el invierno en África. Otras especies crían en el norte de Europa y eligen la Península ibérica para pasar el invierno o para repostar y continuar su viaje hacia el sur. 

Las migraciones de los insectos, por el contrario, son mucho menos conocidas aunque si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos las protagonizan animales que pesan menos de medio gramo que pueden llegar a viajar miles de kilómetros, cruzando mares y desiertos, nos daremos cuenta de lo espectaculares que son.

Pantala flavescens. Imagen: Alex Lamoreaux

Entre todos los insectos, el récord lo tiene la libélula Pantala flavescens, que con solo 4 cm de longitud realiza la migración más larga conocida entre los insectos, ya que puede recorrer hasta 7000 km en una migración que la lleva desde África hasta la India, atravesando el Océano Índico en el trayecto. Pero por si esto fuera poco, se un reciente estudio ha confirmado que todas las poblaciones de Pantala flavescens, una especie casi cosmopolita que puede encontrarse en América, África y Asia, tienen un perfil genético similar, lo que sólo podría explicarse si todas las poblaciones se estuvieran mezclando entre sí gracias a estos viajes a larga distancia.