lunes, 28 de junio de 2010

Sexo, grillos y cintas de video

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Pareja de grillos marcados. Foto: Rolando Rodríguez-Muñoz

Una de las predicciones fundamentales de la selección sexual es la que afirma que los machos deberían tener una variación en su éxito reproductor a lo largo de su vida mucho mayor que la que tienen las hembras. Esto quiere decir que  habrá machos que tendrán muchos descendientes mientras que otros apenas los tendrán, mientras que en el caso de las hembras esas variaciones serán mucho menores. Estas predicciones se basan sobre todo en los estudios realizados con unos pocos grupos de vertebrados y en muchas ocasiones en condiciones de cautividad, en las que muchos de los aspectos que afectan a la historia de la vida de los organismos, como la depredación o la mortalidad por causas meteorológicas, no son tenidos en cuenta.

Rolando Rodríguez Muñoz, investigador de la Universidad de Exeter, y sus colaboradores han realizando un experimento sin precedentes en el que han seguido una población salvaje de Grillo campestre (Gryllus campestris) durante dos generaciones con el fin de comprobar si esas predicciones eran ciertas. Para ello han marcado con etiquetas individuales todos los grillos de una población (N= 152) localizada en un prado asturiano y los han observado día y noche mediante el empleo de cámaras de vídeo, que finalmente han dado como resultado 250.000 horas de grabación. Asimismo, a todos los animales se les tomó una muestra de tejido para realizar análisis genéticos y de esta forma poder determinar inequívocamente el parentesco entre padres e hijos. Los resultados de este experimento han sido publicados recientemente en la prestigiosa revista Science.


Como se hizo

Gracias a este diseño experimental, los investigadores fueron capaces de examinar directamente tanto el número de apareamientos de cada individuo (y la pareja con las que las realizaba) como el número de descendientes que cada uno de esos individuos dejaba a la siguiente generación. 

Número de descendientes adultos por cada individuo para las hembras (A) y los machos (B). Science 328: 1269-1272.

Los resultados demostraron que no había diferencias significativas en la variación en el número de apareamientos por individuo entre sexos, pero había una variación significativamente mayor en el número de descendientes producidos por los machos. De todas formas se observaba que los patrones entre sexos eran muy similares y que además había un gran número de hembras que no dejaban ningún descendiente a la siguiente generación, un resultado que no era el que predecía la teoría.

Otro de los resultados obtenidos por el grupo de investigación fue el de que ambos sexos se beneficiaban de los apareamientos múltiples. En el caso de los machos resulta evidente que cuanto mayor sea el número de parejas con las que se apareen, más descendientes tendrán, pero en el caso de las hembras las cosas no son tan sencillas. Aunque a las hembras de grillo les bastaría con un sólo apareamiento para que todos sus huevos quedaran fecundados, lo cierto es que se aparean con varios machos a lo largo de toda la estación de cría. Cuando estudiaron mediante análisis genéticos la descendencia de los grillos observaron que las hembras que se habían apareado con más machos tuvieron un mayor número de descendientes, por lo que parece que la promiscuidad también resultaba beneficiosa para ellas.



Pero las investigaciones del grupo del Dr. Rodriguez-Muñoz aun tienen que dar lugar a una gran cantidad de interesantes resultados una vez que hayan sido procesados todos los datos acumulados a lo largo de estos años. Conocer el destino de todos y cada uno de los individuos de una población: sus parejas, cuándo y como murieron, el tiempo que dedican a alimentarse, a cantar o a aparearse es algo casi imposible de conseguir en condiciones naturales y ellos lo han conseguido.

Referencias

Rodríguez-Muñoz R, Bretman A, Slate J, Walling CA, & Tregenza T (2010). Natural and sexual selection in a wild insect population. Science (New York, N.Y.), 328 (5983), 1269-72 PMID: 20522773

viernes, 25 de junio de 2010

¿Qué pasará cuando no estén?


El lunes pasado, mientras estaba de trabajo de campo por la zona de Ubiña, al llegar a Candioches vi un buen grupo de buitres leonados (Gyps fulvus) que volaba en círculo sobre la vega. Primero pensé que estaban aprovechando una corriente térmica para ascender pero al fijarme en las rocas de los alrededores observé que varios buitres más se encontraban posados por las laderas, algunos a menos de 100 metros de donde yo estaba. Todo apuntaba a que había alguna carroña cerca y que se estaban reuniendo para comenzar el banquete.


Al pasar una pequeña loma, en el fondo de una dolina encontré lo que los buitres estaban buscando, los cadáveres de dos xatinas que probablemente habrían muerto ahogadas tras las lluvias de la semana pasada que inundaron gran parte de la vega. Junto a ellas había varias plumas que delataban a algún valiente que ya había bajado a inspeccionar el terreno.




Mientras miraba con los prismáticos a los buitres que estaban posados, uno que no había visto salió volando a menos de cinco metros de mi, se encontraba detrás de una roca y probablemente fuera el valiente de la pluma o quizas el más hambriento de todos. Es en esos momentos cuando te das cuenta de lo grandes que son, con sus 2 metros y medio de envergadura parece imposible que sean capaces de levantarse en el arie.


Además de los buitres, un alimoche (Neophron percnopterus) y un milano negro (Milvus migrans) volaban sobre los dos cadáveres esperando a bajar a por su ración. Los buitres son muy desconfiados y no se suelen acercar a los cadáveres hasta que se encuentran completamente seguros de que no hay peligro. En este caso el peligro era yo y en vista de que no tenía donde esconderme y de que ellos no iban a acercarse hasta que yo me fuera me marché de allí para dejarlos tranquilos.


Curiosamente, al llegar a la casa de Mieres, que se encuentra muy próxima a Candioches, volví a ver otro grupo de buitres volando sobre la campera. Pensé que se trataba de algunos rezagados que se dirigían hacia la vega de arriba, pero cuando me fijé con mas detenimiento pude ver que había unos cuantos posados o caminando pesadamente a escasa distancia de la pista. Al acercarme con el coche encontré los restos de una vaca muerta, pero esta vez sólo quedaban los huesos y la piel, mientras tanto, a una distancia prudencial, unos 30 buitres y 3 milanos negros, con las cabezas aun manchadas de sangre descansaban tranquilamente tras haber llenado sus estómagos con varios kilos de carne.



Seguramente estas escenas se repetirán estos días en gran parte de los montes cantábricos, donde muchos animales domésticos y salvajes habrán muerto debido a las inclemencias meteorológicas. ¿Qué pasaría si no estuvieran allí los buitres para deshacerse de los cadáveres? Pues lo más seguro es que acabarían pudriéndose en el campo, dando lugar a infecciones y propagando enfermedades a través del aire y los acuíferos.

Esta labor impagable que realizan los buitres y otras aves carroñeras es recompensada en muchas ocasiones con veneno y con plomo, en una muestra más de la ignorancia y la estupidez humana. Por mucho que nos pese y por mucho que haya cambiado la sociedad aun quedan suficientes escopeteros y envenenadores para terminar con nuestros buitres, ¿qué haremos entonces?.

martes, 22 de junio de 2010

Casas de barro

Aviones comunes recolectando barro húmedo en un charco

La gran mayoría de las especies de aves contruyen nidos para albergar sus huevos y pollos. Pero la variedad de estas construcciones así como de los materiales empleados en ellas es enorme. Hay especies que construyen nidos muy endebles que no suelen aguantar hasta el final de la estación, mientras que otras construyen nidos fuertes y resistentes que duran muchos años y que pueden ser usados estación tras estación con unas mínimas reparaciones.

Entre las especies que construyen nidos más resistentes se encuentran los hirundínidos, como los aviones y las golondrinas. Sus nidos son copas más o menos cerradas que fabrican con barro, en ocasiones mezclándolo con hierbas y saliva para dar más resistencia a la estructura.


Al poco de llegar de sus lugares de invernada, estas aves buscan lugares apropiados, como charcos o riberas de ríos, donde recogen bolitas de barro que transportan pacientemente para construir sus nidos. Cuando el calor aprieta, en algunos sitios se pueden concentrar grandes grupos de pájaros que van y vienen continuamente desde el charco hasta los nidos, que pueden tener completamente terminados en pocos días.

Nido de avión común

El nido de los aviones comunes (Delichon urbicum) es cerrado, dejando una pequeña abertura para permitir el acceso de los adultos. Estas aves frecuentemente aprovechan las construcciones humanas y apoyan sus nidos en una o varias paredes y utilizan los aleros como techo.

Nido de golondrina común

Las golondrinas comunes (Hirundo rustica) también suelen asociarse a las construcciones humanas, y en muchas ocasiones llegan a construir sus nidos dentro de casas y cuadras. Al contrario que en el caso de los aviones, las golondrinas construyen nidos abiertos, en algunos casos tan pequeños que sólo tienen una pequeña copa donde poner los huevos. Este tipo de construcción es más vulnerable que la de los aviones y puede ser más accesible a los depredadores.

Nido de golondirna daúrica

El nido de las Golondrinas daúricas (Hirundo daurica) es el más elaborado de todos los hirundínidos ibéricos. Esta especie es menos colonial y está menos ligada a las construcciones humanas que las dos especies anteriores. Suelen ubicar sus nidos en cuevas, en algunas ocasiones a varios metros de la entrada, y se caracterizan por tener un tunel de entrada que dificulta aun más el acceso de los depredadores. En algunas ocasiones, cuando uno de las entradas se rompe, en la siguiente estación los propietarios tapian la entrada antigua y construyen una nueva.

viernes, 18 de junio de 2010

Salvados por los pelos

Las intensas precipitaciones de los últimos días han dejado gran parte de Asturies completamente anegada. Los  ríos se han desbordado, han inundado las vegas y se han llevado por delante islas, taludes y gran parte de la vegetación de las riberas.

Aspecto del Ríu Nalón poco antes de unirse al Caudal

En estas fechas una gran cantidad de aves acuáticas y ribereñas se encontraban en plena reproducción, algunas incubando y la mayoría de ellas alimentando a los pollos. Además de las aves estrictamente acuáticas como fochas y zampullines, una de las especies de aves que ha sufrido gravemente las crecidas de los ríos ha sido el avión zapador (Riparia riparia). Esta especie ubica muchas de sus colonias en los taludes de los ríos donde les es más fácil escavar los túneles para construir sus nidos. Según los datos de algunos socios de la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies, las riadas han destruido completamente varias colonias situdas en los ríos Sella, Nalón y Caudal, y probablemente otras muchas en otros ríos de Asturies.


Pero además de taludes, algunos aviones zapadores aprovechan los tubos de desagüe de los muros de contención de los ríos canalizados para nidificar. Allí encuentran un tunel medio construido y sólo tienen que profundizar un poco para finalizar la cámara del nido.


Desde hace un par de años, hemos observado una pequeña colonia nidificante de esta especie en un muro de contención en el Ríu Nalón, a la altura de la localidad de Sotorei, en la cola del embalse de la Barquera. Entre 10 y 15 parejas como mínimo han ocupado algunos tubos de desagüe para nidificar y ayer me acerqué para comprobar si el agua los había inundado.


Cuando llegue pude ver como el agua había subido varios metros sobre el nivel normal, bajaba completamente marrón y arrastraba una gran cantidad de troncos, ramas e incluso árboles enteros. Al acercarme a la colonia observé como un grupo de zapadores volaba sobre el cauce del río y al fijarme en los muros pude comprobar como al menos 10 nidos se habán salvado, ya que los adultos entraban frecuentemente a cebar a los pollos.

Tubos donde nidifican los zapadores. En el tubo de arriba se ubica el nido de la foto anterior

Como se puede observar en la foto anterior, algunos de los tubos se encuentran muy cerca de la superficie del agua, y teniendo en cuenta que lleva casi dos días sin llover y que el nivel del agua ya ha bajado respecto a los días anteriores, podemos decir que sin duda esos nidos se han salvado por los pelos. Desgraciadamente las parejas que hicieron sus nidos en los tubos mas bajos no corrieron la misma suerte.

martes, 15 de junio de 2010

Zampullines e inundaciones


El embalse de la Barquera, en Soto de Ribera, concentra la mayor población reproductora de Zampullin chico (Tachybaptus ruficollis) de Asturies, con cerca de 20 parejas reproductoras. Esta especie construye sus nidos flotantes entre la vegetación acuática, anclandolos a los juncos y carrizos de las orillas, por lo que son muy sensibles a las subidas bruscas del nivel del agua.




En las aguas de este embalse los zampullines encuentran gran cantidad de pequeños peces, y en ocasiones algunos no tan pequeños en relación con su tamaño por lo que tienen que dedicar un tiempo extra para colocarlos a favor de escama y poder tragarlos.

Pollo recien nacido en el nido

Hace unas pocas semanas pude ver como en uno de los nidos que esta especie tiene en el embalse habían nacido dos pollos que debido a su pequeño tamaño aun se encontraban encima de la plataforma. Desgraciadamente las lluvias de hace tres semanas y la consiguiente crecida arruinó la cría al arrastrar el nido y los pollos que probablemente no pudieran resistir la fuerza de la corriente.

Zampullín incubando una puesta de reposición

A los pocos días los adultos comenzaron a construir un nuevo nido y en menos de 10 días ya se encontraban incubando una puesta de reposición. Pero hay veces en que todo se tuerce y desde hace una semana llueve sin tregua en Asturies, dejando en algunos lugares del centro y el sur más de 100 litros por metro cuadrado en 24 horas. Estas intensas lluvias hicieron que el nivel del agua subiera rápidamente llevándose de nuevo este nido de los zampullines y otros muchos que se encontraban en el mismo embalse. La riada arrasó los nidos de otras especies como fochas, gallinetas y azulones y me imagino que muchos nidos de pequeños paseriformes que los habían construido en las márgenes.

Por otra parte, cuando las condiciones meteorológicas son adversas, los adultos tienen mucho más difícil encontrar alimento por lo que tienen que dejar a los pollos solos en el nido mientras duplican sus esfuerzos para conseguir comida. Esto ocasiona la muerte de muchos pollos por inanición y por frío, ya que los adultos no pueden protegerlos de la lluvia.

domingo, 13 de junio de 2010

El raposu

Los raposos (Vulpes vulpes) son junto a los lobos (Canis lupus) las dos únicas especies de cánidos salvajes que viven en la Península Ibérica. Normalmente tienen hábitos crepusculares y no suelen mostrarse a plena luz del día y basta con que nos vean o nos huelan para que salgan corriendo en dirección opuesta como alma que lleva el diablo. Y hacen bien, no se pueden fiar de nosotros porque al igual que ocurre con los lobos, los hemos perseguido desde siempre y considerado alimañas porque en su dieta incluyen a muchos de los animales que los humanos criamos para nuestro consumo.


Mientras que los lobos son cazadores sociales que prefieren presas de gran tamaño, los raposos son cazadores solitarios que cazan presas pequeñas. Siempre se asociaron a la astucia y la picardía, quizas por su habilidad para colarse de noche en corripas y gallineros y llevarse una gallina entre los dientes sin que nadie se diera cuenta hasta la mañana siguiente.


Lo que no podemos negar es que se trata de un animal precioso, y pocas veces nos podemos encontrar con uno cara a cara, como me ocurrió hace unas semanas en Monfragüe, y poder cruzar la mirada con él y mirarle al fondo de sus ojos mientras él miraba el fondo de los míos.




Mientras escribía estas líneas recordé una entrada de hace tiempo en el estupendo blog de Bernardo Busto. En ella contaba como un raposu había aprovechado un descuido suyo para matarle unas pitas pintas que tenía en su casa por el puro placer de verlas. Me costó encontrar esa entrada, pero al final apareció y os recomiendo que la leáis porque quizas si todos pensáramos como él las cosas serían muy distintas. Casualmente la entrada se titulaba exactamente igual que la que hace poco tiempo puse en este blog sobre la la serpiente y las golondrinas: una historia de buenos y malos, una de tantas.

viernes, 11 de junio de 2010

La otra cara de las mascotas

Las especies exóticas invasoras son, después de la destrucción del hábitat, la segunda amenaza más importante para la biodiversidad, y son las causantes de la extinción de una gran cantidad de especies. La llegada de nuevas especies produce importantes alteraciones en el ecosistema, ya que compiten con las especies nativas y además pueden transportar patógenos que pueden resultar letales para las especies locales.

En algunos casos, la llegada de esas especies exóticas puede ser accidental, ya que son transportadas pasivamente por barcos o camiones, pero en muchos casos esas especies exóticas son mascotas que se escapan accidentalmente o son liberadas por sus dueños cuando se cansan de ellas.

Falsa coral (Lampropeltis triangulum hondurensis) atropellada en Uvieo

Hace unos días, en el Monte Naranco, muy cerca del centro de Uvieo, Antonio García encontró en medio de la carretera una serpiente atropellada. A simple vista ya se veía que no se trataba de una especie autóctona, parecía una serpiente coral o alguna especie similar. David Pascual preguntó a varios expertos y le confirmarón que se trataba de Serpiente coral ratonera (Lampropeltis triangulum hondurensis), una especie muy cotizada en el mercado de la terrarofilia. Todo parece indicar que se escapó de su terrario o que el propietario se cansó de ella y decidió soltarla. 

Culebra Real de California, variedad albina (Lampropeltis getulus)


En el caso de esta especie, es prácticamente imposible que llegue a sobrevivir tan sólo unos días soportando nuestro clima, ya que se trata de una serpiente cuya temperatura corporal no puede bajar de los 15ºC, pero otras serpientes parecidas han llegado a sobrevivir en climas similares al de su lugar de origen y han dado lugar a auténticas plagas, como ha ocurrido en Gran Canaria con la Culebra Real de California (Lampropeltis getulus). Hace unos años varios culebras albinas fueron adquiridos en tiendas de mascotas y poco tiempo después fueron liberados por sus dueños cuando se aburrieron de ellas. Pero en este caso, las serpientes se han aclimatado perfectamente, han comenzado a reproducirse a una velocidad pasmosa y se han convertido en una amenaza real para la rica herpetofauna autóctona de la isla.


Tortuga de Florida de orejas rojas (Trachemys scripta elegans)

Pero si hay un caso que todos conocemos es el de las Tortugas de Florida, las famosas tortuguitas que se venden en las tiendas de animales con una pequeña pecera de plástico y una palmerita. La mayoría de esas tortuguitas morirán en pocas semanas por falta de cuidados adecuados. Las que sobrevivan crecerán rápidamente y se convertiran en tortugas grandes que comeran sin parar y que necesitaran que se les cambie el agua frecuentemente. La conclusión es que los niños a los que se las regalaron se aburrirán de ellas y los padres cansados de cambiarles el agua y de los olores que desprenden, en una reacción bienintencionada pero completamente errónea acabarán soltándolas en cualquier charca o zona húmeda. Pero en este caso, muchas de estas tortugas lograrán sobrevivir y adaptarse a su nuevo hábitat y llegarán a reproducirse, causando gravísimos problemas, sobre todo a otras especies de galápagos autóctonos, como el Galápago leproso, pero también a anfibios, peces e invertebrados, ya que son muy voraces.

 Tortuga de Florida de orejas amarillas (Trachemys scripta scripta) en el Embalse de la Barquera

La lista de especies de mascotas que han sido liberadas y se han llegado a aclimatar crece año tras año en nuestro país. Actualmente ya se han asentado importantes colonias de aves como las cotorras argentinas y las cotorras de kramer, o incluso mamíferos como mapaches, que ya están provocando importantes problemas en los alrededores de Madrid, por no hablar de los numerosos gatos y perros asilvestrados que consumen cada año millones de animales salvajes.

La única solución a este grave problema debería pasar por un cambio de actitud por parte de los propietarios de esas mascotas y también por un endurecimiento de la legistación sobre importación de especies exóticas, e incluso por la prohibición del comercio y la tenencia de especies potencialmente peligrosas.

Referencias

GUREVITCH, J., & PADILLA, D. (2004). Are invasive species a major cause of extinctions? Trends in Ecology & Evolution, 19 (9), 470-474 DOI: 10.1016/j.tree.2004.07.005

miércoles, 9 de junio de 2010

Buitres negros en Asturies, veneno y aerogeneradores

Buitre negro y Buitre leonado en la Sierra de Panondres (Navia)

El Buitre negro (Aegypius monachus) es una especie de ave carroñera que aunque no se reproduce en Asturies se está observando en nuestra provincia con cada vez más frecuencia en los últimos años. La mayoría de las observaciones corresponden a individuos jóvenes que se encuentran en dispersión postgenerativa. El 17 de mayo de este año un ejemplar joven (ver foto) fue observado por Nacho Pérez junto a varios buitres leonados (Gyps fulvus) y Alimoches (Nephron percnopterus) en la sierra de Panondres, entre los concejos de Navia, Valdés y Villayón. Durante el último mes varios miembros de la Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies también han aportado varias citas de esta especie: un ejemplar en Ribesella (Adrian Vigil), otro en la Foz de Morcín (Luis Aurelio Álvarez Usategui) y otro en Cuideiru (Pablo Antonio Álvarez Valdés), aunque no se puede descartar que se tratara del mismo ejemplar, ya todas las observaciones se realizaron en fechas muy próximas. Además tenemos constancia de una observación de dos ejemplares hace un par de días en Villayón (Xurde Gayol).

 Buitre negro en Villayón hace un par de días

Este aumento del número de citas se corresponde con el aumento de la población reproductora en sus áreas de cría tradicionales, sobre todo en Extremadura. En el último censo realizado en 2006, se contaron 1845 parejas reproductoras en la Península Ibérica, aunque se cree que esta cifra podría ascender a 2440 parejas ya que en algunas zonas no se realizaron las visitas en la época adecuada por lo que muchas parejas controladas en años anteriores no se detectaron.



Tal como se observa en el mapa de distribución de la especie, la población ibérica de Buitre negro se encuentra completamente aislada del grueso de la población, que se situa en Asia, por lo que nuestra población se puede considerar como una unidad de conservación independiente.

Entre los factores de amenaza de esta especie y de otras aves carroñeras destaca el veneno, cuya presencia en los montes ha resurgido con fuerza en los últimos años. Es de destacar que muchos casos de envenenamiento en Asturies son silenciados por la administración, en un intento vano por seguir con la patraña del paraíso natural, como si aquí no ocurriera nada. De hecho se demuestra una vez más el absurdo de algunos proyectos avalados por el Principado, como el de reintroducción del Quebrantahuesos en los Picos de Europa, una especie que muy probablemente se haya extinguido por culpa de veneno y que se pretende soltar de nuevo sin haber solucionado el problema que causó su desaparición. Es de destacar que este proyecto ha sido rechazado por un comité científico formado por varios expertos de diversas instituciones (CSIC, Universidad de Oviedo, Universidad de Vigo, Universidad de Valencia, etc) debido a las serias dudas acerca de la viabilidad del mismo.


Parque eólico en una sierra del concejo de Cuideiru

Pero uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las aves rapaces planeadoras, entre ellas los buitres, son las colisiones con las aspas de los aerogeneradores que poco a poco están invadiendo todas las sierras de Asturies. Estos parques causan la muerte de cientos de buitres todos los años y teniendo en cuenta las previsiones futuras, según las cuales se pretenden instalar hasta 800 molinos en la mayoría de las sierras de la región, el panorama parece cada vez mas desolador. Tal como me comentaba Nacho Pérez, en el lugar donde se vio el buitre negro es frecuente ver grandes grupos de buitres leonados y también varios alimoches, y esa es una zona en la que está previsto instalar varios parques eólicos, así que nos podemos imaginar lo que les espera en los próximos años.

Tal como parece, a los buitres les espera un futuro muy negro.

lunes, 7 de junio de 2010

Nevadas tardías y mortalidad de anfibios

Unas de las consecuencias del cambio climático es el aumento de la frecuencia de eventos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales o tornados, o de fenómenos meteorológicos no previsibles y que ocurren en épocas que no son las habituales, como por ejemplo intensas nevadas tardías.

Este tipo de fenómenos meteorológicos pueden causar mortalidades catastróficas en algunos animales, que podrían tener importantes consecuencias a nivel poblacional si ocurren en poblaciones aisladas y con un tamaño efectivo de población no muy grande.

Ranas bermejas (Rana temporaria) muertas en Llaguseco

El pasado 1 de junio subimos a la charca de Llaguseco, situada bajo el Porru Bolu, como llevamos haciendo desde hace algunos años para estudiar la población de Rana temporaria que allí se reproduce. El año pasado a estas alturas la cantidad de nieve era muy grande y la charca se encontraba completamente tapada, pero este año las nevadas han sido menos intensas y se ha descubierto hace tiempo. En una anterior visita realizada el día 27 de abril ya se intuía parte del perímetro de la charca aunque todavía había hielo cubriéndola, por lo que decidimos volver una semana después. Pero unos días más tarde se registraron unas intensas nevadas, incluso a una altura de 800 msnm, y un descenso de más de 15ºC respecto a la semana anterior, por lo que nos vimos obligados a retrasar esa segunda visita.

Nos temimos lo peor y nuestras sospechas se vieron confirmadas cuando subimos de nuevo el 1 de junio y observamos que en el fondo de la charca había 61 ranas muertas. Con toda seguridad murieron aplastadas por la nieve que las sorprendió in fraganti cuando estaban en plena reproducción.

Al observar la primera fotografía se aprecia que en la parte superior izquierda hay algunas clusters de huevos que están aplastados, lo que indica que fueron puestas antes de la nevada. Sin embargo se puede ver como también hay otras puestas que tienen un aspecto redondeado normal, e incluso pudimos observar algunas puestas muy recientes. Esto indica que uno o dos días después de la primera visita se descubrió la charca y se produjo la primera entrada de machos y unos pocos amplexus con las consiguientes puestas. Al poco cayó la gran nevada que sorprendió a los individuos causándoles la muerte y pocos días después, esa nieve se volvió a fundir produciéndose una nueva entrada de machos y nuevas puestas.

Macho muerto en la orilla de la charca

De todos los individuos muertos recogimos una muestra de 38 cadáveres que trasladamos al laboratorio para analizarlos próximamente. Un hecho curioso es que de esos 38 ejemplares, sólo 2 eran hembras (5,26%). A pesar de que el sex-ratio en la Rana temporaria es de 1:1 en el momento del nacimiento y nada hace sospechar una mayor mortalidad posterior de un sexo u otro, lo cierto es que en las charcas de reproducción el sexo de los ejemplares siempre está sesgado con mucho hacia los machos. Esto se debe a que las hembras sólo permanecen en las charcas el tiempo necesario para realizar las puestas y luego las abandonan. Por el contrario, los machos se quedan esperando en las zonas de reproducción a la llegada de nuevas hembras. Es un sistema de tipo lek, como el que ocurre en aves como los urogallos o los gallos lira o en algunos mamíferos ungulados.

Este tipo de comportamiento que implica la agregación de los machos en las charcas, ha sido el responsable de esta mortalidad tan sesgada, ya que las hembras se encontrarían escondidas bajo piedras o dentro de las madrigueras de los topillos donde habrían salvado la vida. El impacto de esta mortalidad de machos en una población pequeña y completamente aislada como la de Llaguseco lo desconocemos y puede ser un interesante tema de estudio para los próximos años.

NOTA: este proyecto esta financiado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (REF: MMAMRM-08-38/2008)

Referencias

Corn P.S. (2005). Climate change and amphibians Animal Biodiversity and Conservation, 28 (1), 59-67

sábado, 5 de junio de 2010

Dia mundial del medio ambiente


(hacer click para ampliar)

En Asturies no tenemos mucho que celebrar este día. La lista de atentados ecológicos, muchos de ellos apoyados y financiados por la Administración pública es tan larga, que en este cartel realizado por la Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente ULEX, sólo se han podido plasmar unos pocos. Esta asociación está realizando una labor impagable luchando por la conservación de nuestra naturaleza en el único escenario válido para muchos de nuestros gestores: los tribunales de justicia.
Laura y Alfredo, muchas gracias por todo.

Los que vivimos aquí ya lo sabemos, pero sobre todo a los que estáis fuera y os bombardean con historias de osos, frondosos bosques y playas esplendorosas, no os dejeis engañar:

ASTURIES NO ES UN PARAÍSO NATURAL


miércoles, 2 de junio de 2010

Una temporada más y siguen los problemas de siempre


El pasado viernes hicimos la última visita de la temporada a las colonias de Cormorán moñudo (Phalacrocorax arsitotelis) para anillar los pollos y coger muestras. Y con éste ya son 13 años los que llevamos trabajando con los moñudos en este rincón de Asturias, muy cerca de la frontera con Galicia.




Una de las observaciones curiosas de este año ha sido la confirmación de que en una puesta de 6 huevos, producto del parasitismo de otra hembra, puede producirse la eclosión de al menos algún pollo. En un post que publiqué hace un mes en el que explicaba el tema del parasitismo de los nidos por parte de hembras de su misma especie, comentaba que en el cormorán moñudo no se había registrado ningún caso de puestas de 6 huevos en las que se hubiera producido la eclosión de algún pollo, lo que hacía dudar seriamente de la efectividad de esa estrategia reproductiva. Pues este año pudimos comprobar que no siempre ocurre eso, lo que es una nueva demostración de que las verdades absolutas suelen ser muy raras en la Naturaleza. El 9 de abril encontramos una puesta de 6 huevos debajo de unas malvas en la colonia de As Pantorgas y la dimos por perdida. Nuestra sorpresa fue que cuando realizamos una nueva visita 20 días después observamos que habían eclosionado dos pollos. Desgraciadamente, en la siguiente visita del 17 de mayo el nido apareció vació y sin restos de ningún pollo en las proximidades.


El año pasado confirmamos por primera vez la depredación de varios pollos por los visones americanos, unos pocas semanas después de que se hubieran encontrado varios adultos muertos en las colonias gallegas. Este año ha habido más suerte y no hemos detectado ningún caso de depredación, a pesar de que la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturies no hizo absolutamente nada por evitarlo después de haber sido avisada por nosotros mismos en varias ocasiones. Aun así el problema sigue presente y si no se toman medidas urgentes volverán a repetirse los casos de depredación, es cuestión de tiempo, y cuanto más tiempo pase más difícil será erradicarlos.

Tampoco se ha solucionado el problema de la mortalidad en aparejos de pesca. Esta temporada pudimos comprobar como la misma embarcación que llevamos controlando desde hace años seguía largando sus aparejos a escasos metros de la colonia de As Pantorgas, donde estos días muchos jóvenes están emancipándose y morirán ahogados en ellos. Como suele suceder habitualmente, al menos en Asturies, los planes de manejo son papel mojado si nadie se encarga de aplicar las medidas propuestas. En el plan de manejo del cormorán moñudo se dice literalmente que "se establecerán zonas de protección alrededor de las colonias" y que "se controlarán las actividades humanas que alteren las condiciones ecológicas en las áreas en las que exista población nidificante de cormorán moñudo". A pesar de que este documento ha sido aprobado en el año 2001 aun no se ha hecho absolutamente nada para llevarlo a cabo, ni se ha protegido el entorno de las colonias ni se han controlado las actividades humanas peligrosas.




Este año en la colonia de As Pantorgas, la más occidental de Asturies, y en la que desarrollamos el grueso de nuestro trabajo, hemos contado 27 nidos. Esta cifra parece indicar que se está produciendo una ligera recuperación después de cinco años de decenso continuado tras haber alcanzado el máximo de 35 nidos en 2005. Confiemos en que no sea un hecho puntual.



El éxito reproductor medio de la colonia ha sido de 1,67 pollos/pareja, que es un valor muy alto en comparación con otros años, y hemos logrado anillar 31 de ellos con anillas de PVC de lectura a distancia. Estos anillamientos nos proporcionarán una información muy útil sobre las tasas de supervivencia, los movimientos de dispersión y el reclutamiento. Toda esta información resulta de gran importancia a la hora de ejecutar un plan de gestión de la especie y es, junto a los censos regulares, necesaria para establecer zonas de protección efectivas.


Personalmente nosotros no podemos hacer nada más. Hemos informado a los responsables de la gestión de las especies protegidas de los casos de muertes accidentales, les hemos sugerido qué medidas correctoras se podrían llevar a cabo con un esfuerzo y un coste mínimo, hemos publicado esos datos, hemos participado en congresos, hemos dado charlas y conferencias en todo tipo de foros, desde institutos a charlas dirigidas a un público más amplio, y nos hemos ofrecido a colaborar altruistamente con la consejería como llevamos haciendo durante más de una década.

Aun no sabemos a que esperan para actuar de una vez, quizás a que ocurra lo mismo que con el urogallo, que después de años de recesión se enfrenta a una extinción más que segura. Si no se hace algo ya, el cormorán moñudo seguirá sus mismos pasos, es sólo cuestión de tiempo.