viernes, 3 de abril de 2009

El pollo del buitre


En el nido situado en un cortado calizo del valle del Trubia, cerca de Proaza, hace unos días que ha nacido el pequeño pollo de Buitre leonado (Gyps fulvus). A principios de año se produjo la puesta de un sólo huevo que fue incubado durante 55 días por sus padres, en medio de fuertes temporales de frío y nieve. Aun tendrán que pasar varios meses hasta que tenga el suficiente tamaño para valerse por si mismo. Durante este tiempo será alimentado con carroña semidigerida que sus padres regurgitaran en el nido.


La población de Buitres leonados parece estar recuperándose después de unos años de descenso. La prohibición de dejar el ganado muerto en el monte como consecuencia de la enfermedad de las vacas locas, y sobre todo el repunte del veneno en nuestros montes, que ha acabado con la vida de gran cantidad de animales salvajes, han sido muy perjudiciales.

Durante los primeros meses de vida los pollos son especialmente sensibles, y pequeñas cantidades de veneno que los adultos serían capaces de resistir, pueden acabar con su vida, como ocurrió hace unos pocos años, en la zona del Trubia donde murieron la mayoría de los pollos en los nidos.


Esperemos que la Administración Regional deje de mirar hacia otro lado con este tema y tome las medidas oportunas para sancionar como se merecen estos delincuentes, que siembran el monte de veneno sin importarles quién se lo comerá.

Desgraciadamente es muy sencillo comprar raticidas y venenos en cualquier tienda sin ningún tipo de permiso. La solución debe pasar por controlar la venta de esos productos y por la aplicación de sanciones ejemplares para aquellos que se siguen pensando que el monte es su cortijo, sin importarles en absoluto la vida de los animales y plantas que habitan en el. También debería cesar el oscurantismo de la Administración hacia el tema del veneno, que sistemáticamente se dedica a ocultar estos casos que si no fuera por los investigadores y los grupos conservacionistas que han dado la voz de alarma, seguirían pasando desapercibidos.

1 comentario:

  1. Mucha razón tienes en lo que dices, como siempre.

    Aquí en el Alto Tajo hay grandes colonias de buitres leonados, los ves por todas partes, pero sí que les ha influido también el tema de que ya no se pueda tirar el ganado muerto.

    Nos comentó un forestal que no están aumentando tanto como parecía ser. Ni que tampoco se exportaban a otros países porque aquí ya abundaban como se había oido por ahi. Es más que nada una leyenda.

    Eso digo yo, que a ver cuándo muchos dejan de pensar que el monte es su cortijo.

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