martes, 12 de enero de 2016

Las aves blancas del norte

Desde hace mas de un mes podemos gozar en Asturias de dos especies de aves nada frecuentes por aquí, una pareja de Ánsares nivales (Anser caerulescens) y un Cisne cantor (Cygnus cygnus), encontrados por Manuel Quintana el 24 de noviembre y el 17 de diciembre respectivamente en el embalse de San Andrés (Xixón, Asturies). 




Los cisnes cantores, aunque raros, suelen presentarse todos los años. Esta especie se reproduce en Islandia, en el norte de Europa y en Asia y en otoño emigran hacia el sureste de Europa, llegando hasta el Mediterráneo. Algunos de estos cisnes se pueden desviar de su ruta y aparecen en la Península ibérica.


En el invierno de 2002-2003, un grupo formado por 4 adultos y tres jóvenes permaneció hasta la primavera en la Ría de la Villa. Fue un buen invierno para esta especie, ya que varios ejemplares más fueron localizados en varios humedales del norte de la península.

El Ánsar  nival es una especie mucho más rara que el Cisne cantor y los registros de esta especie son mucho más escasos en la Península ibérica. Se trata de una especie que se reproduce en el ártico canadiense y que pasa el invierno a lo largo de la costa de Estados Unidos hasta México. Otra población se encuentra en la Isla de Wrangel, en Siberia. En la Península hay unas pocas citas en Galicia y en las lagunas zamoranas y palentinas. En Asturias solo hay constancia de dos citas anteriores a esta, una de dos aves el 27 de marzo de 1985 en Xixón y otra de un ejemplar que permaneció un par de días en enero de 1987 en la Ría de la Villa.


Al igual que ocurre con muchas anátidas de presencia inusual, siempre cabe la duda de que se trate de ejemplares escapados de parques o de colecciones privadas, ya que aunque suelen estar alicortados para evitar que vuelen, algunos de sus hijos llegan a volar y escaparse. En este caso, tanto el cisne como los dos ánsares no presentaban ningún tipo de anilla o marca y su comportamiento era el mismo que cabría esperar de  unas aves salvajes, mostrándose tímidos y asustadizos y manteniéndose a una prudencial distancia, por lo que no se puede descartar que realmente se trate de animales americanos perdidos de sus rutas habituales.

NOTA: haced clic en las fotos para verlas a mayor tamaño. Las fotos están muy recortadas debido a la gran distancia a la que fueron observados los animales. Si queréis ver unas fotos espectaculares de estas aves podéis ver estas dos entradas para los ánsares y para el cisne cantor, tomadas por Miguel Puente, que tras varias visitas tuvo la suerte de que se le acercaran a la orilla donde estaba mirando

2 comentarios:

  1. El otro día mirándolos me acordé de los que aparecieron por la Villa aquel invierno....
    Lo de los nivales a saber de dónde y cómo habrán llegado, pinta buena tienen.
    Un saludo amigo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Juancho, aquel invierno además de los de La Villa hubo en varios sitios mas, lo de los ánsares nivales si que es raro de verdad, y como dics, al menos por el comportamiento no parecen domésticos, aunque nunca lo podremos saber seguro.
      un abrazo

      Eliminar

Todo el mundo es libre de expresar sus opiniones, pero os agradecería que no escribieseis comentarios anónimos, al menos para tener un nombre al que dirigirse al establecer una conversación. Si no teneis una dirección de correo que permita poner el nombre al inicio, podéis firmalos al final del texto.

No admitiré insultos, el que insulte, falte al respeto a los demás o pretenda hacer de este blog una tertulia de tele5, que sepa que sus comentarios serán eliminados.

Gracias