jueves, 4 de octubre de 2012

El otoño que nos robaron

Cerezo otoñal en Valdeón

Como comentaba en una entrada anterior, para mi no hay ninguna estación más bonita que el otoño. El acortamiento de las horas de luz es el desencadenante para que muchas especies de árboles dejen de hacer la fotosíntesis, lo que tiene como consecuencia la desaparición de la clorofila de las hojas y el desvanecimiento del color verde. En su lugar empiezan a verse colores amarillos y naranjas (que se originan por otros pigmentos como los carotenos), que aunque ya estaban presentes anteriormente, estaban enmascarados por la clorofila. Además, algunos árboles, como los arces y los cerezos, producen un nuevo pigmento con la llegada del otoño, la antocianina, a partir de la degradación de la glucosa que hay en sus hojas y que da lugar unos colores rojos brillantes característicos.

Todo este proceso es gradual y no ocurre a la vez en todas las especies de árboles, por lo que en los bosques mixtos característicos de la cordillera cantábrica, durante unos pocos meses se forma un mosaico de colores que da a los bosques un aspecto impresionante. Hasta hace poco más de 50 años, este espectáculo otoñal tenía lugar en toda nuestra geografía, desde la mar hasta la montaña, comenzando primero en las zonas altas y terminando en la costa, donde las temperaturas más suaves retrasaban este proceso.

Desgraciadamente, las plantaciones de eucaliptos que cubren toda la franja costera, desde Euskadi hasta Galicia, han convertido las zonas bajas en un lienzo uniforme de color verde que no cambia con el paso de las estaciones. Da lo mismo que sea invierno, que verano, que otoño o primavera.

Hasta ahora, las zonas situadas por encima de los 500 metros se habían librado de esta plaga debido a la intolerancia del Eucaliptus globulus a las bajas temperaturas, pero tras la legalización de las plantaciones de Eucaliptus nitens en Asturies, mucho más resistente a las heladas, estas plantaciones ya no tendrán impedimentos ecológicos para extenderse por todo el gradiente altitudinal. Mientras tanto, las empresas papeleras como ENCE se frotan las manos y algunas asociaciones "ecologistas" como el FAPAS, defienden estos monocultivos a cambio de suculentas subvenciones pagadas por esa misma empresa.

Cada vez tenemos que ir más lejos y subir más alto para disfrutar del otoño que ya nos robaron, pero no tienen bastante y nos quieren robar lo poco que nos queda.

9 comentarios:

  1. Magnifico post. Afortunadamente todavia nos quedan algunos lugares donde disfrutar del otoño en todo su esplendor. un abrazo.

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  2. Muy bien expresado,cada vez se puede contemplar en menos lugares la magnificencia de las estaciones de transición.Coincido en lo de la estación más bella seguida de la primavera con su explosión de vida. En cuanto a los atentados de las madereras apoyadas por la administración y los supuestos ecológistas: indignante
    Un saludo

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  3. Como bien dices el otoño es un espectaculo unico, sí, y que pena que cuando se replantan los bosques sólo se piensa en dinero, dinero... es triste.
    soy afortunado, por donde vivo, se puede disfrutar de un otoño autentico.

    saludos.

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  4. Añadir el efecto del cambio climático con la falta de precipitaciones. Esperemos que este sea un otoño auténtico con abundante lluvia.
    El otoño ofrece un verdadero maná, bayas, frutos secos, setas y hongos son las delicias de muchas especies.
    Un saludo
    Mario

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    1. Hola Mario, las sequías prolongadas y el aumento de la variabilidad ambiental en las precipitaciones, según los últimos estudios, pueden ser también consecuencia del cambio climático.
      un saludo

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  5. Traducción del artículo de ENCE: quiero más madera barata (a más cantidad menor precio, you know), me la sopla el resto, y como me la sopla pues lo pido y lo mediovisto.
    (Por cierto, querida empresa, no me cuentes historias, que sobran eucaliptos en galicia y en asturias para ti y otras 20 como tú, pero si te los venden más baratos fuera, pues mira tú qué bien)

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  6. Ayer anduve por el Moncayo, disfrutando de mucha variedad arbórea en relativamente poco espacio. Hayas, robles -albares y rebollos-, abedules, cerezos, mostajos -sorbus aria y sorbus torminalis-, majuelos, groselleros, fresnos -de hoja estrecha y de monte-, ramnos, y algún tilo solitario iban mostrando diversos matices de amarillo, rojo y ocre, mientras los acebos destacaban con su verde metálico y sus constelaciones de frutos rojos. Cierto que ahí también hay pinares de repoblación, pero por lo menos en el lado aragonés los van talando a medida que la vegetación autóctona ocupa su interior; a ver si en el lado soriano toman nota.

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  7. Muy buenas,en Bizkaia nos han jodido vivos ,no solo nos han plagado ls montes de Eucaliptos sino que tambien de pinos,q tambien crecen muyrapido. Poderoso caballero... Esto es el paraiso del kapitalismo salvaje ,feudo del PNV. Asi nos va!! Ama lurra defenda dezagun!! Euskal Herria defenda dezagun!! Y para los que vengan x detras que? nuestros hijos y nietos q?poarecillos!! X cierto tb nos roban la primavera. Firmado : Reino d Nafarroa 1512!! No s mi nombre,pero bale? Animo seguir asi!! Horrela jarraitu!!

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