jueves, 24 de enero de 2019

Inundaciones, zonas inundables y responsabilidades políticas

Aunque pueda parecer una perogrullada, las zonas inundables reciben ese nombre precisamente porque se inundan. Y que se inunden no es extraño, ya que normalmente esas zonas se encuentran situadas en las márgenes de los ríos, en zonas donde la pendientes se hacen más suaves y donde el agua se sale del cauce anegando las vegas.

Por lo tanto, que un río se desborde es algo normal y la intensidad de esas inundaciones puede variar dependiendo de la intensidad y duración de las precipitaciones, produciéndose cada cierto tiempo una gran inundación. Y podemos estar seguros de que la frecuencia de esas inundaciones será mayor en los próximos años como consecuencia del cambio climático. 

Aumento de las inundaciones en las últimas décadas. Fuente EASAC

De hecho, solo hace falta ver los datos que confirman que las inundaciones se han multiplicado por 4 desde 1980, siendo el evento extremo que más se ha incrementado. De hecho, independientemente de que la pluviosidad total no haya sufrido variaciones muy significativas, lo que ha ocurrido es que esas precipitaciones se han hecho más intensas en periodos más cortos de tiempo.

sábado, 19 de enero de 2019

Descojonémonos de los terraplanistas

Hace unos días leía en la prensa que los defensores de la Tierra plana iban a organizar un crucero en el que intentarán llegar al muro de hielo que según ellos separa nuestro plano planeta del espacio exterior. De esta forma pretenden demostrar su teoría definitivamente, en lo que ellos describen como la «aventura más grande, audaz y mejor hasta la fecha», ahí es nada.

Para los que no sepan muy bien lo que postulan los defensores de esta teoría, básicamente dicen que la Tierra no es esférica, sino plana, y que todo lo que nos han contado hasta ahora es un fraude y un montaje diseñado por ordenador. Por supuesto también dicen que los viajes espaciales son un montaje, que las fotos de la Tierra desde el espacio están hechas con el photoshop, que el sol es un disco muy pequeño que nos ilumina desde una cúpula que cubre la Tierra y otras muchas y divertidas paranoias espaciales. Incluso afirman que la gravedad, y por supuesto la Ley de Gravitación Universal, es una falacia. Resumiendo, que Newton, Galileo, Copérnico e incluso Erastótenes, que hace 2000 años ya calculó el diámetro de la Tierra con una precisión asombrosa, con la única ayuda de un bastón y su intelecto, eran unos farsantes.

Antes de que sigáis leyendo os aviso de que no voy a perder ni un segundo de mi tiempo en rebatir los argumentos de esta tropa, en primer lugar porque ya se han escrito numerosos artículos que lo han hecho (este del blog Ciencia de sofá es muy bueno), y en segundo lugar porque no serviría para nada, ya que los defensores de esta absurda teoría siempre encontrarán un contra-argumento, cada vez más absurdo, para rebatirlo. No debemos olvidarnos de la Ley de Brandolini, también conocida como el principio de asimetría de la estupidez, según la cual, la energía necesaria para refutar una teoría estúpida o una conspiranoia es un orden de magnitud mayor que la necesaria para producirla. 

Dímelo otra vez, pero despacito

viernes, 11 de enero de 2019

¿Por qué no se congelan las ranas y los peces en las charcas?

Durante los últimos días estamos siendo testigos de un periodo de bajas temperaturas, consecuencia en parte de la presencia de un potente anticiclón que permanece estacionario sobre nuestras cabezas, lo que deja cielos despejados y sin las nubes que impedirían que el calor acumulado durante el día se escape por las noches. 

Estas condiciones dan lugar al fenómeno de la inversión térmica, que se produce cuando el suelo se enfría rápidamente, lo que a su vez hace que se enfríe el aire que está en contacto con él, que por lo tanto se vuelve más denso. En estas condiciones, la capa de aire frío queda inmóvil sobre el suelo y se impide la circulación atmosférica regular.


El resultado es que si no hay circulación de aire, por ejemplo en los valles, la temperatura será más baja en el fondo de los mismos que en las zonas más altas, provocando heladas y bajadas drásticas de temperatura.