jueves, 28 de noviembre de 2013

Los machos que compiten más entre ellos tienen mejor esperma

La reproducción es un momento crucial en la vida de los seres vivos. En los animales con reproducción sexual, los machos deben luchar con otros individuos de su mismo sexo para conseguir pasar sus genes a la siguiente generación y las hembras deben escoger entre todos los pretendientes al mejor padre para sus hijos.


Pero esta selección de pareja no se produce sólo mediante la lucha física entre los individuos, o mediante la elección por la apariencia externa de una u otra pareja. Incluso después del apareamiento, los espermatozoides competirán entre sí por fecundar los óvulos y a su vez el óvulo podrá discriminar entre los espermatozoides de varios machos y escoger el más adecuado para que lo fecunden.

La competencia espermática ha sido confirmada en la mayoría de los animales y los anfibios han sido uno de los grupos que más atención han recibido, debido a las características de sus sistemas de reproducción que favorecerían estos fenómenos de competencia. Por una parte tienen fecundación externa, que se produce en el agua, y por otra parte, son muy frecuentes las agregaciones reproductoras en las que varios machos compiten por aparearse con las hembras.

Charca en la vega de Candioches donde habíta una población "explosiva"

En un artículo que hemos publicado en la revista Journal of Zoology, exponemos los resultados de un experimento realizado con Rana bermeja (Rana temporaria) en el que estudiamos el fenómeno de la competencia espermática en esta especie. Una de las características más llamativas de las poblaciones de Rana bermeja del norte de la Península Ibérica es la existencia de dos sistemas de reproducción, uno explosivo que ocurre en las poblaciones que viven por encima de los 1000 m de altitud, en el que todos los individuos se reproducen en unos pocos días y uno prolongado en las zonas bajas, en el que la reproducción se extiende durante varios meses.

En los sistemas prolongados el sex-ratio (proporción entre machos y hembras) está muy desbalanceado hacia los machos, ya que estos permanecen durante varios días en las charcas mientras que las hembras solo acuden a realizar la puesta y luego se van. Esto hace que en un mismo momento, una hembra pueda estar rodeada de muchos machos que se intentarán aparear con ella. Por el contrario, en los sistemas explosivos, tanto machos como hembras acuden al mismo tiempo a las charcas y por lo tanto la competencia es mucho menor.


Es previsible por tanto que en sistemas en los que hay una mayor competencia entre los machos, la competencia espermática sea también más intensa, y por lo tanto el esperma de los machos de estas poblaciones habría evolucionado para ser más competitivo que el de los machos de poblaciones explosivas, en los que el sex-ratio está menos desbalanceado y por lo tanto hay un menor número de machos por cada hembra al mismo tiempo.

Para comprobar si esta hipótesis era correcta planteamos un experimento en el que los huevos de una hembra de una población de zona baja (prolongada) fueron expuestos al esperma de dos machos, uno procedente de una población explosiva y otro procedente de una prolongada. Posteriormente, el mismo cruce lo repetimos con una hembra de zona alta (explosiva). En total empleamos 3 hembras y 6 machos de cada una de las poblaciones.



Posteriormente a la fecundación de los huevos, estos fueron incubados durante unos 20 días hasta la eclosión, y en ese momento se genotiparon las larvas y los adultos para conocer cual era el padre de cada una de ellas. Los huevos de una de las hembras no fueron fecundados por ninguno de los dos machos.


Los resultados confirmaron que los machos de la población de Río Color (zona baja, sistema prolongado) fecundaron muchos más huevos que los machos de Áliva (zona alta, sistema explosivo), independientemente de la procedencia de la hembra.

Este estudio demuestra la existencia de variación intrapoblacional en la capacidad de fecundación de los machos bajo una situación de competencia espermática, lo que es consistente con la existencia de la dicotomía "prolongada-explosiva" en los sistemas de reproducción.

Referencias

- Álvarez D, Viesca L & Nicieza AG (2014) Sperm competitiveness differs between two frog populations with different breeding systems. Journal of Zoology (el artículo completo puede bajarse en este enlace)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Cazando de oído

Escuchando el tam tam

Los mirlos comunes (Turdus merula) o los ñerbatos como los llamamos en Asturies, son unas de las aves más comunes en los parques y jardines de muchas ciudades, donde encuentran un lugar seguro para nidificar, debido a la baja densidad de depredadores y además encuentran alimento en abundancia. Las presas más frecuentas en la dieta de los mirlos, sobre durante el otoño y el invierno, son las lombrices de tierra, y con poco que nos fijemos, podremos verlos cazarlas con sorprendente habilidad.

¿Pero como hacen para encontrarlas bajo la tierra? La forma más sencilla, sobre todo si el suelo no tiene hierba, es observando las pequeñas galerías que las lombrices excavan, y cuando ven asomar parte de su cuerpo las atrapan con el pico. Pero quizás la técnica más sofisticada para localizarlas es escuchándolas mientras se mueven. Para ello giran la cabeza a izquierda y derecha, orientando el oído hacia el suelo y gracias a su finísimo oído cuando las oyen moverse lanzan el ataque.


Algunos estudios han confirmado que en ocasiones pueden llegar a cazar más de 50 lombrices en un minuto, lo que demuestra su gran eficacia. Esta técnica de caza se va depurando con la edad de las aves y con la experiencia y se ha comprobado que existen diferencias entre individuos, siendo algunos mucho más hábiles que otros (Desrochers, 1992).

Referencias
-Desrochers A (1992) Age and foraging success in European blackbirds: variation between and within individuals. Animal Behaviour 43: 885-894.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un ánsar piquicorto y la distancia de seguridad en las aves


Los ánsares son aves muy tímidas y asustadizas, que en condiciones normales salen volando si una persona se acerca a menos de 100 metros de ellos. Ese comportamiento no es de extrañar, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de ellos son cazados todos los años. Incluso en algunas reservas naturales, como la de Villafáfila, donde pasan el invierno varios miles de Ánsares comunes (Anser anser) hay un cupo de caza legal para esta especie.

Desde el 9 de noviembre, que fue localizado por Manuel Quintana, un Ánsar piquicorto (Anser brachyrhichus) pasta tranquilamente en los jardines de los estanques del Parque de Isabel la Católica, en Xixón. Se trata de una especie mucho más escasa en nuestras latitudes que el Ánsar común, aunque desde hace unos años tiene una presencia regular, con alguna observación todos los años. El Ánsar piquicorto cría en Groenlandia y suele pasar el invierno en Gran Bretaña y en los Países Bajos, donde se concentran miles de estas aves, pero no es raro que alguna baje un poco más y llegue hasta la Península ibérica.



Lo que más sorprende de este animal, es que a pesar de tratarse de un ave salvaje no muestra temor alguno por el hombre. Se comporta con total naturalidad ante nuestra presencia, se alimenta, camina a nuestro lado y se acerca a nosotros a menos de un metro, como si se tratara de uno de los ánsares domésticos que abundan en este Parque urbano. Este comportamiento no tiene nada que ver con el de una pareja de la misma especie que estuvo el invierno pasado en el occidente de Asturies y que a pesar de pasar allí varias semanas, seguía permaneciendo alerta ante la presencia de cualquier ser humano.


Pero este comportamiento confiado de algunas aves salvajes no es nuevo. En este mismo Parque, en la primavera de 2012, un morito (Plegladis falcinellus) permaneció durante varias semanas en los parterres que rodean a los estanques sin inmutarse de la presencia de la gente, que incluso se agolpaba con cámaras de fotos para inmortalizar a este animal tan bonito. Al igual que en el caso del ánsar, se trataba de un animal salvaje que en condiciones normales huiría ante nuestra presencia.

Macho de porrón común (Aythya ferina) en un estanque del parque

Quizás podamos pensar que el caso del ánsar y del morito son casos aislados y excepcionales, y que se podría tratar de animales concretos que tienen un comportamiento anormalmente confiado. Pero lo cierto es que otras muchas especies que se muestran muy asustadizas en otros ambientes, son igualmente confiadas en los parques urbanos. En el mismo Parque de Isabel la Católica, cuando llega el otoño, muchas especies de anátidas como los porrones o los patos cuchara, llegan a los estanques para pasar la estación fría. En esos momentos es posible acercarse a ellos a pocos metros sin que se asusten. Pero curiosamente esas mismas aves, si se mueven a algún humedal cercano cambian su comportamiento y vuelven a comportarse con temor y prudencia. Es evidente que en el parque se sienten seguros y que los mismos humanos que son un peligro fuera del mismo, aquí son inofensivos.


Incluso los cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) que son perseguidos y tiroteados por orden de la administración asturiana, se muestran extremadamente confiados en este parque, como si supieran que mientras no salgan de aquí están seguros.

La distancia que mantienen los animales con sus predadores potenciales se denomina "distancia de seguridad". A esa distancia que puede oscilar entre unos pocos metros y mas de cien, los animales se sienten seguros y huyen cuando esa distancia se reduce.


Distancia de seguridad en relación con la latitud para diferentes especies (Díaz et al., 2003)

En un estudio publicado recientemente por Mario Díaz y varios colaboradores, se demostró que dentro de las mismas especies la distancia de seguridad respecto al ser humano disminuía cuanto más al norte se encontraban y cuanto más urbanizados era el hábitat. Para ello analizaron 12495 datos de distancias de vuelo de 754 poblaciones de 159 especies de aves, que incluían desde pequeños paseriformes, a gaviotas, limícolas, córvidos y anátidas.


Indice medio de abundancia de rapaces en relacióin con la latitud (Díaz et al., 2003)

La variable que explicó estos gradientes fue la abundancia de aves rapaces, que aumentaba a medida que viajábamos hacia el sur. También es evidente que la presencia de rapaces es mucho menor en ambientes muy humanizados, lo que es aprovechado por muchos paseriformes para nidificar, ya que se encuentran mucho más seguros.

Pero las aves no sólo son capaces de adecuar su distancia de seguridad según la abundancia de depredadores. Muchas veces mientras conducimos hemos visto a ratoneros (Buteo buteo), cernícalos (Falco tinnunculus) y otras especies de aves posados en los postes al lado de las carreteras. Y alguna vez nos hemos parado a verlas y en ese momento han volado asustadas. Resulta evidente que su distancia de seguridad varía según quien se acerque, pero un estudio publicado hace un mes por Pierre Legagneux y Simon Ducatez han encontrado un hecho sorprendente. Las aves aumentan su distancia de seguridad según el límite máximo de velocidad de las carreteras.


Distancia de seguridad (mediana, primero y tercer cuartiles) para cada límite de velocidad (Legagneux & Ducatez, 2013)

Pero lo más curioso es que las aves no respondían a la velocidad a la que circulaba cada coche, sino que respondían al límite de velocidad de cada tramo concreto. Estos investihadores redujeron la velocidad o la aumentaron sobre los límites permitidos y su comportamiento no variaba. Según Legagneux, "era como si pudieran leer las señales de tráfico, aunque evidentemente no lo hacen". Todo indicaba que las aves ajustaban su distancia de huida a los vehículos a la velocidad media de los mismos, lo que reducía el riesgo de colisión maximizando el tiempo dedicado a alimentarse en los arcenes de la carretera.

El autor en la colonia de Alcatraces de Bass Rock en 2004

Pero aparte de la presencia de depredadores "naturales", un comentario recurrente entre los que nos gusta salir al campo, es que las aves y todos los animales en general, son mucho más asustadizos y mantienen una mayor distancia de seguridad con nosotros en España y otros países mediterráneos, que en otros países del norte de Europa o de América. Por ejemplo, cuando estuve en Escocia no se necesitaban potentes ópticas para hacer fotos de aves marinas en una colonia, ya que nos podíamos acercar a escasos metros sin que se inmutaran. Por el contrario, en las colonias de moñudos en las que trabajamos aquí eso sería impensable. Y lo mismo ocurre con otras especies de aves y mamíferos.

De alguna manera, estos animales no sólo responden a la presencia de depredadores naturales, sino que parece que son capaces de adecuar sus distancias de seguridad en relación con el comportamiento de la población humana del país que visitan. Sólo hace falta observar el comportamiento del hombre hacia las aves, por ejemplo en Gran Bretaña, donde la principal asociación ornitológica, la RSPB, tiene más de 1 millón de socios y donde es fácil encontrar comederos de aves o cajas nido en la mayoría de los jardines, con países como España o Italia, donde la mejor ave es la que está en la cazuela.

Referencias

-Díaz M, Möller AP, Flensted-Jensen E, Grim T, Ibañez-Alamo JD, Jokimäki J, Markó G & Tryjanovski P (2003) The geography of fear: a latitudinal gradient in anti-predator escape distance of birds across Europe. Plos ONE 0064634.


Legagneux P & Ducatez S (2003) Eurooean birds adjust their flight initiation distance to road speed limits. Biology Letters 9. doi: 10.1098/rspb.2013.0417.


NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Yo sí que me acuerdo del Prestige

Hace 11 años, el 13 de noviembre de 2002, estaba a punto de defender mi tesis doctoral. Recuerdo perfectamente que ese día, un fuerte temporal estaba azotando todo el norte de España y para despejar un poco la cabeza me acerqué a ver la mar. Con un viento y un oleaje impresionante era prácticamente imposible acercarse a la costa, aún así me quedé en la rasa de Verdicio durante casi una hora mirando como las olas rompían contra el acantilado. Cuando llegué de nuevo a casa recibí una llamada de mi amigo Alberto Velando que me preguntó si me había enterado del accidente de un petrolero frente a las costas de Galicia. En esos momentos sólo se sabía que un barco cargado de fuel, de nombre Prestige, tenía el casco roto, había emitido un S.O.S. y se encontraba a la deriva.


Otro más, fue lo primero que dijimos. Ya muy pocos aparte de los que los sufrieron directamente, se acordaban de que en los años anteriores se habían producido varios accidentes similares: el Polycomander, el Urquiola, el Andros Patria y el Mar Egeo, derramaron el contenido de sus tanques produciendo otras tantas mareas negras. Desde entonces nada había cambiado, después de cada uno de los accidentes se repetían los propósitos de enmienda como un mantra, se hablaba de seguridad, de puertos limpios, de sanciones, pero nada cambiaba y con una frecuencia de un accidente cada cinco años entre 1970 y 2000, uno tras otro, los petroleros se iban accidentando frente a las costas de Galicia. Y este ya era el quinto desde que el Polycomander embarrancó a la entrada de la ría de Vigo el 5 de mayo de 1970.

Rastro de fuel dejado por el Prestige durante su periplo hacia ninguna parte

Al día siguiente, el día 14, entre los nervios al comprobar que la lectura de la tesis estaba en entredicho porque dos miembros del tribunal no llegaban por culpa del temporal, me enteré de que el barco a la deriva se había acercado a pocas millas de Muxía y que poco después, en una decisión sorprendente, los responsables del Ministerio, que no habían dado señales de vida hasta el momento, decidieron que la mejor opción era remolcar el barco lo más lejos posible. También nos enteramos días después que el Ministro de Defensa, Francisco Álvarez-Cascos, que andaba de cacería, había dado unas coordenadas no demasiado precisas para el destino del barco, el Prestige debía remolcarse "al quinto pino", una dirección un tanto confusa, sobre todo tratándose de Galicia, donde los pinos y los eucaliptos abundan más que los mejillones en las bateas, por lo que si le hicieran caso el barco podría acabar en las laderas del Monte do Gozo.

Finalmente los dos miembros del tribunal de mi tesis consiguieron llegar a tiempo y al acabar, durante la comida, los problemas de mis truchas quedaron aparcados y el tema de conversación de casi todos nosotros volvió al Prestige, que en esos momentos era arrastrado, cada vez más dañado, en un periplo absurdo mientras esparcía su cargamento de mierda por la mar. Días después, el por entonces ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró en rueda de prensa que "la rápida intervención de las autoridades alejando el barco había permitido que no temamos una catástrofe ecológica" (M.A.C, 16/12/2002). Sin duda esa decisión tan acertada influyó en su nombramiento como Ministro Agricultura y Medio Ambiente en el gobierno actual. Poco después nos enteramos de que habían estado dudando entre esa decisión o la que habían sugerido el Ministro de Defensa, Federico Trillo y el por entonces vicepresidente y portavoz del Gobierno, un tal Mariano Rajoy, que "habían pensado en bombardear el Prestige o hacer arder el fuel" (M.A.C., 20/11/2002), quizás aconsejados por Francisco Vázquez, que entonces ocupaba el cargo de alcalde de A Coruña y que había propuesto "que se quemara el buque con fósforo" (F.V., 18/11/2002).

Las informaciones de lo que realmente sucedió en ese viaje sin retorno siguen estando confusas. Se habló de que el plan para el Prestige era ser hundido en aguas de Cabo Verde, también se comentó el enfrentamiento con unas fragatas portuguesas que le habían cortado el paso. Lo cierto es que el barco seguía desangrándose y la grieta en el costado cada vez era más grande, hasta que finalmente, el martes 19 de noviembre de 2002, se partió en dos y se hundió a 250 km de la costa de Galicia.


Lo que sucedió los días siguientes aún lo recordamos, aunque es muy probable que a mucha gente le suene como algo demasiado lejano. Lo que según nos decían los políticos de entonces nunca iba a pasar, al final sucedió, lo que nunca sería una marea negra lo fue, y la mayor de la historia de Europa. La costa se llenó de fuel desde Galicia hasta Bretaña, 90.000 aves marinas murieron durante las primeras semanas tras la catástrofe y muchas más se vieron afectadas. Multitud de mamíferos marinos, tortugas, peces y todo el ecosistema en conjunto sufrió directamente el vertido, detectandose aún hoy en día los efectos a largo plazo del mismo.

Durante las semanas que siguieron al accidente, y mientras Federico Trillo aseguraba que "las playas estaban esplendorosas" (F.T, 26/11/2002), recuerdo perfectamente las imágenes de los pescadores sacando fuel con sus propias manos de la rías, y que años después se comprobó que como consecuencia habían sufrido daños pulmonares y cromosómicos, lo que también les ocurrió a los miles de voluntarios que acudieron a limpiar las playas desde todos los lugares de España e incluso del extranjero. Me acuerdo del olor del chapapote, que en Asturies siempre llamamos galipote.



También recuerdo las visitas a las playas para buscar aves petroleadas. La mayoría las encontrábamos muertas pero las pocas que encontrábamos vivas y hechas polvo las llevábamos al centro de recuperación, donde decenas de voluntarios se esmeraban en limpiar a unos animales que ya estaban sentenciados desde que se impregnaron de fuel y se trataron de limpiar ellos mismos.

Afortunadamente, por aquellos días era tranquilizante escuchar las declaraciones de Arsenio Fernández Mesa, jardinero en excedencia del Ferrol y en aquel momento delegado del gobierno en Galicia, que nos proporcionaba información puntual y precisa sobre el vertido: "Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe" (A.F.M., 21/11/2002). Igual de tranquilos nos quedamos todos cuando don Arsenio nos despejo todas las dudas tras el hundimiento del petrolero: "El destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín" (A.F.M., 19/11/2002). No menos tranquilizantes fueron las frases del Presidente de la Xunta, Manuel Fraga Iribarne, que para convencernos de la pureza de las aguas tras el vertido nos aseguro que "Si hace falta me vuelvo a bañar, como en Palomares" (M.F.I., 21/11/2002). Al día siguiente todos comprendimos su optimismo, ya que en rueda de prensa nos confirmó que "Dios y Santiago nos iban a ayudar" (M.F.I., 22/11/2002).

Hilillos en estiramiento vertical

Varios meses después, con el fuel convertido en adoquín, salvo unos pequeños hilillos del plastilina en estiramiento vertical que salían del casco, y gracias a la ayuda de Dios y del apóstol, se recogieron 100.000 Tm de fuel mezclado con arena de nuestro litoral y otras 50.000 Tm en la mar, después de haber impregnado 3000 km de costa desde Galicia a Bretaña.

Han pasado 11 años desde entonces y ayer mismo se conoció la sentencia que debía decidir las responsabilidades del accidente. En el juicio había 2128 partes personadas, 133 testigos, 98 peritos, 51 abogados y 21 procuradores, lo que había motivado que debido a sus dimensiones se celebrara en el recinto ferial de Expocoruña. Nada menos que 400 horas de juicio repartidas en 89 sesiones se llevaron a cabo en este macrojuicio con tres jubilados como únicos acusados. Ningún cargo político de importancia fue acusado, a pesar de que el magistrado de la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña y presidente del tribunal, Juan Luis Pía, declarara cuando el juicio (que él mismo definió como "desmesurado, un sinsentido y carísimo") quedó visto para sentencia, que "era obvio que faltaban muchos implicados" (¿quién fue el responsable de que faltaran?) y que evidentemente esto afectaría a sentencia, que finalmente fue leída ayer y que se puede resumir en los siguientes puntos.

1) "No existe responsabilidad penal" puesto que "nadie sabe exactamente la causa de la avería".
2) El ex-director de Marina Mercante, José-Luis López Sors, único responsable político acusado, fue "víctima y afectado del desastre que intentó solucionar".
3) El Ministerio de Fomento "no actuó con negligencia". La decisión de alejar el barco "fue consciente, meditada y en gran parte eficaz dentro del desastre". Asimismo la sentencia afirma que "La Administración lo gestionó [todo el protocolo de actuación] con profesionalidad, adecuación y en condiciones muy desfavorables".
3) Solo se condena al capitán del barco, Apostolous Mangouras, por un delito de "desobediencia grave a las autoridades españolas", a 9 meses de cárcel que no cumplirá debido a su avanzada edad (y a que la sentencia es de menos de 24 meses, no se porqué eso no lo dicen en ningún sitio).

Resumiendo, para dictar esta sentencia no hacía falta esperar 11 años, ya que sólo habría que haber tenido en cuenta las declaraciones de Ana Botella el 12 de diciembre de 2002, cuando afirmó que "En la catástrofe del Prestige sólo hay un culpable: el barco". Parecía evidente que no se condenaría a López-Sors, ya que eso equivaldría a considerar al Estado Español como responsable civil subsidiario de un accidente cuya factura ascendía, según la Fiscalía, a 4338 millones de euros.

Ni un sólo alto cargo político, de los muchos implicados, ha sido ni siquiera imputado por la mayor catástrofe ambiental de la historia de España, más aún, incluso muchos de ellos, como premio a su gestión, ocuparon u ocupan en la actualidad, puestos iguales o de mayor responsabilidad que antes, valga como ejemplo los siguientes:

- Mariano Rajoy, vicepresidente del gobierno en 2002 y presidente del gobierno en 2013
- Arsenio Fdez. Mesa, delegado del gobierno en 2002 y director de la guardia civil en 2013
- Federico Trillo, Ministro de Defensa en 2002 y embajador en el Reino Unido en 2013
- Francisco Álvarez-Cascos, Ministro de Fomento en 2002 y presidente del Principado de Asturias hasta 2012. La Xunta le concedió la medalla de oro de Galicia en 2003.
- Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura en 2002 y ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 2013.
- Jaume Matas, Ministro de Medio Ambiente en 2002 y que después de su extraordinaria tarea durante la gestión del Prestige fue presidente del Gobierno Balear entre 2003 y 2007. Actualmente debido a su afición a apropiarse del dinero ajeno está pendiente de varios juicios aunque ya ha sido condenado a 6 años de cárcel en el primero (pero curiosamente sigue en la calle).

Después de esta sentencia, aparte de confirmar por enésima vez que los delitos ecológicos quedan impunes en este país, como ya quedó demostrado tras la sentencia en la que se eximía de culpabilidad a la empresa Boliden por el accidente de Aznalcóllar, me asalta una duda. En el caso probable de que se produjera un nuevo accidente como el del Prestige, y teniendo en cuenta que la sentencia afirma que las acciones tomadas tras el mismo fueron "conscientes, meditadas y adecuadas", ¿se volvería a actual de la misma forma?. Supongo que si, ya que si se tomaran otras decisiones, como llevar el barco accidentado a un puerto de abrigo, implícitamente se asumiría que en aquel momento se actúo con negligencia.


En la imagen anterior se puede ver los petroleros que están navegando frente a las costas gallegas a las 12:20 h de hoy mismo, según se puede comprobar a tiempo real en marinetraffic.com. Nada menos que 29 barcos iguales o similares al Prestige navegan en este instante cerca del lugar donde se produjo el accidente hace 11 años. Teniendo en cuenta que la frecuencia de media de accidentes de petroleros entre 1970 y 2013 es actualmente de 1 cada 7 años, probablemente saldremos pronto de dudas.


Quizás cuando ocurra, ya no vuelvan a verse banderas de Nunca Máis, y en vista de la sentencia, del absoluto menosprecio hacia el medio ambiente tanto de la justicia como de los representantes políticos, propongo que se use la anterior, mucho más acorde con la situación actual.

Ayer, el día en el que se hizo pública la sentencia del juicio, todos los periódicos digitales abrían su página de cabecera con la noticia. Han bastado menos de 24 horas para que ya haya caído en el olvido y haya que buscar en pequeños recuadros para encontrarla y ya ni siquiera figura entre las 10 noticias más vistas del día. Quizás no sea sólo culpa de los jueces y de los políticos, sino de nosotros mismos, que ni siquiera recordamos durante unas pocas horas la mayor catástrofe ambiental que ha ocurrido en este país.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mis encuentros con las ginetas


Hay algunos animales que a pesar de ser relativamente abundantes suelen pasar desapercibidos, ya que sus horas de actividad no coinciden con las nuestras. La gineta (Genetta genetta) es uno de ellos. Se trata de un mamífero de la familia de los vivérridos, que tiene un tamaño medio, una cabeza pequeña y una cola larga y gruesa muy característica.

Las ginetas son casi exclusivamente nocturna, siendo muy raros los encuentros con ellas a plena luz del día. Estudios realizados con ejemplares marcados han detectado menos de un 3% de actividad diurna, que coincidía con las horas del crepúsculo y el alba. Desgraciadamente para ellas, esta actividad nocturna hace que sean muy propensas a morir atropelladas, ya que se deslumbran con los faros de los coches.Los rastros que dejan suelen ser las mejores pruebas de su presencia, ya que tanto sus excrementos como sus huellas son muy características.

A lo largo de mi vida, mis encuentros con las ginetas han sido muy escasos y normalmente fugaces, tratándose la mayoría de las veces de ejemplares que cruzaron la carretera por la noche mientras conducía. Sólo un par de ocasiones pude verlas bien sin que ellas se enteraran de mi presencia, una vez que me encontré con una durmiendo en un árbol y otra vez que pude ver a otra acudiendo a comer los restos de comida que había en un cubo situado bajo una farola. Desafortunadamente, la mayoría de las veces que he visto ginetas ha sido tiradas en el asfalto después de morir bajo las ruedas de un coche.

Curiosamente, en el último mes he tenido dos encuentros con este precioso animal, aunque lo cierto es que no fui yo quien las vio, sino una cámara con sensor de movimiento que tengo colocada en un pequeño bosquete a las orillas de un río. Había colocado la cámara en la entrada de una pequeña cueva, esperando que grabara a un tejón que ya había localizado unos días antes por la zona, pero cuando fui a recoger la cámara me encontré con la sorpresa. El tejón había pasado por allí, pero no llegó a entrar en la cueva, pero la que si que entró aunque solamente a husmear fue la gineta. Unos días después moví la cámara hacia otra cueva de mayor tamaño que se encontraba a unos 50 metros de la anterior. En la entrada había muchas huellas, algunas de zorro, y la vegetación de los alrededores estaba aplastada recientemente, así que después de dejarla durante una semana confiaba en pillar in fraganti al raposu.

Cuando ayer recogí la cámara no apareció ninguna de las imágenes que esperaba, pero la que no faltó a la cita fue la gineta, que esta vez se mostró a la cámara sin ningún tipo de recato. Aquí os dejo el vídeo para que conozcáis a mi amiga inesperada.



Estas cámaras tienen la opción de poder registrar la hora de grabación (y otros parámetros como la temperatura y la fase lunar), y tal como se puede ver en las imágenes, las dos grabaciones se realizaron casi a la misma hora, poco antes del amanecer. Asimismo, las dos visitas a las cuevas fueron muy breves, de unos pocos segundos, por lo que probablemente no las utilice para dormir o descansar y simplemente haya entrado a fisgar por si encontraba algo que llevarse a la boca.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Curso de ética periodística: Si en el periódico hablan de un tema que "controlas" siempre esta mal

Esa afirmación del título es un comentario recurrente cuando hablamos entre amigos de las noticias que aparecen en la prensa. Si le preguntas a un geólogo por un artículo en el que hablan de un terremoto o de un desprendimiento de tierras, te dirá que hay demasiadas imprecisiones y errores, si hablas con un abogado sobre un tema que leíste en el periódico acerca de un litigio te dirá lo mismo, si hablas con un economista pasa igual y si hablas con un biólogo sobre la interpretación que hace el periodista sobre un determinado tema relacionado con la fauna o la flora, pues se sigue cumpliendo la regla.

La conclusión a la que es fácil llegar si asumimos esto es que si cuando hablan de un tema que dominamos siempre está mal, por extensión cuando leemos noticias de otros temas de los que no somos expertos ocurrirá lo mismo. ¿Por qué sucede esto? Yo creo que la respuesta puede ser tan simple como que ya no hay periodistas especializados y el mismo que escribe hoy sobre el Bosón de Higgs, mañana escribirá sobre el euribor y pasado mañana sobre las crisis sentimentales de Paquirrín. Pero incluso asumiendo que es difícil especializarse en todos los temas, al menos sería conveniente que los periodistas se documentaran antes de escribir, que consultaran a expertos en los temas que tratan y que no se dejen llevar por el morbo a la primera de cambio.


Todo este rollo que os acabo de contar viene al hilo de un mensaje que me acaba de mandar mi amigo Arturo (que dice que suele leer el blog aunque no opina) en el que me comentaba que en La Nueva España "decían noseque sobre mis cormoranes y la contaminación". Al buscar en la edición digital del periódico me encuentro con este titular:

Los cormoranes desfallecen en Gozón 

Seguido por este "subtitular": "La policía recoge aves heridas o "agotadas" en el concejo al tiempo que en Galicia, y ante una situación similar, alertan de un posible episodio contaminante".

Lo primero que me viene a la cabeza es que acaba de ocurrir un vertido contaminante en el centro de Asturies, pero que sólo afecta a los cormoranes. Un poco raro si que parece, pero me decido a leer la noticia completa y como me suele ocurrir en estos casos, al ir avanzando en la lectura me doy cuenta de lo de siempre, que todo esta mal, que está lleno de errores y de afirmaciones sin fundamento y que para rematar, se añade la necesaria dosis de morbo para satisfacer al personal.

A ver, en primer lugar y aunque en la foto de la noticia aparezca un cormorán moñudo, es muy probable que las aves que estén apareciendo sean de varias especies, puede que algún moñudo, pero me temo que la mayoría serán alcatraces. De hecho hoy mismo me llegaron noticias sobre la aparición de nueve de estas aves muertas en la playa de Xago. Pero aparte, no sólo aparecen en Gozón, sino en toda la costa cantábrica, o sea, que no es un problema localizado.

Por otra parte, se comenta el tema de la contaminación como si ya hubiera indicios de la misma, pero al leer la noticia vemos que la única referencia sobre este tema es que "los lugareños ya han dado la voz de alarma: temen que el decaimiento de estas aves se deba a algún episodio contaminante". Aparte de que lo de estado de decaimiento de las aves me ha dejado perplejo, volvemos a ver cómo se toma como una causa probable, o casi segura, la opinión de un par de personas que se cruzaron con el periodista y que por supuesto no aportan ni una sola prueba que justifique esas sospechas.

Pero al seguir leyendo compruebo sorprendido que la periodista si que preguntó a biólogos, ecologistas y ornitólogos y estos le comentaron que era un episodio normal. Y lo cierto es que episodios de mortalidad de aves marinas como este, ocurren todos los años después de varios días seguidos de temporales en la mar. Estas malas condiciones dificultan la obtención de alimento y agota a las aves, en ocasiones hasta la muerte. Y lo cierto es que llevamos varias semanas con fuertes temporales y olas que muchos días superaron los cinco metros, por lo que esta parece la causa de esta mortalidad más probable.

Resulta curioso que la opinión de estas últimas personas, que son las que conocen el tema, no sean tomadas en serio y que para la periodista sea más creíble la opinión acerca de la contaminación, que sólo ha sido comentada sin ninguna prueba por unos vecinos que pasaban por allí. Aunque quizás el problema sea que una mortalidad natural no es noticia y en cambio si hablamos de contaminación, el tema sea más impactante.

Pero aquí no acaba la historia, en el siguiente párrafo, la señora periodista suelta la artillería y se mete de lleno en un fangal, que es de lo que se trata. Empieza a hablar del cormorán como el ave maldita que está en el punto de mira desde 2009, que hay 900 en el río y de que hay presiones para que "el cormorán" sea declarado especie cinégetica. Y ya puestos, la periodista que ya está desbocada nos da la explicación a estas peticiones: "el cormorán es un ave acuática que captura peces zambulléndose en el agua". ¡¡Toma!!

A ver, señora periodista, veo que no sabe  que el cormorán moñudo y el cormorán grande son dos especies distintas y no será porque ya se dijo más de mil veces y que salió en su periódico otras tantas. El cormorán moñudo, que es la de la foto de su artículo, está protegido, se encuentra en peligro de extinción, se reproduce en Asturias, y no entra en el río ni aunque le obliguen a leer todos sus artículos en voz alta. El cormorán grande es otra especie distinta, y que no se reproduce aquí sino que aparece sólo como invernante o en migración. Y ya puestos podría haber comentado que todas esas matanzas aprobadas por la Administración no han servido para nada, como ya se dijo antes que que comenzaran. Pero bueno, ya veo que es una batalla perdida y que aunque no venía a cuento hablar de este tema, lo había que sacar porque el morbo es lo que importa.

Es triste que todas las veces que sale una noticia sobre medio ambiente en los periódicos asturianos sea para poner a una especie en el punto de mira, ya sean lobos, osos, cormoranes o saltamontes, y que para una vez que se habla de un tema que nada tiene que ver con las supuestas molestias que puedan causar los animales al ser humano (que parece que es lo único que interesa), se tenga que acabar dando un giro a la noticia para buscar la el morbo y la polémica.


jueves, 7 de noviembre de 2013

Remontando el río

La sequía de los últimos meses ha hecho que el nivel de los ríos esté demasiado bajo para que los salmones puedan remontar los desniveles que encuentran de camino hacia las zonas de desove. La falta de agua y las elevadas temperaturas, los había obligado a permanecer en el fondo de los pozos, donde la temperatura es más baja a la espera de las lluvias del otoño. Aunque se hicieron esperar, la semana pasada llovió con fuerza en Asturias, y las cuencas de los ríos recogieron toda esa agua aumentando el nivel y la corriente en poco tiempo. Esa era la señal que estaban esperando los salmones para remontar el río.

Hembra de salmón 

Durante los primeros días de crecida el agua bajaba con demasiada fuerza y muchos obstáculos eran imposibles de superar, pero fue suficiente con un par de días sin llover para que bajara un poco la corriente las condiciones fueran perfectas, así que hoy nos acercamos al Sella a probar suerte y lo cierto es que no nos equivocamos.




Macho de salmón

En la escala de Cañu la actividad era frenética durante el tiempo que estuvimos allí pudimos observar a varias decenas de salmones remontando los rápidos, aunque en muchas ocasiones lo intentaban por sitios imposibles y volvían a caer de  nuevo al pozo. Además de salmones vimos varios reos que también superaban los saltos e incluso algunas truchas más pequeñas que lo intentaron sin demasiado éxito.








Si las lluvias son favorables y el nivel del río está lo suficientemente alto, los salmones seguirán subiendo aguas arriba hasta llegar a los frezaderos. Ya no falta mucho tiempo y a mediados de diciembre muchos machos ya estarán acotando las mejores zonas a la espera de que las hembras maduren. Los peces que vimos hoy remontando las cascadas ya habían perdido el color plateado que aún conservaban a finales de verano, y la mayoría de los machos ya tenían las mandíbulas desarrolladas

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño