Hay noticias que se entienden mejor cuando se ven juntas, ya que en muchas ocasiones, si se leen por separado, o no se tiene la suficiente información, la interpretación de los hechos puede resultar confusa.
sábado, 18 de marzo de 2023
¿Les preocupa a los ayuntamientos la invasión eólica?
lunes, 6 de marzo de 2023
Emisión de "El Ocaso del Rey" en TVE2
Hoy lunes, 6 de marzo, a las 16:30h, se emitió nuestro documental, "El Ocaso del Rey" en la 2 de TVE. Si no lo pudisteis ver en directo, estará disponible en la plataforma RTVE play hasta el 30 de septiembre de 2025, donde se podrá ver libremente.
Esperamos que os guste y ojalá sirva para poner un granito de arena que ayude a la conservación de esta magnífica especie, que como comentamos en el documental, después de más de 10.000 años de relación en la que la hemos llevado al borde de la extinción, puede que ahora seamos los únicos capaces de salvarlo.
jueves, 2 de marzo de 2023
¿Qué es un alcorque?
Me encanta aprender palabras nuevas y a la vez me sigue sorprendiendo que siempre haya palabras para describir objetos o situaciones que en condiciones normales no nombramos, o recurrimos al socorrido "el agujero ese que suele estar en.." o, "el trozo de metal que se pone entre esto y aquello".
Pues una palabra que aprendí hace unos días es ALCORQUE. Ni siquiera sabía que el trozo de terreno que se abre alrededor de un árbol o de una planta tenía un nombre. Pues si que lo tiene y según la RAE, un "alcorque" es el "Hoyo que se hace al pie de las plantas para detener el agua en los riegos", y es una palabra que procede de la palabra árabe "alqúrq", pero también del latín "Quercus", que como sabemos, es el género de plantas que inlcuye a robles, encinas y alcornoques. Todo indica que la palabra surgió en el siglo VIII, con la llegada de los musulmanes a Al-Ándalus.
Pues hablando de Alcorques, una de las cosas en las que me llevo fijando desde hace mucho tiempo es en el maltrato rutinario que se hace desde los ayuntamientos de las ciudades a la mayoría de los árboles que se plantan en las calles y aceras, tratándolos como a vulgares piezas de mobiliario urbano, sin darse cuenta de que como seres vivos que son necesitan agua y espacio, ya que al contrario que los bancos o las papeleras, respiran, hacen la fotosíntesis y crecen, si los dejan.
Por el contrario, a la derecha, podéis ver dos ejemplos de alcorques, que sí cumplen su función de filtrar y retener el agua de la lluvia, permitiendo que el tronco del árbol crezca y se engrose. Y aparte de eso y sin lugar a dudas, es mucho más estético y agradable a la vista e incluso al olfato, que las jaulas de hormigón de las otras fotos.
A partir de ahora fijaos en los los árboles y alcorques de vuestras ciudades, por ejemplo en Oviedo donde los árboles se constriñen entre hormigón y adoquines, y buscar las diferencias. Quizás vaya siendo hora de promover una ley que controle el maltrato vegetal.
jueves, 5 de enero de 2023
El sueño de la invisibilidad
Una de las fantasías mas recurrentes a lo largo de la historia de la humanidad es la de la invisibilidad. Ya en la mitología griega, Perseo, el hijo de Zeus y Danae, consiguió cortar la cabeza de Medusa gracias al casco de Hades, el dios del inframundo, que volvía invisible a todo el que se lo pusiera. Desde entonces, han sido muchas las historias que han hablado del sueño de la invisibilidad, desde el hombre invisible de H.G. Wells hasta el anillo del Señor de los anillos o la capa de invisibilidad de Harry Potter.
Lo cierto es que todos hemos soñado alguna vez con poder hacernos invisibles y ver sin ser vistos y para eso nos vestimos de camuflaje o nos pintamos la cara de verde y ocre, como vemos muchas veces en las películas. Ese sueño de la invisibilidad ha hecho, por ejemplo, que la industria armamentística invirtiera millones de euros para construir aviones "invisibles", o más bien indetectables al radar para poder sorprender a los ejércitos rivales.
En la naturaleza, hay muchos ejemplos de animales que han logrado acercarse mucho a la invisibilidad como una estrategia para pasar desapercibidos, sobre todo ante sus depredadores, aunque también para no ser detectados por sus presas. La forma más frecuente de invisibilizarse es gracias al camuflaje. Algunos tienen una coloración y un diseño corporal que unidos a su inmovilidad hace que pasen desapercibidos. Otros, como los camaleones, pueden cambiar su coloración dependiendo de la coloración del fondo, y lo hacen porque tienen varias capas de células con distintos pigmentos (rojos, amarillos, azules y marrones) que además pueden reflejar distintas longitudes de onda y así, dependiendo de como se estimulen pueden cambiar rápidamente su diseño y su color para mimetizarse con el medio en el que se encuentran.
Pero parte del camuflaje, hay una forma más asombrosa de lograr la invisibilidad y es haciéndose transparente, y aunque parezca increíble, no son pocos los animales que lo han conseguido. La mayoría de esos animales transparentes son invertebrados y mayoritariamente acuáticos, como las medusas, cuyo cuerpo está compuesto en su 99% de agua. Pero en los vertebrados apenas hay casos de animales transparentes, lo que parece bastante lógico porque tienen un sistema circulatorio muy desarrollado por el que viajan los glóbulos rojos que transportan el oxígeno y que al ser opacos atenúan la luz y no se transparentan.
Uno de los vertebrados más increíbles son las llamadas Ranas de cristal, que viven en sur y centro América. Se trata de un grupo de anfibios que reúne más de 150 especies que se caracterizan porque tienen una piel muy fina que hace que se transparenten sus órganos. Estas ranas viven en bosques tropicales y miden unos 3 cm de largo y cuando están sobre las hojas se vuelven prácticamente invisibles. Solo hay un problema, por su sistema circulatorio, como ya he comentado, se mueven los glóbulos rojos que absorben mucha luz y por lo tanto no transparentan.
Las ranas de cristal son nocturnas, mostrandose muy activas tanto para alimentarse como para aparearse y cuidar de las puestas. Pero durante el día se quedan inmóviles sobre las hojas y así consiguen pasar desapercibidas ante sus depredadores. Pero, ¿cómo se arreglan para que sus glóbulos rojos no sean visibles? Como las ranas son nocturnas, los investigadores se volvieron nocturnos y las estudiaban por la noche, pero fue cuando capturaron algunas y las pusieron en un recipiente de cristal cuando se fijaron en que los glóbulos rojos aparentemente "desaparecían".
En un artículo publicado recientemente en la revista Sicence se explicó que lo que hacían hacían estas ranas era extraer aproximadamente el 90% de los glóbulos rojos de la sangre de su sistema circulatorio y empaquetarlos en el hígado. De esa forma, por el sistema circulatorio seguía circulando el plasma pero no los glóbulos rojos. Cuando se despiertan y necesitan activarse, libera los glóbulos rojos al sistema circulatorio y el hígado, que antes se había dilatado, vuelve a encogerse.
Soprendentemente, esta concentración de glóbulos rojos, que en otros vertebrados produciría coágulos y lesiones o incluso la muerte, a las ranas de cristal no les afecta. Por otra parte, también resulta asombroso que sin glóbulos rojos en el sistema circulatorio y por lo tanto, sin poder transportar el oxígeno a los tejidos, las ranas puedan permanecer en un estado de latencia sin sufrir daños. Si se supiera como lo consiguen podría ser de gran ayuda para aplicarlo a terapias humanas para reducir la incidencia de ictus o enfermedades cardiacas.
miércoles, 7 de diciembre de 2022
El parásito que controla el comportamiento de los lobos...y de los humanos
Hace unos días se publicó un artículo en la revista Communications Biology en el que se exponían los resultados de un trabajo que confirmaba que los lobos infectados con Toxoplasma gondii desarrollaban comportamientos más arriesgados, como dispersarse en busca de nuevos territorios, y de esas forma se incrementaban sus posibilidades de convertirse en líderes de la manada. Evidentemente, asumir esos riesgos implicaba que el riesgo de morir también aumentaba respecto a los no infectados. Este trabajo se desarrolló en el Parque Nacional de Yellowstone, donde en los años 90 del siglo pasado se reintrodujo la especie después de que fuera exterminada 70 años antes.
Pero antes de entrar a analizar los resultados de ese artículo, lo primero será conocer al parásito que es el verdadero protagonista de esta historia. El Toxoplasma gondii es un protozoo parásito que tiene como huéspedes definitivos a los felinos, reproduciéndose sexualmente en su interior. Posteriormente, el felino libera los ooquistes del Toxoplasma con sus excrementos y luego, el hospedador intermedio, que puede ser cualquier animal de sangre caliente, incluidos nosotros, ingiere los ooquistes directamente al entrar en contacto con dichos excrementos, o indirectamente a través del agua o los alimentos (por ejemplo carne o vegetales) que hayan estado en contacto con ellos.
¿Pero qué tiene que ver todo esto con los cambios en el comportamiento?
Hay muchos ejemplos de parásitos capaces de modificar el comportamiento de sus huéspedes para lograr propagarse, y el Toxoplasma es uno de ellos. En los últimos años se han publicado gran cantidad de trabajos que confirman que el Toxoplasma modifica el comportamiento de los huéspedes intermedios haciendo que tomen más riesgos de lo habitual, y de esa forma incrementan las opciones de que ese huesped acabe siendo la presa de un felino, llegando así al huesped definitivo. Evidentemente no todos los huéspedes acabaran en las fauces de un felino, pero sí en muchos casos, por ejemplo cuando un gato se come un ratón infectado.
¿Qué ocurre con los lobos de Yellowstone?
En Yelowstone no hay gatos domésticos y allí el hospedador definitivo es el puma (Puma concolor). En este caso, tanto lobos como pumas son los dos depredadores apicales del ecosistema y compiten entre si por presas similares, como alces y ciervos.
sábado, 8 de octubre de 2022
Matemos al mensajero: cuando el denunciante se convierte en culpable
Esta noticia aparecida en el diario La Nueva España es una más que confirma, por una parte, el desprecio absoluto que tienen las administraciones regionales hacia la ciencia y por otra parte, la connivencia, la suavidad y la permisividad que tiene esas mismas administraciones ante los presuntos furtivos, incendiarios, envenenadores y demás delincuentes. Quizás con responder a estas preguntas se aclararía el tema: ¿Cuantos casos de furtivismo, incendios, envenenamientos y demás delitos contra la fauna y el medio ambiente se producen al año? ¿Cuantos furtivos, incendiarios o envenenadores han sido condenados? La respuesta a la primera serán varios cientos, la respuesta a la segunda, es más sencilla: uno o ninguno.
lunes, 26 de septiembre de 2022
Curso de ética periodística: La falacia del falso equilibrio en los debates sobre medio ambiente
Son las 10 de la noche, prime time, y comienza un programa especial en la televisión en el que dos personas debaten sobre inteligencia artificial y computación. A un lado se sienta un ingeniero informático con 30 años de experiencia, que empieza su intervención hablando de lenguajes de programación, sistemas operativos y complejos algoritmos. Al otro lado se sienta una persona que afirma que todo eso es un montaje y que realmente dentro de los ordenadores hay pequeñas personitas que manejan los cables y hacen todas las operaciones, pero no las vemos porque son demasiado pequeñas.
El moderador despide el programa, no sin antes ensalzar el papel de su cadena de televisión en dar voz a todo el mundo con el fin de conocer la verdad. Al mismo tiempo, despide al defensor de la conspiración y critica la desconsideración del ingeniero informático al abandonar el debate, mientras el ingeniero, en la puerta del estudio, se pregunta por qué accedería a acudir a semejante pantomima. A pesar de contar con todos los argumentos y pruebas de su lado ha perdido el debate y lo sabe.
Pero un resultado más alarmante es que gracias a este debate, una opinión absurda, que solo defendía un pequeño grupo de personas, empieza a ser tenida en cuenta por algunas personas más y sembrará la duda sobre parte de la audiencia, mientras que otra parte, más receptiva ante todo tipo de conspiraciones, la incorporará a su repertorio conspiranoico como una prueba más de una supuesta confabulación planetaria.
Este tipo de estrategia, la de la la equidistancia, también conocida como Falacia del Falso Equilibrio es un truco usado frecuentemente en televisión para ganar audiencia y consiste precisamente en eso, en enfrentar en un debate a dos posturas contrapuestas, una representada por experto en la materia y otra por un charlatán sin ningun conocimieno o cuya postura es respaldada por una ínfima minoría de personas.
La falacia del falso equilibrio en los debates sobre el Cambio Climático
No hace falta decir que el programa siguió el guión previsto y perfectamente calculado por los guionistas y responsables de la cadena: descalificaciones, falta de pruebas para rebatir los datos empíricos y las investigaciones, y por supuestos bromas y chascarrillos de los negacionistas y de la propia presentadora (“Habla antes de que se acabe el mundo, Fran”). Objetivo cumplido.
Si realmente se quisiera hacer un debate serio sobre el cambio climático, respetando las opiniones científicas y el consenso existente entre los investigadores, la proporción de participantes en el mismo, o el tiempo que debería darse a cada uno de los participantes sería el que se representa en la figura anterior: 97 científicos que apoyan la idea del cambio climático y la influencia antropogénica en el mismo, 2 negacionistas y 1 persona que pasaba por allí, que no sabe nada del tema pero que opina que todo es un montaje, por ejemplo, Esperanza Aguirre.
jueves, 15 de septiembre de 2022
De los gorriones de Mao Tse Tung a los mosquitos de Xi Jinping
A finales de los años 70 del siglo pasado se emitía en TVE un programa que se titulaba "La segunda oportunidad", que presentaba Paco Costas y en el que se comentaban accidentes de tráfico y cómo evitarlos. Recuerdo que el encabezamiento del programa era un coche que se estrellaba contra una roca en medio de la carretera y luego rebobinan la película (o como se diga ahora) y en la nueva escena, el coche evitaba el accidente, mientras una voz en off decía "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra".
Pues todo este rollo viene a cuento de la noticia que ha aparecido estos días en la prensa según la cual, el gobierno chino estaría planteandose eliminar todos los mosquitos para así eliminar las enfermedades que ellos transmiten. Una política que iría en la linea de la que propuso en 2002 George Bush junior, ese gran estratega, de talar todos los árboles para así acabar con los incendios.
Esta brillante idea del gobierno chino tiene un gran parecido con la idea que tuvo Mao Tse-Tung en los 60 del siglo pasado con los gorriones, cuando pensó que si un solo gorrión podia comer 4 kilos de grano al día, si se mataran todos los gorriones, eso serviría para que todo el grano que ya no comerían los gorriones lo pudieran comer las personas.
Así que se pusieron manos a la obra y tras una intensa campaña difamatoria en la que pusieron a los gorriones como los auténticos jinetes del Apocalipsis, animaron a intervenir y matar todos los gorriones que pudieran. Y tanto éxito tuvo la campaña que la gente usó todas las armas a su alcance, desde destruir sus nidos a envenenamientos masivos, hasta que en pocos años casi lograron extinguirlos. Curiosamente, unas pequeñas poblaciones urbanas consiguieron salvarse porque quedaron encerradas en algunas embajadas de otros paises que prohibieron el acceso a los aniquiladores de gorriones.
¿Cuál fue la consecuencia? ¿Hubo más grano en las despensas de la gente? Pues ocurrió todo lo contrario, el descenso de la población de gorriones hizo que las plagas de algunos insectos, sobre todo de langostas migratorias, se extendieran sin control y arrasaran con las cosechas, acabando con el alimento de la población y provocando la gran hambruna china en la que se estima que murieron más de 50 millones de personas. Habían olvidado, entre otras cosas, que los gorriones, además de grano, consumen muchos insectos, sobre todo durante la época de reproducción.
Finalmente, aunque nunca de forma explícita, el gobierno chino tuvo que admitir su error con los gorriones y Mao Tse Tung apareció en la televisión y en los carteles publicitarios en la que decía a la gente que se olvidara de los gorriones. Aun así, la población de gorriones se había reducido tanto que el gobierno chino pidió ayuda a la URSS para que les enviara un cargamento de gorriones para tratar de restaurar las poblaciones que habían sido diezmadas. Y según cuentan, el propio Nikita Jruschov se implicó en dicha repoblación y envió en secreto un barco con mas de 200.000 gorriones para que la población no se enterara de que Mao había cometido un error garrafal que había costado millones de vidas humanas.
De todas formas, la campaña de descrédito de los gorriones por parte del estado habia calado tan profundamente en la sociedad que siguieron matándolos y de nada sirvió que se declara especie protegida. Tal era la mala fama que tenían los gorriones que en el año 2001, el propio gobierno tuvo que hacer una nueva campaña para limpiar su imagen.
¿Qué pasará con los mosquitos? ¿Serán los nuevos gorriones de Xi Jinping? El tiempo lo dirá, pero suele pasar que cada vez que jugamos a ser dios, salimos escaldados.
miércoles, 3 de agosto de 2022
La historia de una viñeta, un cazador y un urogallo
Aunque hayamos escuchado miles de veces el dicho de que una imagen vale más que mil palabras, lo cierto es que no es nada fácil condensar en una sola imagen un mensaje, que incluso puede poner en riesgo al autor de dicha imagen, sobre todo si el personaje en cuestión tiene un cargo relevante.
Como curiosidad, unos meses antes de que Mingote dibujara esa viñeta, Manuel Fraga Iribarne mató un macho de urogallo en los Ancares, de los pocos que quedaban ya en Galicia. La historia tuvo mucha repercusión, porque una vez que se corrió la voz de que el que hasta hacía tan solo dos años había sido ministro de Información y Turismo iba a irse de cacería a esa zona, porque ya le tenían ojeado un urogallo para que solo tuviera que apretar el gatillo, un grupo de naturalistas de la Asociación Española para la Ordenación del Medio Ambiente (AEORMA), cuyo fundador era el catedrático de economía Ramón Tamames, decidió aguarle la fiesta.
Los urogallos se siguieron cazando legalmente hasta 1980, cuando se prohibió su caza. Hasta entonces, el ICONA daba permisos para cazar un número determinado de machos, por ejemplo, en 1976 se dio permiso para cazar 49 machos para lo que se recibieron 2.350 solicitudes.
Tantos años de caza, centrada sobre todo en los machos, tuvieron como consecuencia la reducción de la variabilidad genética de la especie dando como resultado un cuello de botella poblacional. Los resultados del trabajo publicado en 2015 en la revista Conservation Genetics, confirmaron que la pérdida de variabilidad genética se produjo antes en el ADN nuclear que en el mitocondrial, lo que indicaría que los machos se vieron más afectados que las hembras, ya que el ADN mitocondrial se hereda exclusivamente por vía materna.
Volviendo a la viñeta con la que comenzaba este post, aparte del importante documento gráfico que representa, no se debe olvidar que en 1971 Franco aún no había muerto, Fraga hacia dos años que había dejado de ser ministro de Información y Turismo, y Mingote tuvo la sorna, el valor y también la inteligencia de llamarlo exterminador sin nombrarlo.
sábado, 16 de julio de 2022
El salmón camina imparable hacia la extinción
Ayer terminó la temporada de pesca con muerte en Asturias y el resultado confirma lo que se lleva diciendo desde hace años, el salmón se extingue y no se está haciendo absolutamente nada para remediarlo. En Asturias, esta temporada se han matado por pesca deportiva 414 salmones, el número más bajo de los últmos 11 años y el tercero más bajo de la serie histórica después de 2009 y 2010.
Si nos fijamos en la cifra por ríos, en el Sella se han pescado 54 peces (mínimo histórico), en el Cares-Deva 27 (mínimo histórico), en el Eo 18 (mínimo de los últimos 24 años), en el Esva 6 (5 más que los últimos 2 años, pero una cifra ridícula) y solo el Narcea, con 309 salmones, el 75% de las capturas totales, con 9 salmones más que el año pasado, contiene un poco ese descenso brutal.
¿A qué se deben esas diferencia entre ríos? Existe una relación clara entre el caudal del río y entrada de peces, así como con la temperatura del agua, pero habría que hacer un análisis más en detalle. Lo que parece claro, a pesar de lo que muchos afirman, es que no está relacionado con las repoblaciones, por dos razones principales.
El número de peces pescados de origen de repoblación y con adiposa cortada es ínfimo. Según los datos oficiales, entre 2008 y 2020 se pescaron 11618 salmones, de los cuales solo 98 (el 0,84%) tenían la adiposa cortada. Este mismo año, en el Narcea, de los 309 salmones pescados, solo 3 tenían la adiposa cortada.
La segunda razón que no explicaría esa supuesta relación entre repoblación y número de capturas es que según los datos oficiales proporcionados por la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado de Asturias, el número de pintos repoblados fue muy similar entre el Narcea y el Sella, incluso más en el Sella, por ejemplo, entre 2010 y 2018 se repoblaron 1.486.028 peces en el Sella, procedentes de la piscifactoria de Avalle, y 1.066.025 peces en el Narcea, procedentes de la piscifactoria de las Mestas.
Este descenso global en el número de capturas en los ríos asturianos está ocurriendo también en el resto de ríos ibéricos que aún mantienen poblaciones de salmón. En Cantabria, a falta de 15 días para que termine la temporada, solo se han pescado 17 ejemplares entre los 4 ríos en los que se peude pescar, en el Bidasoa, solo 23 de un cupo máximo de 51. En Galicia poco mas de 30.
A la vista de estos datos, poco hay más que decir que lo que ya se lleva diciendo desde hace tiempo. Es necesario vedar la pesca del salmón en todos los ríos españoles para dejar que los cada vez menos peces que remontan los ríos puedan reproducirse. Se deben dejar de capturar peces para estabularlos y desovarlos en piscifactorías, porque las repoblaciones no solo no son efectivas sino que causan un daño terrible a las poblaciones salvajes, tal como confirman cientos de trabajos científicos, además de privar a esos peces capturados de la oportunidad de reproducirse en el río. Se deben restaurar los cauces, eliminando los obstáculos obsoletos e inútiles que impiden remontar a los peces a las zonas altas de los ríos y se debe incrementar la vigilancia para intentar reducir los casos de vertidos, furtivismo, etc.
Quizás ya lleguemos tarde y el salmón haya llegado al punto de no retorno, pero al menos se debe intentar. Lo que está claro es que las medidas aplicadas hasta ahora no han funcionado y si se sigue por este camino, permitiendo matar los pocos peces que entran, no quedan muchos años para certificar la extinción de la especie.