miércoles, 30 de diciembre de 2020

Mi año de la marta

Si hay un animal que se ha convertido para mí en el animal del año, ese es la Marta (Martes martes). Un animal que hasta este año solo veía fugazmente y por desgracia, la mayoría de las veces me lo encontraba atropellado en los arcenes de la carretera. 

La marta es un mustélido de hábitos forestales, más abundante en manchas arbóreas caducifolias, aunque lo cierto es que se puede encontrar en una gran variedad de hábitats. Hasta hace no demasiado tiempo, en Asturias las martas eran abundantes en el interior, mientras que en la franja costera su lugar era ocupado por la Garduña (Martes foina), un pariente cercano de la marta y muy similar a ella. Desde hace unos años, la marta ha colonizado muchas zonas costeras y actualmente la distribución de ambas especies se solapa y en gran parte de la rasa ya es la especie dominante.

Durante los meses en los que estuvimos confinados durante este aciago 2020, tuve la suerte de tener varios encuentros con una marta, que al llegar el verano se hicieron tan habituales que era raro el día en que no aparecía por casa, incluso varias veces, volviéndose tan confiada que dejaba que me acercara a ella a menos de 3 o 4 metros sin alterarse lo más mínimo.

Todo empezó cuando a finales de marzo coloqué una cámara de fototrampeo cerca del montón de compost donde dejábamos los restos orgánicos de la casa. El primer día que la puse, poco después de oscurecer, una Garduña apareció y se pasó más de media hora revolviendo entre la hierba hasta que encontró varios restos de fruta que se comió allí mismo. A pesar de ser de noche y que las imágenes infrarrojas eran en blanco y negro, el aspecto de la cola, la forma de la mancha del pecho y el tamaño de las orejas, confirmaban que se trataba de una garduña y descartaban la confusión con una marta. 

Durante varios días, la garduña siguió visitando el montón de compost, pero siempre entre la puesta del sol y el amanecer. Hasta que un día, a principios de abril, poco después de que la garduña se hubiera marchado y cuando ya había amanecido, la marta apareció por primera vez. A partir de ese día, la marta y la garduña siguieron visitando el jardín, pero nunca coincidieron las dos juntas. 

 

Los días fueron pasando, y mientras la garduña seguía con sus hábitos nocturnos, la marta empezó a visitarnos con más frecuencia y a cualquier hora del día. Entrada la primavera y cuando muchos pájaros ya se encontraban criando, sabía que andaba por los alrededores al escuchar el reclamo de alarma de los petirrojos y los carboneros. Pero bastaba con que me acercara para que escapara corriendo sin que me diera tiempo a poder hacerle una foto decente.

Con el paso del tiempo mis encuentros con la marta fueron haciéndose más frecuentes. Ya la reconocía al verla por la forma del babero y por unos pocos pelos blancos que tenía entre las orejas. Y poco a poco se fue volviendo más confiada. Cuando me avisaban los petirrojos, salía al jardín y me sentaba a esperarla. Ya conocía el recorrido que hacía, entraba por debajo del seto, subía hasta el montón de compost, rebuscaba entre los restos del día anterior y luego seguía el mismo camino para salir de nuevo al bosque. 


Hasta que por fin, una mañana del mes de mayo, apareció delante de mí, a menos de 4 metros de donde la estaba esperando, se levantó sobre sus patas traseras y se me quedó mirando. Nos quedamos los dos quietos, sin movernos durante casi un minuto y luego, se agachó de nuevo y siguió el mismo camino que había recorrido tantas veces, haciendo alguna parada de vez en cuando para volver a mirarme.


A partir de ese día, no sabría explicar muy bien por qué, no se volvió a asustar al verme. Recuerdo haber preparado un hide para esconderme a hacerle fotos, pero nunca llegué a usarlo. Solo me sentaba, esperaba y ella se comportaba con naturalidad como si yo no estuviera allí. Probablemente se habría acostumbrado a mi presencia y de alguna manera sabía que no era peligroso. 

Pero las sorpresas no se iban a terminar. Una mañana, como siempre, volví a escuchar las llamadas de alarma de los pájaros y salí al jardín como los días anteriores. Al rato apareció corriendo en un sitio por el que no la esperaba, y poco después apareció de nuevo, y pocos segundos después otra vez. O se movía demasiado rápido o había más de una marta en el jardín. Y así fue.


La marta, que como ya me había percatado al ver las fotos, era una hembra, apareció con sus dos cachorros ya crecidos, pero que seguían siendo más pequeños que ella. Pero al contrario que "la de casa", los dos cachorros eran mucho más desconfiados y salieron despavoridos nada más verme. Fue su última visita, probablemente porque a esa edad ya estarían a punto de independizarse. 


Las martas son animales solitarios, que marcan los límites de su territorio con excrementos y otras marcas olorosas. Y como me había demostrado en varias ocasiones, sin ningún tipo de recato ni vergüenza, la hembra ya había decidido que mi casa era su territorio y como si fueran las piedrecitas con las que Pulgarcito marcaban el camino de regreso a casa, ella depositaba a diario sus excrementos a lo largo y ancho del jardín de casa.


La primavera se terminó y durante todo el verano la marta siguió apareciendo puntualmente a su cita. En más de una ocasión, mientras que quedaba embobado mirándola, llegué a pensar que le gustaba que le hiciera fotos, porque no solo no se asustaba de mí, ni del ruido del obturador de la cámara, sino que parecía posar y en más de una ocasión tuve que alejarme porque no me entraba en el encuadre.

Entre tanta visita y tanto recorrido por el jardín, prácticamente no había un rincón ni un árbol que la marta no se conociera de memoria, y como en muchos de ellos varias parejas de jilgueros, verdecillos y petirrojos habían instalado sus nidos, no tardó en ocurrir lo inevitable. Una pareja de jilgueros había construido el suyo en el peor sitio posible, a menos de 2 metros del suelo, pegado al tronco y demasiado visible. Un lujo para mí, que podía ver sus idas y venidas desde la ventana de casa, pero un terrible error para ellos, ya que era muy accesible para los depredadores, y más aún para uno que siente debilidad por los nidos y que es capaz de trepar sin esfuerzo a cualquier árbol, por alto que sea.


Durante las primeras semanas, mientras la hembra incubaba y los pollos eran aún muy pequeños, consiguieron pasar desapercibidos, a pesar de que la marta paseaba a diario bajo el nido. Pero los pollos crecieron rápido y el olor y sus reclamos solicitando alimento fueron demasiadas pistas y tentaciones para ella. Y el final de la historia os lo podéis imaginar. Una historia sin buenos ni malos, ya que la depredación es algo completamente natural en todos los ecosistemas y los errores se suelen pagar con la vida. 


Pero de todo se aprende, y después de poco más de un mes, la misma pareja de jilgueros consiguió sacar adelante una pollada de reposición. Esta vez habían construido el nuevo nido en el árbol de al lado, a más altura y en el extremo de una rama a la que la marta, por mucho que se esforzara, no podría llegar.

El verano se acabó, como se acaban todos los veranos, y con la llegada del otoño la marta volvió a retomar sus hábitos nocturnos y no la volví a ver. Pero sé que sigue visitándonos porque todas las noches revuelve el montón de compost y me sigue dejando sus recados en el camino de casa. 

PD: haced clic en las fotos para verlas mejor.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Todas las imágenes tienen una historia

Hoy hace justo dos años que grabamos la secuencia del desove de los salmones. Tan solo 25 segundos que condensan una historia que se ha repetido durante miles de años. Cuando Jorge Chachero y yo nos propusimos hace más de 10 años hacer un documental sobre el Salmón atlántico, ya teníamos esa secuencia en la cabeza y pensábamos que no nos costaría demasiado grabarla. Solo había que ir al río, localizar a los peces y grabarlos. No parecía muy complicado.

Durante varios inviernos estuvimos yendo al río y fracaso tras fracaso llegamos a pensar que no lo conseguiríamos. Si había llovido hacía poco, el río estaba muy turbio y no se veía nada, si estaba claro, no había peces. Si no había llovido y había peces en la zona de desove, teníamos que colocar la cámara, intuyendo tras observar su comportamiento, donde se produciría el desove. Si todo encajaba, solo teníamos que esperar por el resultado, revisar varias horas de grabación una vez que llegábamos a casa y cruzar los dedos. Muchas veces, la batería se había agotado antes de que desovaran. Otras veces, habían llegado a desovar, pero los salmones habían quedado fuera del encuadre. Alguna vez, todo estaba perfecto y en el último momento, unos segundos antes del desove, una hoja inoportuna arrastrada por la corriente se enganchó en la lente y nos tapó la escena. Solo disponíamos de unos pocos días al año, y si no lo conseguíamos teníamos que esperar al año siguiente para volver a intentarlo. Y eso hicimos durante 5 años, hasta que al final, el último año que nos habíamos puesto como tope, lo conseguimos.

Justo hace 2 años, después de varias visitas al río, localizamos a una hembra y a varios machos en una tablada. Durante los siguientes días regresamos a la zona donde la habíamos visto, colocamos las cámaras, pero la hembra no desovaba. Hasta que un día, volvimos a repetir la rutina habitual y mientras mirábamos desde fuera del río sin muchas esperanzas, vimos una nube blanquecina que enturbió el agua durante unos segundos. ¡¡Habían desovado, no había dado tiempo a que la batería se agotara y la cámara parecía estar bien colocada!!

En ese momento, aún más nerviosos que antes, pasaron por nuestras cabezas todos los desencuadres, todas las hojas inoportunas, y todas las tostadas que la ley de Murphy se encarga de que caigan por la cara de la mermelada. Afortunadamente, ese día la tostada cayó boca arriba y hasta la hembra de salmón tuvo el detalle de doblar la cola en el último momento para entrar en el plano.

 

La próxima vez que veáis un documental de naturaleza, recordad que detrás de cada segundo que veis en el montaje final hay muchas horas, muchas hojas inoportunas y muchas tostadas boca abajo.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Sol rojo e incendios forestales

El color de la luz que perciben nuestros ojos depende en gran medida de los fenómenos atmosféricos y varia según la hora del día y la posición que ocupe el sol en el firmamento y también de las condiciones particulares de cada momento. Ayer, poco antes del ocaso, el sol  se tiño de un intenso color rojo, tan intenso que parecía irreal, mucho más fuerte del que podemos ver en un ocaso normal.

Sol rojo, al fondo el Cabo Busto (Valdés, Asturias)

Durante toda la tarde, una bruma muy densa de un color anaranjado pálido cubría gran parte del horizonte y esas condiciones tenían mucho que ver con el extraño color del sol.

Que el sol se ponga anaranjado o rojizo en el momento del ocaso tiene una explicación física relacionada con las propiedades de la luz y que se conoce como dispersión de Rayleigh. Los rayos solares interaccionan con la atmósfera y con las numerosas partículas y aerosoles que se encuentran en ella. La luz visible que procede del sol comprende solo una parte del espectro electromagnético que tiene distintas longitudes de onda, que asociamos a los distintos colores que percibimos. Las longitudes de onda más cortas corresponden a los violetas y azules, mientras que las longitudes de onda más largas corresponden a los naranjas y violetas. De esta forma, cuando la luz penetra en la atmósfera estas ondas pueden ser reflejadas, dispersadas o refractadas.

Dispersión de Rayleigh (Tomado de Meteoclim

En el momento de la puesta de sol la luz atraviesa más cantidad de atmósfera que cuando está en el cenit y por lo tanto, las longitudes de onda más cortas (azules) se dispersarán más al chocar con un mayor número de partículas suspendidas en ella. Por el contrario, las luces cálidas (rojas y anaranjadas) al tener mayor longitud de onda se dispersaran menos y por eso llegarán en mayor cantidad a nuestra retina. 

Cuantas más partículas haya en suspensión en la atmósfera, más rojizo se verá el sol. Pero la densidad de esas partículas puede variar dependiendo de las circunstancias particulares de cada momento y pueden ser de varios tipos: aerosoles naturales, arena del desierto arrastrada por el viento, contaminación o cenizas procedentes de una erupción volcánica o por un gran incendio.

En el caso del sol rojizo de ayer, poco antes de tomar esta fotografía, se veía una densa calima sobre el mar, muy distinta a las frecuentes nieblas que suelen aparecer después de un día de fuerte calor y elevada humedad. No sería extraño que el origen de esa calima estuviera en los terribles incendios que asolan estos días Galicia, sobre todo Ourense y Lugo y que han sido arrastradas por los vientos de componente Oeste, pero también en el humo de los grandes incendios de California, llegado desde allí hasta Europa  arrastrado por la potente corriente de chorro que cruza el Atlántico.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Los otros primates europeos

 En Europa habitan dos primates en estado salvaje, nosotros y el Macaco de Berbería (Macaca sylvanus) que vive en el Peñón de Gibraltar. La distribución de esta especie a nivel mundial está restringida a este pequeño enclave en el sur de la Península ibérica, donde viven unos 200 ejemplares, y a unos pocos lugares del norte de África. Según un artículo publicado en la revista PNAS (Modolo et al., 2005) y tras analizar el ADN mitocondrial de 280 individuos, los macacos de Gibraltar descienden de unos pocos ejemplares capturados en Marruecos y en Argelia que fueron llevados a la Península ibérica por los árabes entre los años 711 y 1492. 

En el caso de los mamíferos, el ADN mitocondrial se hereda exclusivamente de la hembra, ya que es el óvulo el que transfiere las mitocondrias al embrión, porque en el momento de la fecundación el espermatozoides solo contribuye con su material genético. Por lo tanto, los estudios de ADN mitocondrial son especialmente útiles para estudiar la filogenia de especies con linajes matrilineales. En el caso de los macacos, al tratarse de especies que tienen un sistema social en el que las hembras permanecen en el grupo donde nacieron, mientras que los machos cambian de grupo al alcanzar la madurez sexual, el ADN mitocondrial es clave para estudiar los fenómenos de dispersión. 

De todas formas, según señalan otros trabajos posteriores (Alba et al, 2018), el Macaco de Barbería pudo haber ocupado grandes extesiones de Europa durante el Plioceno, pudiendo haberse extinguido hace unos pocos miles de años debido a una combinación de causas, por una parte a cambios en el clima y también por la creciente presión antrópica.

En el caso de la población gibraltareña, su población se había reducido enormemente a mediados del siglo pasado, apuntándose que quizás la elevada endogamia de esa población estuviera afectando a la capacidad reproductiva de la especie. Alarmado por esta situación, en 1942, en plena guerra mundial, Winston Churchill, ordenó la captura de nuevos ejemplares en África para que fueran llevados a Gibraltar, ya que en ese momento solo quedaban 4 ejemplares en el peñón. Por lo que se ve, Churchill era muy supersticioso y no quería que se cumpliera la leyenda que decía que en el momento en que desaparecieran los monos de Gibraltar, el peñón dejaría de ser británico.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Nuevo reconocimiento para nuestro documental sobre el Salmón atlántico

En el último mes, nuestro trabajo sobre el Salmón atlántico, "El Ocaso del rey" (Twilight of the river king) nos ha dado muchas alegrías. Además de participar en las XIV Jornadas Medioambientales de Herramelluri (La Rioja) y en las V Xornadas Ambientais de Coruxo (Vigo) y tener la oportunidad de comentar con mucha gente la dramática situación por la que pasa esta especie en los ríos de la cornisa cantábrica, el documental ha sido seleccionado en dos importantes Festivales internacionales de conservación: el Wildlife Conservation Film Festival y el Latin American Nature Awards 2020, siendo en este último elegido como uno de los 10 finalistas en la sección "Mejor documental".


En este documental, además de seguir al salmón a lo largo de su increíble ciclo de vida, hemos querido mostrar la relación de los salmones con el ser humano, desde la prehistoria hasta nuestros días y llamar la atención sobre la situación actual de la especie en los ríos de la Península ibérica, en el límite sur de su área de distribución natural. 

Os recordamos que el documental está disponible se puede ver online en la modalidad ON DEMAND, tanto en su versión en castellano como en su versión en inglés, en los siguientes enlaces:

CASTELLANO: El Ocaso del rey

Ojalá que estos reconocimientos sirvan para dar a conocer al gran público, tanto en nuestro país como en el extranjero, los problemas a los que se enfrenta el Salmón atlántico. No podemos perder más tiempo, debemos actuar ya para tratar de evitar que esta especie, que lleva remontando nuestros ríos desde hace millones de años, desaparezca para siempre.

No queremos olvidarnos de los mecenas que con sus aportaciones han hecho posible que "El ocaso del rey" pudiera ver la luz. Muchas gracias a todos, estos premios también son vuestros.

martes, 25 de agosto de 2020

La incómoda investigación de los incendios forestales en Asturias

Estamos a finales de agosto, una época del año, junto a los meses de marzo y abril, en la que los incendios forestales son el pan nuestro de cada día. Unos incendios que en el caso de Asturias, y tal como han señalado en innumerables ocasiones los informes remitidos por la Guardia Civil y la Fiscalía de Medio Ambiente, tienen su principal origen en la quema de matorral para obtener pastos para el ganado. A pesar de estos informes, las políticas del Principado de Asturias, apoyadas por prácticamente todos los grupos de la oposición, han obviado los datos y han eliminado una de las pocas medidas que había resultado útil para reducir este tipo de incendios: acotar al pastoreo aquellos montes que habían sido quemados previamente. No hace falta ser demasiado perspicaz para entender que si se quitan los beneficios directos de una determinada acción, esa acción dejaría de tener sentido.

Tampoco hace falta ser demasiado avispado para darse cuenta de que una vez eliminados por ley los acotamientos al pastoreo, el número de incendios se iba a incrementar. Y así ocurrió. Y por enésima vez, la Fiscalía de Medio Ambiente volvió a defender los acotamientos, considerando que su eliminación,  aprobada por la Junta del Principado de Asturias  (con el apoyo de PP, PSOE, IU, Foro y Ciudadanos) había sido un grave error, ya que "contribuía de manera eficaz a la disminución de incendios provocados".

Y de nuevo, y como es habitual, el Principado de Asturias hizo caso omiso a estas advertencias y tanto gobierno como oposición (que para eso sí se ponen de acuerdo), negaron cualquier relación causa-efecto entre ambas situaciones, a pesar de la contundencia de las pruebas. Ya en el año 2017, cuando se aprobó esa medida, algunas voces díscolas del PSOE asturiano, afirmaron que No quedará un metro sin quemar por culpa de la reforma de la ley de Montes, lo que sin duda le valdría a José Antonio Mesa, alcalde de Allande, un tirón de orejas por saltarse el argumentario y una petición de prudencia por parte del PP de Allande, que le dijo que "no se puede culpar a los ganaderos de incendiarios ni a nadie sin pruebas". Se ve que tampoco se han leído, o más bien, lo han leído pero lo han ignorado, los sucesivos informes de la Fiscalía, colmados de pruebas y sentencias. 

Tras la eliminación de los acotamientos, el Gobierno asturiano parece haber dado con la solución para cambiar las estadísticas sobre el origen de los incendios: si no hay pruebas no hay sentencias, y por lo tanto no hay culpables. En Asturias existe un grupo de Agentes de Medio Natural que forman las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (BRIPAS), cuya misión es buscar las pruebas sobre el origen de los incendios y en el caso de que se confirme que han sido provocados, proporcionar la información necesaria para que se sentencie a los culpables según la legislación vigente. Las BRIPAS se crearon el 2 de julio de 2002 dentro de la desaparecida Consejería de Administraciones Públicas y Asuntos Europeos del Principado de Asturias. Y desde entonces, su trabajo ha sido ha sido elogiado por el Fiscal de Medio Ambiente de Asturias, siendo un referente para los Agentes Forestales y Medioambientales del resto del Estado, habiendo conseguido 86 sentencias condenatorias desde su existencia, y marcando un récord en 2014 al sentar en el banquillo a 14 incendiaros, con sentencias condenatorias para todos ellos. Baste recordar que antes de la creación de estas brigadas la media de sentencias anuales por estos delitos oscilaba entre 1 y 3 al año. Sin duda, y a la vista de los resultados, la labor de las BRIPAS debería ser motivo de orgullo por parte del Principado, que incluso debería reforzarlas para lograr que la impunidad sobre estos delitos fuera cosa del pasado. Pero sorprendentemente, y coincidiendo con la modificación de la ley de montes que eliminó los acotamientos, el Principado modificó sus atribuciones y dependencias orgánicas, de forma que a partir de ese momento dependerían tanto orgánica como funcionalmente del Servicio de Extinción (SEPA), cuando antes dependían orgánicamente de la de la Dirección General de Justicia e Interior. De esta forma, y tal como ha denunciado la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA),  esto "podría llegar a suponer la invalidación de pruebas en procedimientos judiciales de no quedar debidamente delimitadas sus actuaciones en esta materia" ya que "los mandos y resto de personal no cuentan con la condición de Policía Judicial que les ampare para intervenir ante ilícitos penales". 

En la memoria de la Fiscalía de Medio Ambiente del año pasado, se criticó con dureza este cambio de  atribuciones , ya que, tal como dice explicitamente en su informe, "la nueva labor de la BRIPAS se centra en la investigación de la causa, pero no en la averiguación de la autoría, con lo cual la mayoría de las denuncias acaban en sobreseimiento por falta de pruebas". Evidentemente, el Principado de Asturias no cambió de opinión y tal como ha hecho hasta ahora, ni ha vuelto a imponer los acotamientos ni ha devuelto a la BRIPAS a sus atribuciones originales, y el resultado es evidente, tras el sobreseimiento de varios casos por falta de pruebas. No deja de ser curioso que tras las críticas de la Fiscalía, la portavoz del ejecutivo asturiano dijera que el Principado "perseguirá con todo rigor a las personas que provoquen incendios forestales". Si ese rigor consiste en dejar libres de sanción a los incendiarios, no hay duda de que están siendo muy rigurosos.

Pero la confirmación del interés del gobierno asturiano en desmantelar la BRIPAS y con ello, de aumentar la impunidad de los incendiarios, ha ocurrido hace unos pocos días, cuando nos enteramos por la prensa de que el Principado de Asturias tiene previsto contratar el año que viene a investigadores privados para "localizar las causas del incendio". Resumiendo, que esos investigadores privados van a encargarse de realizar el trabajo que ya realizaban con éxito los 8 agentes de Medio Natural que forman parte de la BRIPAS, y lo que es más demencial, con 3 plazas vacantes que quedan por cubrir. Sin duda, una jugada perfecta que el presidente del Principado de Asturias debería explicar en el Parlamento asturiano.

A fin de cuentas, y tal como decía el ex-director de Política Forestal del Principado, Joaquín Arce, "los incendios forestales son a la sociedad asturiana como el narcotráfico a la sociedad mexicana o la colombiana, o como la corrupción a la clase política española, es decir, algo consustancial y asumido, aceptado y tapado por una parte importante de la sociedad, pese a lo que digan el sentido común, el Código Penal, la economía y la ciencia, lo que dificulta enormemente los esfuerzos para acabar con esas prácticas dañinas y delictivas", lo que hace que los incendios sean tapados y asumidos tanto por la sociedad asturiana, como por sus gobernantes. 

Mientras tanto, y ya que no interesa conseguir pruebas, seguiremos culpando de los incendios al viento, al calor y a la mala suerte, y mientras tanto los incendiarios seguirán campando a sus anchas. Como decía el otro, "viva el vino"


lunes, 24 de agosto de 2020

El fin del viaje

Todas las historias tiene un final y este es el final de la historia de un alcatraz, una de las aves marinas más grandes que surcan nuestros mares. Terminada la reproducción en sus colonias del norte de Europa, tanto los adultos como los jóvenes recién emancipados se dirigen hacia el sur, pasando estos días frente a la costa cantábrica en un viaje que los llevará hacia las costas de Mauritania o incluso más al sur. No todos llegarán a su destino, algunos enfermarán, otros morirán atrapados en redes y anzuelos y a otros, agotados tras muchos años de viajes y después de haberse reproducido varias veces, les abandonarán las fuerzas y morirán de viejos.


Hoy por la mañana, un alcatraz se dejaba llevar por la corriente muy cerca de la costa. Finalmente consiguió acercarse a unas rocas en la orilla y con esfuerzo se subió a una de ellas, agotado y empapado. Aleteó para sacudirse el agua de su plumaje y se quedó tumbado. No le vi ningún anzuelo, cuerda o sedal, como desgraciadamente se suelen ver en muchos de los alcatraces que se acercan a la costa y aparentemente no tenía ninguna fractura ni lesión. Simplemente parecía estar cansado. 

A pesar de que estaba muy débil, aún reservaba algunas fuerzas para defenderse y si me acercaba demasiado hacía ademán de volver a tirarse al agua. No había gente cerca, ni perros sueltos que lo molestaran. Solo el ruido de la mar y del viento, que parecía arrullarlo en sus últimos momentos, así que me fui y lo dejé tranquilo.

viernes, 21 de agosto de 2020

Luces fantasmales en la mar

Durante algunas noches al año, y más frecuentemente en verano, aparecen unas extrañas luces azuladas en la superficie de la mar que durante siglos han despertado la imaginación de marineros y habitantes de las poblaciones costeras. Como suele ocurrir con muchos fenómenos aparentemente inexplicables, la presencia de estas luces se relacionó con todo tipo de fenómenos paranormales, desde espíritus de marineros ahogados hasta almas de brujas que surgían de las aguas. En Uruguay y Argentina, a esos resplandores azulados se los llamaba "luces malas" aunque como veremos, no hay nada de malo y misterioso tras ellas.

“Mientras navegábamos, el mar presentó el más bello y maravilloso espectáculo. Había una brisa fresca y en cada parte de la superficie en la que durante el día se veía espuma ahora se emitía una luz pálida. La nave apartó dos nubes de fósforo líquido, y su estela era seguida por un séquito lechoso”

Así describía Charles Darwin en uno de sus cuadernos de viaje, su encuentro con esas luces durante su travesía a bordo del Beagle con el que dio la vuelta al mundo entre 1831 y 1836. De hecho, fue Darwin el primero que asoció la presencia de esas luces a organismos vivos.

Fotografia de Brett Chatwin

La aparición de esas luces azuladas se debe a la presencia de ciertas especies de dinoflagelados, unos organismos unicelulares que forman parte del plancton marino y que tienen la facultad de producir luz como un mecanismo de defensa contra los depredadores. En el interior de estos animales se produce una reacción química catalizada por la enzima luciferasa y que oxida las moléculas de Luciferina, que al transformarse en oxiluciferina desprende energía en forma de luz.


La capacidad de producir luz mediante este tipo de reacción química es más frecuente de lo que se cree y está presente en numerosos organismos a lo largo de prácticamente todos los niveles biológicos, desde hongos, microorganismos, artrópodos hasta algunos vertebrados como los peces. Asimismo, esta luz química puede usarse para varios fines: atraer a una pareja, como en el caso de las luciérnagas, atraer presas, como muchos peces abisales y también como un método de defensa contra los depredadores, funcionando como un mecanismo de distracción.

En el caso de los dinoflagelados que producen la bioluminiscencia marina, conocida en algunos lugares como "mar de ardora", las luces se producen cuando estos animales diminutos se excitan con las vibraciones de la superficie del mar, ya sea por el oleaje o por la presencia de otros organismos moviéndose dentro de ella. Incluso nosotros mismos, si tenemos la suerte de bañarnos en la mar en el que se den las condiciones propicias, podremos ver como el agua se ilumina mientras nos movemos dentro de ella.

Para que se produzca el mar de ardora se necesitan unas condiciones que favorezcan el crecimiento y la concentración de estos pequeños organismos. En las últimas semanas, estas condiciones de estabilidad ambiental y temperaturas altas ha producido un intenso crecimiento planctónico, que es el alimento de la Noctiluca scintillans. Las Noctilucas, debido a su limitada capacidad de movimiento se mueven empujadas por las corrientes marinas, y cuando se produce una estabilidad ambiental como consecuencia de la combinación de vientos y mareas, se concentran en determinados lugares que quedan en calma. Cuando la densidad de noctilucas es muy elevada, durante el día el agua aparece teñida de un color anaranjado muy característico, y es durante la noche cuando se produce la bioluminiscencia.


La presencia de estos dinoflagelados ha llamado la atención durante las últimas semanas en muchas playas gallegas, donde este año se ha producido un espectacular crecimiento de las mismas. Los primero que hay que decir es que no entrañan ningún riesgo para la salud, ni son responsables de otras mal llamadas mareas rojas, de las que hemos oído hablar muchas veces, y que si pueden ser tóxicas. En este último caso, estos episodios tienen su origen en la floración masiva de ciertas especies de microalgas que liberan toxinas como resultado de su actividad metabólica, y que cuando son filtradas por los moluscos que se alimentan de ellas concentran esas toxinas en sus tejidos, lo que los convierte en peligrosos para nosotros si los consumimos. 

En el caso de estas mareas rojas por el día y bioluminiscentes por la noche, como hemos comentado, son inofensivas y han protagonizado numeras fotografías, no solo en nuestras costas sino en muchos lugares del mundo. 

sábado, 8 de agosto de 2020

Sorpresa en la chimenea

Hacía ya unos meses que en casa de mis tíos se escuchaban ruidos extraños en el tejado. Algo raro sucedía allí arriba, y desde el mes de mayo, poco después de oscurecer, esos ruidos se habían hecho mucho más frecuentes. No había duda de que en la chimenea había algo más que hollín y cenizas.

Hace una semana, aprovechando que mis tíos tenían que pintar la fachada, me subí a la grúa y nos acercamos a la chimenea para tratar de confirmar la presencia de los supuestos fantasmas, cuya identidad ya conocía de antemano casi con total seguridad. Cuando la grúa estuvo a un metro de la chimenea, empecé a oír los siseos que mis tíos escuchaban por las noches, así que con cuidado, encendí una linterna y allí estaban los culpables.

Dos preciosos pollos volantones de Lechuza común (Tyto alba) no perdían detalle de mis movimientos, y entre sorprendidos y asustados, silbaban para tratar de intimidarme. Estaban completamente emplumados y les quedarían unos pocos días para abandonar el nido que sus padres habían instalado en el hueco de la chimenea. El sitio era perfecto, a cubierto de la lluvia, a buena altura y accesible desde todas las orientaciones. Solo había un problema, no para ellos, sino para mis tíos, que unos cuantos metros más abajo eran incapaces de encender la estufa, comprobando con sorpresa como cada vez que abrían el tiro, cientos de pelotillas de pelos, huesos y algunas plumas, caían por arte de magia por el hueco de la chimenea, llegando a obstruirla en varias ocasiones.

domingo, 26 de julio de 2020

Plantas invasoras: la Crocosmia

Una de las plantas invasoras que más se ha extendido en los últimos años es la Crocosmia, y más concretamente el híbrido Crocosmia x crocosmiiflora, obtenido por el cruce de Crocosmia aurea x Crocosmia pottsi, dos especies nativas de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Al igual que la gran mayoría de las plantas invasoras, esta especie fue cultivada en principio para su uso en jardinería, pero se naturalizó rápidamente ocupando grandes extensiones de Europa, América, Nueva Zelanda.


La Crocosmia es una planta herbácea, perenne y con unas inflorescencias que pueden tener hasta 20 flores de color naranja o rojizo según la variedad. De todas formas, su principal método de dispersión son los estolones bulbosos, que son capaces de propagarse con rapidez ocupando grandes extensiones de terreno en poco tiempo, lo que la convierte en una planta invasora muy peligrosa.

Desembocadura del arroyo Frieira en la playa de la Ribeirona (Cadavedo, Asturias), totalmente colonizado por Crocosmia

Desde su primera observación en estado salvaje a mediados de los años 70 del siglo pasado, la Crocosmia se ha extendido con rapidez, colonizando sobre todo las riberas de ríos, cunetas y bordes de caminos e incluso terrenos abiertos. El principal problema de la Crocosmia es que desplaza a vegetación autóctona de esas zonas, ocupando el espacio y no dejando crecer a otras plantas, lo que tiene un efecto en cascada sobre todos los organismos que habitan en esos ecosistemas.

Además de estos problemas asociados a su capacidad colonizadora, un problema añadido es la dificultad de erradicarlas, ya que no es suficiente con eliminar la parte área, sino que es necesario extraer los bulbos, lo que en muchas zonas resulta imposible.

martes, 21 de julio de 2020

La visita del NEOWISE: ciencia y profecías

Una de las sorpresas de este año, aparte de las relacionadas con la pandemia del Covid-19, ha sido la visita del cometa C/2020 F3, más conocido como NEOWISE, por el nombre del telescopio que lo descubrió el 27 de marzo de este año. Y es más sorprendente aún porque su brillo es muy superior a los de otros cometas que aparecieron en las últimas décadas, alcanzando en su perihelio una magnitud aparente de -0,9, lo que permite que sea visible sin necesidad de ningún instrumento óptico.

Cometa NEOWISE en la madrugada del 13 de julio de 2020 a las 5:40h

El momento de máximo acercamiento del cometa al sol tuvo lugar el 3 de julio, cuando la distancia entre ambos fue de "tan solo" 43 millones de kilómetros. Durante unos días se temió que al igual que ocurrió con otros cometas que nos visitaron recientemente, el C/2019 Y4 (Atlas), y C/2020 (Swan), se acabara desintegrando. Pero sobrevivió, y desde principios de julio, el cometa fue visible a diario poco antes del amanecer, por lo que dadas las fechas en las que nos encontramos, para poder verlo era necesario madrugar y cruzar los dedos para que estuviera despejado.

Localización del cometa NEOWISE entre el 13 y el 31 de julio de 2020

Afortunadamente, desde el 13 de julio NEOWISE empezó a mostrarse tras la puesta del sol, siendo muy sencillo de localizar debido a su proximidad (aparente) a la Osa Mayor. El máximo acercamiento a la Tierra tendrá lugar el 23 de julio, cuando se encuentre a 103 millones de kilómetros de nosotros. A partir de entonces y continuando su viaje hacia los confines del sistema solar, su intensidad irá disminuyendo paulatinamente hasta que el 31 de julio dejemos de verlo, al menos hasta que regrese dentro de 6800 años, lo que hace bastante complicado que los que estamos aquí podamos volver a verlo.

lunes, 6 de julio de 2020

Los peces se dispersan por el aire

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los seres vivos es el de dispersarse, o sea, moverse fuera de su lugar de nacimiento. De esta forma, los organismos son capaces de ampliar su área de distribución original y colonizar nuevas zonas donde antes no estaban presentes, siempre que las condiciones sean favorables para su asentamiento.

En muchas ocasiones, esos movimiento dispersivos no implican que sea el organismo el que se mueva, sino que son sus propágulos (semillas, esporas, huevos o embriones) los que lo hacen. El problema es que esos propágulos no tienen capacidad de movimiento, lo que evidentemente dificulta sus posibilidades de dispersión, pero para ello los organismos han "ideado" estrategias que les permiten hacerlo. En el caso de las plantas, algunas de sus semillas son muy ligeras y están provistas de estructuras que les permiten aprovechar el viento para desplazarse cientos de kilómetros (anemocoria), en otros casos pueden flotar y usar las corrientes de los ríos o incluso las corrientes marinas para colonizar nuevas islas (hidrocoria). 

Excrementos de tejón llenos de semillas

En otros casos utilizan, las plantas usan a los animales como medio de transporte (zoocoria), ya sea enganchándose en su pelaje o viajando en su interior (endozoocoria) después de haber sido ingeridas y expulsadas posteriormente con los excrementos. Para conseguirlo, las plantas rodean las semillas de una pulpa carnosa nutritiva y sabrosa, apetecible para los animales y además protegen a esas semillas con una cubierta que resiste a la digestión. En muchos casos, ese paso por el intestino es imprescindible, ya que los ácidos del estómago hacen que se rompan o agrieten las envolturas duras permitiendo la germinación. 

lunes, 8 de junio de 2020

Vida y muerte en dos imágenes

Aquí tenemos dos imágenes de una especie en peligro de extinción, una hecha en junio y otra en diciembre del mismo año.


En la primera, ese animal está agonizando después de ser pescado por afición y acabará sus días en una sartén, acompañado de una pizca de sal y pimienta. En la segunda, ese mismo animal, que de haber seguido en el río estaría desovando más de 4000 huevos que conseguirían aliviar en parte su inexorable declive.

Ahora cierra los ojos e imagínate que es un urogallo, un águila imperial, un lince o un oso.

lunes, 1 de junio de 2020

Curso de ética periodística: "Los lobos ya no son veganos"

Retomo el curso de ética periodística para hacerme eco de una noticia aparecida en la prensa local asturiana que confirma un increíble descubrimiento: los lobos ya no son veganos.


Un escalofrío recorre mi cuerpo y me pregunto a mí mismo cómo es posible que un hallazgo tan extraordinario no haya aparecido en ninguna revista científica de alto impacto y se haya tenido que recurrir a un diario como La Nueva España para sacarlo a la luz. Es de todos conocido que los lobos de Cotobello limitan su actividad alimenticia a la polinización y la herbivoría, por lo que el salto evolutivo hacia una dieta carnívora de alto contenido proteico ha tenido que venir asociado a cambios estructurales que implicarían, entre otros, la modificación de la fórmula dentaria y el acortamiento de los intestinos. Un cambio de semejante magnitud suele necesitar millones de años, pero en la población del alto de Cotobello solo ha sido necesaria una pandemia y 3 meses de confinamiento para que tuviera lugar. 

Vegetarian Big Bad Wolf I Don't Even Eat Sausages Apron | Kidozi.com

Comienzo a leer la noticia y las sorpresas no cesan: "Un nuevo ataque de lobos en el concejo de Aller" es la frase que encabeza el artículo. O sea, que ha habido otros casos antes, por lo que es evidente que en esta población de lobo, la transición evolutiva hacia la depredación ha sucedido en menos tiempo del que sugería el titular. Pero aún hay más, ya que todos los indicios apuntan a un rápido cambio de dieta que puede tener consecuencias catastróficas: "Tememos que cambien de menú y ataquen a los xatos". Por lo tanto, la transición hacia la dieta proteica no se limitará a las bestias salvajes, sino que según los científicos consultados, los lobos de Cotobello seleccionarán positivamente a los animales domésticos, en concreto crías de vaca, frente a los salvajes, ya que su carne es más tierna y por tanto más digerible.

Según comentan en la noticia, la depredación de corzos por parte de los nuevos lobos carnívoros supone una amenaza para la población de estos ungulados, ya que en los últimos años se han detectado numerosos casos de la enfermedad del gusano de la nariz del corzo. Esta enfermedad la produce el parásito Cephenemyia stimulator, una especie de tábano cuyas larvas, con forma de gusano, se alojan en las fosas nasales de los corzos, dificultando la respiración y la ingestión de alimento, por lo que se debilitan y son más susceptibles a otras enfermedades.

Desde el punto de vista de la conservación del corzo, el nuevo rol depredador del lobo carnívoro y cazador no debería ser tomado como una amenaza, sino como un alivio, ya que innumerables trabajos científicos confirman el papel de los depredadores como controladores de plagas y enfermedades, ya que al seleccionar los animales enfermos y débiles reducen la transmisión de las mismas (Wild et al, 2011). 

En cuanto a los daños al ganado, también se ha confirmado que en casos de manadas de lobos carnívoros (no como los de Cotobello, que como hemos visto antes, eran veganos), si hay abundancia de presas salvajes, los daños sobre el ganado son mínimos, a no ser que los "controles poblacionales", los envenenamientos y la caza furtiva, desestructuren las manadas, en cuyo caso, la incidencia sobre las reses domésticas se incrementa (Wielgus & Peebles, 2014, Fernández-Gil et al, 2016).

Un comentario aparte merece el tratamiento informativo de la noticia por parte de la prensa generalista. Una vez asumido el salto evolutivo hacia la depredación por parte de los lobos, deberían hacer una reflexión sobre esta especie. Teniendo en cuenta que estos cambios no son reversibles y que habrá que asumir el papel depredador de los nuevos lobos de Cotobello, ¿qué sugerencias proponen para el futuro? Ya que si comen ganado es malo, si comen presas salvajes también es malo y cómo hemos explicado, el cambio reversible a una dieta herbívora y polinizadora es muy improbable, yo creo que podrían sugerirles a los lobos una nueva dieta basada en gravilla, siempre que por supuesto no entre en conflicto con las explotaciones mineras a cielo abierto de la región.

Por otra parte, teniendo en cuenta que se aproxima la temporada estival y se prevé un incremento de la actividad turística tras la desescalada, les recomiendo que presten atención a la actividad fotosintética de las plantas y a la más que probable acaparación de rayos solares por parte de las mismas. 

Las proliferación de hortensias en los jardines costeros pone en jaque al sector turístico asturiano: "Sus hojas anchas acaparan más luz de la que podemos asumir" 


Para facilitarles el trabajo les sugiero el anterior titular, que podría ser la punta de lanza de una fructífera serie de artículos para los próximos meses sobre las catastróficas desgracias naturales que se avecinan.

Referencias
- Fernández-Gil A, Naves J, Ordiz A, Quevedo M, Revilla E, Delibes M (2016) Conflict Misleads Large Carnivore Management and Conservation: Brown Bears and Wolves in Spain. PLoS ONE 11(3): e0151541.
-  Wielgus RB, Peebles KA (2014) Effects of Wolf Mortality on Livestock Depredations. PLoS ONE 9(12): e113505. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0113505
- Wild MA, Hobbs NT, Graham MS & Miller MW (2011) The role of predation in disease control: a comparison of selective and nonselective removal on prion disease dynamics in deer. Journal of Wildlife Diseases 47:78-93.

martes, 26 de mayo de 2020

Los abejorros manipulan las plantas para que florezcan antes

Uno de los casos de simbiosis más conocidos y más estudiados es el de los insectos polinizadores y las plantas angiospermas. Los insectos se encargan de transportar el polen de unas flores a otras, con lo que facilitan la fecundación cruzada minimizando la endogamia, y las plantas, a cambio, producen néctar para los ellos y les "regalan" parte del polen que producen en abundancia. De esta manera, tanto plantas como insectos salen beneficiados en esta relación. La prueba de que este pacto funciona es que lleva produciéndose desde hace 100 millones de años (Hu et al, 2008), a lo largo de los cuales se ha ido perfeccionando y sofisticando por el mecanismo de la coevolución

Bombus terrestris polinizando una flor de Centaurea nigra

Para que esta relación funcione es necesario que se produzca un ajuste perfecto entre la floración de las plantas y la emergencia de los insectos, de forma que cuando los insectos aparezcan, las flores ya tengan las reservas de néctar repletas, el polen maduro y hayan desplegado todos sus atractivos para atraerlos hacia ellas. Si ese ajuste temporal no se produce, las flores se marchitarán sin haber sido fecundadas y los insectos se morirán de hambre. 

martes, 19 de mayo de 2020

El primer vuelo

Hoy llegó el gran día y tras varios intentos, el pollo de carbonero se ha atrevido a volar por primera vez. No ha sido un gran vuelo, solo unos pocos metros hasta un muro cercano, pero ha sido la prueba más difícil de su corta vida. 

Encerrado en la caja nido en la que nació, a oscuras y acompañado de sus cinco hermanos, solo veía un rayo de luz que se colaba por el pequeño agujero de la entrada. Ahora todo es nuevo y enorme. Es la primera vez que ve el cielo, las nubes, los árboles y las flores. También es la primera vez que siente el viento y el calor del sol.


Mira hacia arriba y se queda embobado viendo a las gaviotas que gritan mientras pasan planeando por encima de su cabeza. Por fin sabe de dónde viene aquel sonido lejano que tanto le intrigaba desde el día en que nació.

lunes, 11 de mayo de 2020

Pequeñas alegrías del confinamiento

Hacía ya tantos años que no veía Lagartos verdinegros en Novellana que se me había olvidado que una vez los hubo. Un incendio hace mucho tiempo, intencionado como la mayoría de los que ocurren por aquí, arrasó con el bosque de carbayos, sauces y abedules que tenía al lado de casa. Y también se llevó por delante matorrales de toxos de flores amarillas, brezos verdes y morados y zarzas llenas de moras. Lo que muchos siguen llamando maleza y basura estaba lleno de vida. Allí criaban alcaudones dorsirrojos y zarceros, tarabillas y currucas y se asoleaban las culebras de collar y los lagartos. 

Recuerdo aquel incendio como si fuera ahora. Tendría yo 15 o 16 años y tengo grabada la imagen de la gente del pueblo haciendo cadenas humanas para tirar cubos de agua a las llamas y a mi padre mojando las paredes de casa con la manguera, "porque nos la comía el fuego". Y recuerdo aquel olor cuando todo acabó, cuando no quedaba nada más que ceniza y palos negros y un suelo caliente del que siguió saliendo humo durante varios días. Y con el fuego desaparecieron los lagartos y no volvieron. Y en las cenizas de carbayos, abedules, toxos y brezos, plantaron eucaliptos, porque según decían, por lo menos te dan algo. Y el monte que tenía al lado de casa ya nunca volvió ser igual. 


Hoy por la mañana, más de 40 años después de aquel incendio, me los encontré encima del cierre de casa. Allí estaban, una pareja de lagartos verdinegros tomando el sol. Él con su cabeza azul hacía guardia y ella con su cabeza gris me miraba de reojo. Habían vuelto y no se muy bien como llegarían, pero me alegraron la mañana y me recordaron aquel monte donde nos perdíamos cuando éramos niños, con sus carbayos, sus abedules y sus toxos de flores amarillas. 

Mientras tanto, ahí siguen los eucaliptos, porque según me dicen ahora, cuesta más sacarlos de lo que te dan por ellos.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Boca a boca

Hay muchos animales que transportan la comida dentro de su cuerpo para luego regurgitarla y dársela a sus crías, a sus parejas o a otros miembros de su familia. En muchos de ellos, esa transferencia de alimento se realiza directamente de boca a boca. En un principio se pensó que la trofalaxis, un término acuñado en 1928 por W.M.Wheller en su libro "The socal insects", tenía una función exclusivamente alimenticia, pero varios trabajos posteriores han demostrado que tiene un papel más complejo, relacionado con la comunicación e incluso con la inmunidad social (Hamilton et al., 2010).

Trofalaxis en Formica pratensis

Los insectos sociales, como las hormigas y las abejas, forman colonias que pueden agrupar a millones de individuos, todos ellos emparentados, ya que todos son hijos de una o unas pocas hembras fértiles. Para comunicarse entre ellos utilizan varios mecanismos, a veces frotan las antenas entre sí y otras veces utilizan el boca a boca. Durante ese contacto, dos de los miembros de la colonia se intercambian alimento, pero también mensajes químicos en forma de feromonas. Según un estudio realizado con la hormiga Camponotus floridanus, este intercambio sirve para cohesionar a los miembros de la colonia, distinguiendo a los familiares de los intrusos y también para transmitir información que sirva para decidir colectivamente el desarrollo de la colonia, por ejemplo si la reina debe poner más o menos huevos, si deben invertir más recursos en alimentar a las larvas o si la colonia está saturada y es hora de que la hembra produzca descendientes fértiles que colonicen otros lugares (Le Boeuf et al, 2016).

lunes, 20 de abril de 2020

¿Se están volviendo los animales más confiados sin nosotros?

En los últimos días, la abundancia de bancos de peces, sobre todo caballas y seguramente anchoas o bocartes, está propiciando la presencia de cetáceos en las aguas costeras. Por otra parte, la ausencia de viento, unida a una mar completamente en calma y sin rastro de niebla, facilita la detección de los cetáceos incluso a muchos kilómetros de distancia. Si a esto le añadimos que en estos días de confinamiento estamos dedicando muchas más horas a la observación de las que dedicamos en condiciones normales, el cóctel perfecto está servido.

Últimamente se ha hablado mucho sobre este tema, se comenta que los animales están más visibles que nunca porque no estamos nosotros para molestarlos, pero tendemos a olvidar una de las variables más importantes en todo muestreo: el esfuerzo, en este caso el número de horas dedicadas a buscarlos y también el número de observadores involucrados. Resulta obvio que cuantas más horas miremos a la mar y más ojos estén pendientes, el número de observaciones será mayor.

Por otra parte, tampoco podemos obviar que la práctica ausencia de ruidos "humanos", sobre todo en las ciudades, hace que los sonidos que emiten algunas especies, como las aves, sean más detectables ahora que hace poco más de un mes. Lo mismo ocurre con el espacio que nosotros y nuestras máquinas ocupan, invadiendo muchas veces el espacio de campeo de los animales. Una vez que no estamos presentes, ese espacio empieza a estar más disponible para ellos.


Tengo la suerte de pasar estos días de confinamiento al lado de la mar y estoy dedicando más horas que nunca a mirar por el telescopio buscando cualquier cosa que se mueva en la superficie. De esta forma he podido ver muchas especies, tanto de cetáceos como de aves, e incluso ayer pude disfrutar del espectáculo de una enorme manada de Delfines listados (Stenella coeruleoalba) muy cerca de la costa, algo no muy frecuente en esta especie y que al menos yo, nunca había tenido la suerte de ver.

¿Se están haciendo los animales más confiados porque no estamos nosotros molestándolos? ¿Son igual de confiados pero ahora los vemos más porque nos fijamos más en ellos?¿Son más confiados y además nos fijamos más en ellos? La pregunta está servida. No hay duda de que estamos asistiendo a un experimento sin precedentes. Por una parte, cómo la exclusión temporal de una especie (en este caso la nuestra) puede afectar al comportamiento del resto, y por otra parte, cómo el incremento del esfuerzo de muestreo, en una gran cantidad de lugares simultáneamente, puede aumentar nuestro conocimiento sobre la distribución, la fenología o la etología de muchos animales.

Sea lo que sea, nunca es mal momento para disfrutar de esa vida, que en nuestra ausencia, sigue moviéndose a nuestro alrededor

martes, 14 de abril de 2020

Coronavirus y cambios en el modelo social

Por regla general suelo escribir en el blog artículos propios o en todo caso comentarios e impresiones personales acerca de artículos publicados, ya sean científicos o periodísticos, pero creo que en este caso no podría explicar mejor que Fernando Valladares, profesor de investigación del Museo Natural de Ciencias Naturales de Madrid, la raíz del problema en el que nos encontramos sumidos en este momento.

Tal como explica en el vídeo, este problema no es algo reciente, por mucho que nos haya explotado en la cara hace un par de meses, sino que tiene su origen el crisis de biodiversidad que ya padecemos desde hace décadas.


Uno de los mayores desafíos a los que se debe enfrentar nuestra sociedad, si realmente queremos que pandemias como esta no se conviertan en algo recurrente, es el cambio de nuestro modelo social, lo que implicaría en primer lugar frenar el proceso de degradación ambiental en el que estamos inmersos. Nuestra salud depende directamente de la salud de los ecosistemas y del planeta en general. Si no somos capaces de comprender eso, no habremos aprendido nada.

sábado, 11 de abril de 2020

Documentales de Salamandras y Salmones online

Nunca es mal momento para ver documentales de naturaleza y en estos días, en los que estamos pasando más tiempo en casa de lo que nunca hemos pasado, os queremos proponer dos de los documentales que hemos realizado en los últimos años, y que están disponibles ON DEMAND para poder ser visionados online.


SINOPSIS: En la ciudad de Oviedo habitan varias poblaciones muy singulares de Salamandras, muchas de las cuales han permanecido aisladas desde la fundación de la ciudad en
el siglo VIII. En este documental se narra su historia, las leyendas que rodean a este animal desde la antigüedad, así como las singularidades de estas poblaciones que han conseguido sobrevivir en la ciudad sin cursos de agua, elemento esencial en la reproducción de la mayoría de anfibios.
VISUALIZACIÓN  EN CASTELLANO: ALQUILER (2€ - 30 días)

SYNOPSIS: Several populations of Fire salamanders inhabit the city of Oviedo, some of which
are isolated since the founding of the city in the 8th century, In this documentary we explain the history of these urban populations and the myths and legends surrounding these creatures since ancient times. We also reveal the secret of how fire salamanders have managed to survive within the city of Oviedo, a hasrsh environment where per- manent water bodies, essential for the reproduction of most amphibians, are virtually absent.
DISPLAY IN ENGLISH: RENT (2€ - 30 days)


SINOPSIS "El ocaso del rey": La historia del salmón se ha cruzado con nuestra propia historia hace más de 10.000 años, marcando para siempre su destino. Tras siglos de persecución y destrucción de su hábitat, aquellos magníficos animales sobreviven en menos de una tercera parte de los ríos que ocuparon en el pasado. En este documental seremos testigos de su increíble ciclo de vida y de su relación con el ser humano, desde la antigüedad hasta nuestros días. 
VISUALIZACIÓN  EN CASTELLANO: ALQUILER (5€ - 30 días)

SYNOPSIS "The twilight of the river king": The salmon’s story has been interwoven with our own for over 10,000 years, marking its destiny for ever. After centuries of persecution and habitat-destruction these magnificent animals are now hanging on in only one third of the rivers they once occupied. This documentary takes us stage by stage through its incredible lifecycle and describes its relation with humankind from time immemorial to the present day.
DISPLAY IN ENGLISH: RENT (5€ - 30 days)

martes, 7 de abril de 2020

La ciencia será la que nos vuelva a sacar del atolladero

Aquí os dejo un enlace muy interesante para conocer como se ha expandido el Covid-19 por el mundo. Mediante análisis genéticos del ARN vírico se ha podido explicar la filogenia del virus y trazar la expansión de la pandemia. Si entráis en el enlace podéis visualizar el árbol filogenético del virus y haciendo clic en el botón PLAY del mapa se puede seguir los movimientos en el espacio.


Esto es ciencia, no es adivinación, no es el resultado de una reunión de expertos en nada y sabiondos de todo, no es un "ya te lo dije" ni un "yo ya lo sabía". La ciencia trabaja con datos empíricos y no se avergüenza cuando hay que decir "no se" o "no tengo la explicación por el momento". Las explicaciones sin fundamentos son para los políticos ineptos y los bocachanclas.

Trabajos como este son los que ayudarán a entender el comportamiento de los virus y proporcionarán las herramientas para luchar contra las epidemias. Y los que ahora braman, gritan y piden explicaciones, deberán bramar más alto cuando el gobierno de turno recorte en investigación.



En España, entre 2009 y 2017, el presupuesto de I+D en pasó de 8405 millones de euros a 4635 millones de euros. Pero aún más grave, tan solo una tercera parte de ese presupuesto se llegó a ejecutar (solo 1376 millones de euros en 2017). Para que se entienda mejor a qué equivale este dinero, el presupuesto del FC Barcelona y del Real Madrid para la temporada 2018/2019 fue de 1680 millones de euros (FCB=914 millones; RM=766 millones).

Cuando acabe todo esto, que acabará, será gracias a la ciencia. Pero no nos engañemos, si no se invierte en investigación, si no se aumentan los presupuestos para I+D y hay un consenso entre todos los partidos políticos para no volver a recortar más ese presupuesto, pandemias como estas se repetirán cada vez con más frecuencia.

¿Estás dispuesto a quedarte encerrado en casa 4 meses al año? Piénsalo cuando salgas a aplaudir a la ventana, pero piénsalo sobre todo cuando veas cómo se recorta en I+D y luego se pide a los científicos que nos saquen las castañas del fuego.