miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cuando los incendios se convierten en algo normal

Monte quemado hace 15 días en Canibelos (Ourense)

Hay pocas imágenes más desoladoras que un monte después de un incendio. Las dos últimas semanas estuve en Galicia y era casi imposible mirar en cualquier dirección sin ver los rastros del fuego. En todo ese tiempo no hubo un sólo día en que no se produjera un incendio o que no sintiéramos a los helicópteros y los hidroaviones volando sobre nuestras cabezas.

Mientras que en las zonas costeras, los incendios se cebaron sobre todo con plantaciones de pinos y eucaliptos, que al igual que ocurre en el Cantábrico han sido plantados masivamente y sin control, convirtiendo los montes en auténticas refinerías, en algunas zonas del interior de Ourense han ardido muchas zonas de alcornocales y madroñales. Además de la vegetación que se ha calcinado, millones de aves, anfibios, reptiles y mamíferos han muerto abrasados.

Pero en Galicia, al igual que ocurre en Asturies, el fuego se ha convertido en algo endémico y repetitivo. Los montes que han ardido este verano, ya habían sido quemados hace pocos años, y con cada incendio el suelo se ha ido empobreciendo y cada vez tiene menos nutrientes, lo que dificultara las futura regeneración forestal.

Y como todo lo que se hace recurrente, ya empieza a parecer normal y aunque en los primeros momentos, los incendiarios son vistos como delincuentes, a los pocos meses todo se olvida. Y estos delincuentes, aunque sean pillados con las manos en la masa, en muchos casos ni siquiera suelen pasar una noche en la cárcel. ¿Donde está el autor de los 150 incendios que fue detenido hace dos años en Galicia? Al igual que ocurre en Asturies, muchos de estos incendios son provocados por ganaderos para aumentar la superficie de pastos disponibles, como es el caso del autor de uno de los últimos incendios de Ourense. Medidas como el acotamiento al pastoreo en los montes quemados podrían servir para disuadir en parte el uso de estas prácticas, pero al menos en Asturies, nuestros gobernantes han levantado esos acotamientos, siguiendo como es costumbre las peticiones de los propios ganaderos (perdón, las exigencias).

Zona de monte en Canibelos quemada hace 5 años

Pero aparte del tremendo daño medioambiental, la extinción de incendios es muy costosa. Como ejemplo, sólo la extinción del incendio que se produjo este verano en la zona de Oia costó casi 600.000 euros. ¿Y quien pagará esa factura? Pues todos nosotros, que mientras vemos como se reducen los presupuestos en educación, en sanidad o en cultura, gastamos el dinero en poner parches a un problema cuyos responsables son conocidos.

Hace falta una estrategia seria para evitar los incendios, para detener y condenar al ostracismo a los culpables, porque recordemos que aunque algunos, como el propio Ministro de Medio Ambiente, intenten convencernos de que el monte se quema porque "ya no se limpia", o porque "hay mucho matorral", lo cierto es que el monte se quema en el 99% de los casos porque un individuo le prende fuego.

10 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Buena denuncia y a ver si acabamos de una vez con esta lacra, aunque no va a ser fácil, pero si que habría que imponer unas penas mayores. Además, ahora que hay tanta gente en paro se podría aprovechar para que los parados a cambio de un sueldo limpiaran los montes de esta manera cotizarían a la SS y dejarían de percibir el paro.

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    1. Hola Japy, como comentaba en la entrada el problema de los incendios no es que el monte esté limpio o sucio, el problema es que hay gente que sea por el motivo que sea, la mayoría de las veces por intereses económicos, le prende fuego.

      Por otra parte cuando se habla de limpiar el monte se refieren a limpiar el matorral y el sotobosque, o sea, todo lo que no sean árboles. Eso es jardinería, pero los bosques no son jardines, son hábitats complejos, en los que todas las piezas son necesarias: los árboles, los arbustos y las herbáceas.

      un saludo

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  2. Plas,Plas, aplausos, me duele mucho ver como insensatos acaban con los montes de Galicia, como O Monte Pindo, vou a Carnota todos los años, y por desgracia mi guaje ya no podrá ver lo que yo disfrutaba de pequeña en aquellos bellos paisajes.
    Nunca Mais

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  3. Según la Reforma de la Ley de Montes de 2006:
    «1. Las comunidades autónomas deberán garantizar las condiciones para la restauración de los terrenos forestales incendiados, y queda prohibido:
    a) El cambio de uso forestal al menos
    durante 30 años.
    b) Toda actividad incompatible con la regeneración de la cubierta vegetal, durante el periodo que determine la legislación autonómica.
    Con carácter singular, las comunidades autónomas podrán acordar excepciones a estas prohibiciones siempre que, con anterioridad al incendio forestal,el cambio de uso estuviera previsto en:
    1.º Un instrumento de planeamiento previamente
    aprobado.
    2.º Un instrumento de planeamiento pendiente
    de aprobación, si ya hubiera sido objeto de evaluación ambiental favorable o, de no ser esta exigible,si ya hubiera sido sometido al trámite de información pública.
    3.º Una directriz de política agroforestal que
    contemple el uso agrario o ganadero extensivo de montes no arbolados con especies autóctonas incultos o en estado de abandono.»

    Es decir, hay legislación suficiente para que los que prenden fuego al monte en la mayoría de los casos (ganaderos para generar pasto a costa de la vegetación natural y el suelo) no saquen beneficio de ello. Si no consiguieran beneficiarse del pasto generado tras los incendios que provocan, no meterían fuego al monte.

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    1. Hola Juanma, el problema es el de siempre. Leyes hay todas las que quieras, el problema es que hay que cumplirlas, y si los responsables de hacer que se cumplan, al final le hacen la ola a los mismos que prenden el fuego, levantan los acotamientos, desbrozan con dinero público en parques nacionales para que los ganaderos no lo hagan, matan lobos en espacios protegidos para que los ganaderos estén contentos, y asi miles y miles de cosas, pues entonces no hay nada que hacer.

      Es evidente que si no consiguieran beneficio del pasto generado tras un incendio no lo harían (o a lo mejor si, para joder y presionar), pero como verás en los enlaces que adjunto en la entrada, al final los que ponen la ley son los primeros que levantan la mano.

      Y así nos va, somos la risión del mundo, un país de pandereta y toros.

      un saludo

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    2. Hola David:

      Somos un país de pandereta y toros, o de misa y futbol, o de cervezas y puticlubs; de todo eso y mucho más. Pero también somos una isla de Naturaleza bien conservada en una Europa occidental donde hace ya tiempo quedó relegada e pequeños retazos mal conservados, con especies extintas a montones, incluidos todos los grandes depredadores. Ya no solo las zonas del sur de España, también la Cordillera Cantábrica ha conseguido mantener hasta la actualidad a casi todas sus especies, incluidos osos, lobos y urogallos. En Naturaleza somos la envidia de Europa. Y gracias en gran parte a las exigencias que vienen de Europa, se ha conservado mucha Naturaleza, a pesar del "progreso" de estas últimas décadas.

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    3. Pues la verdad es que yo pienso que la Naturaleza aun aguanta aquí porque es más dura de lo que parece.
      En el Cantábrico, desde Hendaya a Ferrol es una plantación continua de eucaliptos. Si no hay en zonas altas es porque no aguantan, pero ya están preparando nuevas variedades para conseguirlo.
      En España aun se envenena fauna, se furtivea, se echa lejía a los ríos, se hacen minas a cielo abierto por todos lados, y los delitos ambientales y sobre todo las condenas por los mismos son irrisorias.
      Si crecen algunas poblaciones, como las de osos, no es por respeto ni por las actuaciones de la Administración ni de la población, es sencillamente porque el campo cada vez está más despoblado.

      La administración apoya matanzas de depredadores en espacios protegidos, pasando de la legislación europea.
      Los ministros de Medio Ambiente dan pena, por no decir otra cosa.

      Como te decía, si queda Naturaleza, es porque es más resistente de lo que pensamos, pero nada mas (esa es mi opinión).

      un saludo

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    4. ¡Por fin! Ya era hora. He conocido a alguien más pesimista que yo en lo que respecta a la situación actual y futura de la conservación de la Naturaleza en la Península Ibérica. Me felicito (David, quita el comentario si no quieres tenerlo, de verdad de lo digo, que yo también blogs y te comprendería)

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    5. Hola Juanma, no creo que sea pesimismo, más bien es realismo. De todas formas yo no pierdo la esperanza de que cambien las cosas.
      Hace falta educación e información. Yo creo que mucha gente ni se entera de lo que ocurre a su alrededor.
      Por otra parte, no tengo porque quitar el comentario, ya dije muchas veces que todo el mundo es libre de expresar lo que quiera, siempre que no se insulte ni se falte al respeto de nadie, y ese no es tu caso, evidentemente.
      un abrazo

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