miércoles, 16 de septiembre de 2015

Ya están aquí

Correlimos tridáctilo (Calidris alba)

Puntuales a su cita, como todos los otoños, las aves limícolas llegan a nuestras costas desde el lejano norte donde se reprodujeron. Muchos de los que llegan son jóvenes, que pocas semanas después de haber nacido en la tundra siberiana emprenden un viaje hacia el sur que llevará a algunos de ellos hasta las costas de África.


Seguramente sea la primera vez que ven seres humanos y por eso apenas huyen de nosotros. Sin hacernos demasiado caso, aunque mirándonos con el rabillo del ojo, por si acaso, buscan incansablemente comida entre la arena húmeda o entre las piedras de la orilla de un río costero. 

No tienen tiempo que perder, deben repostar para seguir viaje. Un viaje en el que cruzarán mares, montañas y ríos, pero no fronteras, porque las fronteras son un invento humano que las aves no entienden.

3 comentarios:

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