lunes, 24 de febrero de 2014

¿Existe la empatía entre los animales?

La Empatía se puede definir como la habilidad o la capacidad de un individuo para comprender y apreciar los sentimientos de otro. Todos hemos sentido empatía por muchas de las personas que nos rodean e incluso podemos llegar a sentirla por personas a las que no conocemos absolutamente de nada. Expresado de otra manera, sentimos empatía cuando somos capaces de ponernos en el lugar de otro y compartir sus sentimientos.


Relacionado con la empatía está el altruismo, que podemos considerar de alguna manera como un paso más, ya que no sólo nos ponemos en el lugar del otro sino que además de participar de esos sentimientos, sacrificamos nuestros intereses personales para conseguir el bien ajeno sin obtener nada a cambio.

Durante mucho tiempo se ha considerado la empatía como una característica exclusivamente humana y un rasgo más que nos diferenciaba del resto de las especies animales. Nuestra especie, de hecho, es capaz de sentir empatía no solo por otros seres humanos, sino también por otros individuos de otras especies.

¿Pero que ocurre con el resto de animales?¿Son capaces de sentir aprecio, compasión o incluso son capaces de comportarse altruistamente entre ellos? Esta pregunta ha sido evitada durante años, probablemente porque admitir que los animales puedan tener sentimientos nos bajaría del pedestal en el que durante siglos nos ha situado la religión y la filosofía.

Varios estudios realizados en los últimos años parecen confirmar que la empatía no es un sentimiento exclusivamente humano, ni mucho menos. En el caso de los simios antropoides, varios estudios han confirmado que son capaces de percibir las emociones de otros individuos de su grupo y que se entristecen o alegran al observar el comportamiento de aquellos por los que sienten un aprecio especial.

Pero lo cierto es que la posible existencia de empatía en los animales no sólo ha sido confirmada entre los grandes simios, sino también entre los macacos e incluso en especies consideradas "inferiores" como los ratones, tal como ha sido descrito un estudio publicado en la revista Science en 2006.

La empatía puede resultar clave en la evolución de las conductas sociales, ya que puede contribuir a aumentar la cohesión del grupo, lo que finalmente redundaría en un beneficio propio.

¿Pero que ocurre si hablamos de especies distintas?¿Puede empatizar un animal con otro de una especie diferente? En este caso, la explicación evolutiva parece un poco más complicada. Y lo cierto es que parece que este caso también ocurre. Hay varios estudios que confirman como algunos simios pueden empatizar e incluso ayudar a un polluelo de un ave, o de elefantes que han protegido a un antílope del ataque de un león. Parece evidente que en estos casos estos animales no obtienen ningún beneficio de esas acciones.

El caso del pato criollo y el Ánsar piquicorto


El viernes pasado nos acercamos al Parque de Isabel la Católica en Xixón a dar una vuelta. Al poco de llegar observamos a una hembra de Pato criollo (Cairina moschata) con 8 pollitos recién nacidos. No hace falta decir que todos los paseantes se quedaban mirando la escena y las expresiones de ternura y afecto eran evidentes. Nuestro cerebro está condicionado para que nos gusten los patitos, igual que nos gustan los cachorros de perro.


Pero cuando todos observábamos la escena, de repente apareció una gaviota y se llevó a uno de los patitos. No hace falta decir la cara que se nos quedó a todos y las expresiones que salieron de la boca de muchas de las personas que estaban allí. Evidentemente todos empatizamos rápida e instintivamente con la madre pata.

Si la gaviota hubiera comido una lombriz, o un insecto nadie le habría dado importancia, pero en esta historia ya había quedado claro quien era el bueno y quien el malo. Evidentemente a la gaviota le daría lo mismo que fuera un patito que un bocadillo de salchichón, en los dos casos se trataba de unos gramos de proteínas. Después de ese primer ataque, varias personas muy airadas se acercaron y aparte de insultar a las gaviotas y desearles la muerte, las gritaban y les tiraban piedras para asustarlas y así tratar de impedir que se comieran a más patitos. Por supuesto, no sirvió de mucho, ya que otras gaviotas se unieron a la fiesta y poco a poco se los fueron llevando uno a uno, ante la desesperación de su madre que no podía hacer nada para evitarlo.


Cuando volvimos un poco después comprobamos que sólo quedaban 3 patitos y que los demás habían desaparecido. Y entonces ocurrió una cosa que al menos yo no soy capaz de explicar. Desde el medio del estanque apareció el joven de Ansar piquicorto (Anser brachyrinchus) salvaje que llegó hace unos meses al parque y se acercó a la escena. Al principio pensé que también iba a atacar a los pollos, pero sorprendentemente lo que hizo fue tratar de espantar a las gaviotas al mismo tiempo que picotaba suavemente a los patitos y los defendía de ellas.


A los pocos minutos, la pata se metió en el agua acompañada de los tres supervivientes y el ánsar los acompañó siguiéndolos de cerca, mientras seguía espantando a las gaviotas.

Por si a alguien se le ha podido pasar por la cabeza, no había ninguna relación de parentesco entre el ánsar y los patitos. En los patos criollos, al igual que muchas especies de patos, las hembras se encargan solas de la incubación y el cuidado de los pollos, contrariamente a lo que ocurre con los ánsares y los cisnes, donde el cuidado es biparental.

En este caso, también parece evidente que el ánsar no obtiene ningún beneficio al defender a los patitos de los ataques de la gaviota, e incluso se podría llevar un picotazo de ellas. ¿Qué puede explicar entonces este comportamiento? ¿Se trata de un caso de un caso de empatía y de altruísmo interespecífico? Tengo que admitir que si no lo hubiera visto no me lo creería.

13 comentarios:

  1. Muy interesante David. La verdad es que el comportamiento del ánsar plantea unas posibilidades curiosas. ¿Podría ser que, como especie colonial, el ánsar esté de forma inherente condicionado a atacar depredadores aunque no le estén atacando directamente a él, incluso no siendo el atacado de la misma especie? Así, en la colonia, todos se beneficiarían de ese comportamiento instintivo, porque entre todos ejercerían una presión añadida sobre los atacantes. De la misma forma que urracas, arrendajos y cornejas hostigan, sin que exista un ataque previo, a las rapaces. Todo ello permite tener a los depredadores a raya, hasta cierto punto. Tal vez, ambos comportamientos tengan relación.

    Al final, el hecho de observar el ataque de la gaviota a pollos de otra especie, ha podido encender en el ánsar ese instinto de defensa, igual que lo encienden las siluetas de las rapaces e igual que se encendería en la colonia de piquicortos cuando algún depredador se acerque a atacar algún nido adyacente y ajeno al suyo.

    Realmente, desde mi humilde punto de vista, un comportamiento aparentemente altruista lleva consigo una serie de beneficios indirectos.
    En el caso de elefantes que defienden crías de otras especies (e incluso depredadores que cuidan de presas), puede que el instinto maternal sea tan fuerte que les lleve a protegerlos, sin que ello les traiga nada positivo. Sin embargo, un instinto maternal tan fuerte, les convierte en madres muy protectoras, lo cual si beneficia a la especie.

    Como he dicho, un entrada muy interesante que me genera muchas preguntas.

    Un saludo.

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    1. Hola Endika,

      el tema de la selección de grupo y la defensa comunal en las colonias es algo muy controvertido. Las teorías actuales, como la de la selección de bienes, se inclinan más a pensar que los animales se agrupan en colonias buscando unos bienes determinados, ya sean buenos lugares de anidamiento o parejas, y que las agreagaciones son consecuencias de esas selecciones y no causas.
      Los ataques a los depredadores en el caso de las colonias de aves acuáticas, por ejemplo, no son ataques coordinados, cada uno defiende su nido y el resultado puede ser que muchas aves ataquen simultáneamente al depredador.

      Yo también pienso que en muchos casos un comportamiento altruista puede encerrar un comportamiento egoista. Lo que persigue cualquier animal es perpetuar sus genes (o los de sus parientes, por ejemplo). Evolutivamente sería absurdo un comportamiento altruista que no redundara en un beneficio propio.

      De todas formas, yo creo que aún hay mucho que investigar sobre el tema porque es muy complejo. Se han observado comportamientos que aparentemento no tienen una explicación lógica, podría tratarse de maladaptaciones. El caso del leopardo y el babuino que comenta Damián más abajo, por ejemplo. Lo había visto en un documental hace tiempo y es sorprendente.Puede que los movimientos de la cría despierten el instinto maternal, puede que sea una hembra que haya perdido a sus cachorros hace poco y aún tenga una carga hormonal muy elevada que le despierta ese instinto. Como comentaba, el tema es complejo y necesitaría más investigación, porque sin duda es algo muy interesante.

      un saludo

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  2. Hola a David y a todos
    la explicacion de Endika resulta atractiva y pudiera ser cierta. Es decir, los machos tienen tan fuerte fijado el comportamiento de: "defiende a los polluelos de depredadores" q dicho comportamiento se "dispara" ante presencia de peligro incluso fuera de su misma especie. El problema de esta explicacion igual q la de los elefantes es que utiliza un argumento de seleccion de grupo- La seleccion de grupo salvo en contados casos (como los insectos sociales q tienen disttinto sistema reproductivo al nuestro) generalmente no funciona porque es proclive a ser explotada por los impostores. En un grupo de aves bondadosas q ocuparan parte de su tiempo y energia en cuidar polluelos de otras especies un pajaro egoista q solo cuidase a sus propios polluelos tendria ventajas- Esas ventajas se traducirian en un mayor exito reproductivo q a su vez significaria q el egoismo invadiria la poblacion.

    En cualquier caso el mensaje de Endika da mucho que pensar, Recomiendo a los que les guste el tema de la bondad y maldad en el ser humano el libro del primatologo de Waals: Our Inner Ape (me temo q no esta aun traducido!). Basicamente de Waals dice q a la vez somos buenos y malos. Tenemos en la naturaleza estas dos capacidades de hacer mal o bien, y en ningun caso son monopolio nuestro sino q las heredamos del ancestro comun q compartimos con los chimps!
    saludos y gracias, magnifico post David!
    Manu

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    1. Hola Manu,

      completamente de acuerdo, yo creo que el tema de la selección de grupo ya está desfasado, precisamente porque como tú dices, sería aprovechado por impostores, y eso nunca sería evolutivamente estable.
      Yo pienso que como le comenté a Endika, hay algunos comportamientos, como la defensa comunal contra los depredadores que realmente hemos interpretado mal. Cada ave acude a defender su nido y sus pollos, y la consecuencia es que cientos de aves revolotean y acosan al depredador.

      Por otra parte, los beneficios de la cría colonial en cuento a defensa contra los depredadores no son tan claros. Probablemente una colonia de 1000 parejas de aves tenga un efecto de atracción para un depredador que un nido solitario en una isla.

      un abrazo

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  3. Muy guapa la entrada y los comentarios. os pego un vídeo que creo no es un montaje y refleja bastante bien lo que comenta Manu
    http://www.youtube.com/watch?v=5BkVFL1U-Og

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    1. Hola Damián,
      ya le había comentado el vídeo del leopardo y el babuino a Endika más arriba. El video no es un montaje, de hecho vi un documental hace tiempo sobre el tema y también sobre otra hembra de leopardo que adoptaba continuamente crías de gacela. Evidentemente acababan muriendo de hambre porque no les podía dar de mamar.
      Muchos de esos casos pueden ser maladaptaciones, pero si que son dignos de investigar.
      un saludo

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  4. La dificultad es la de siempre: comprendemos (o interpretamos) el mundo sólo desde nuestro "esquema mental" humano... Y así, surge el concepto de "beneficio". Por ejemplo, ¿qué beneficio podría obtener un pájaro, de la especia A, protegiendo a los polluelos de la especie B? Efectivamente, ahí ya hemos caído en la trampa... Y de hecho, hay muchísimos errores de comprensión de la naturaleza animal (o del comportamiento) precisamente por la (inevitable) egocéntrica perspectiva que tenemos los Homo sapiens al respecto de todo, ¿no es así? De tal modo que el ansar no "busca ningún beneficio", ni siquiera la propia madre de los patitos "pretende beneficio" alguno con sus acciones... y sin embargo, ¡la cosa parece que se acerca mucho al "altruísmo", o sea al amor más desinteresado!... Conceptos o ideas que sólo son coordenadas para la mente del hombre... Piénsese que, en el fondo, el único verdadero misterio aquí existente es el siguiente: ¿cómo puede ser que el hombre (ser inteligente por antonomasia, según nos dicen) aún no se haya dignado crear una sociedad donde cualquier "especimen" de Homo sapiens, cualquiera, pueda vivir con dignidad, o sea sin amos que le esclavicen hasta los extremos más absurdos, inadmisible, y no digamos ya inhumanos? Ese, y no otro, es el "misterio" puesto de relieve en tu valiosa entrada. Agradecido a tu profundo blog, el cual, si me permites, visitaré a menudo. Un saludo,

    Ramón García Durán
    http://naturalezaindiscreta.blogspot.com.es

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    1. Hola Ramón,
      cuando en biología se usa el termino beneficio no nos referimos a un termino economicista en el sentido "humano". Y por otra parte, te puedo asegurar que yo soy el primero que huye de los antropocentrismos a la hora de hablar de estos temas.

      El fin último de un ser vivo es perpetuar sus genes y en ese caso se puede usar perfectamente una terminología de costes-beneficios. Una hembra de pato defenderá a sus pollos de los depredadores porque en ellos están sus genes. Evidentemente el coste en términos de supervivencia no es el mismo si se trata de una especie que se reproduce una vez en su vida o si por el contrario tiene más oportunidades de hacerlo. En el caso que describo en esta entrada, el que una especie distinta (incluso un individuo de su misma especie) defienda y con ello pueda llegar a arriesgar su vida, por tratar de perpetuar los genes de otro individuo no emparentado es más difícil de explicar.

      El tema del altruismo es más complejo y necesitaría de mucho mas espacio para explicarlo medianamente bien.

      Las explicaciones morales, perfectamente aceptables para nosotros, no son aplicables en este caso. O al menos, son más difícilmente explicables.

      un saludo y gracias por visitar el blog

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    2. Si me permites aportar mi perspectiva sobre este interesantísimo tema: el fin último de un ser vivo ¿de verdad es "perpetuar sus genes"? Por enésima vez, no es más que una trampa o encerrona conceptual... tan inevitable, tan propia de ese ser conceptual por antonomasia, el Homo (pretendidamente) sapiens. De hecho, sería más adecuado, sería científicamente más demostrable afirmar, por el contrario, que el fin último de cualquier organismo vivo es la muerte... Lo demuestran los hechos, es un dato "clínico" indiscutible. Y es que sólo la mente humana dispone de "finalidades últimas", por el contrario, los fines de los animales son a lo sumo muy inmediatos y prácticos, y en todo caso ningún animal "pretende" o tiene como "fin" perpetuar sus genes, nada menos. Esa ambición es de hecho exclusiva del hombre, y seguidamente... el hombre la proyecta en la "Naturaleza"; y es por razón de que él, el ser humano, es el animal más narcisista de la Tierra, quizás del universo entero. En definitiva, yo más bien lo veo así: la vida, en sí misma, no tiene ningún fin. Y en todo caso los organismos vivos (y no todos) "son movidos o motivados" por ciertos "regodeos" (¡no siempre placeres!), como por ejemplo el regodeo (o goce) sexual. También está el "regodeo" del cuidado de los cachorros, tan compulsivo como cualquier otro instinto animal, mecanismo heredado simplemente de los que más cuidaban a sus proles, claro está, o sea que así de tonta y poco "finalista" es la cosa en realidad... Es decir, que no hay finalidad alguna, todo es pura compulsión (incluso en el hombre, como demuestran nuestras absurdas y completamente irracionales sociedades), todo son los ingenuos mecanismos de supervivencia (más o menos eficaces) "seleccionados" a lo largo del tiempo, a menudo por pura casualidad, por cierto. Y en fin, la vida, ese escaso aunque probablemente repartido fenómeno del universo, la vida ni tiene fin ninguno, ni deja de tenerlo. Justamente por ello, cualquier ser vivo, no digamos ya el ser humano, merece nuestra más profunda y sentida conmiseración. Gracias por leerme hasta el final :) Saludos,

      Ramón García Durán
      http://naturalezaindiscreta.blogspot.com

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    3. Hola Ramón,
      por supuesto que puedes aportar tu opinión.

      En cuanto a que el destino que todo ser vivo es la muerte, eso es evidente, por eso creo que en vez de decir que el fin de un ser vovo es la muerte, me parece más apropiado decir que "el final de un ser vivo es la muerte".

      También está claro que un animal no es capaz de decidir conscientemente si se va a reproducir o no, o si la reproducción está relacionada con la perpetuación de sus genes, evidentemente es una manera de hablar.

      Los animales, cuando llega la época de reproducción sufren cambios hormonales y metabólicos que inducen a la misma, y también estoy de acuerdo que hay estímulos, como el placer sexual (aunque eso no está tan claro en muchas especies), que pueden estimular la reproducción.

      En cuanto a que el fin de un organismo es perpetuar sus genes, yo creo que eso está programadoo genéticamente, y por supuesto en el hombre también. La especie humana también es una especie instintiva y muchos de nuestros impulsos, incluso la reproducción, tienen un importante componente instintivo.

      un saludo

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  5. Gran blog,felicidades.
    Ya he votado. he leído una noticia en el ABC, te reenvío el enlace, también merece la pena
    http://abcblogs.abc.es/proxima-estacion/public/post/viajar-naturaleza-cascada-trofica-16350.asp/

    Gracias.
    Joaquín

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  6. Interesante y bien documentada entrada...como todo este interesante blog.
    Mis felicitaciones y mucha suerte en los Premios 20Blogs pues tu estupenda labor lo merece.
    Saludos.
    Ramón

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