Ayer pudimos disfrutar de una de las aves más bonitas de la Península ibérica gracias a la amabilidad de Miguel Sánchez, de LeoNatur, que nos permitió usar el hide que tiene instalado en una de las colonias de abejarucos de norte de León. La colonia está situada en un cortado arcilloso en el que más de 50 parejas han excavado sus nidos, compartiendo su ciudad con otras especies de aves, como los gorriones comunes, molineros y chillones.
El abajaruco (Merops apiaster) es un ave inconfundible ya que tiene un plumaje muy coloreado y brillante. El naturalista británico Edward Wright publicó un articulo en 1890 sobre esta especie y llegó a la conclusión de que el plumaje de los abejarucos tenía todos los colores salvo el rojo, pero esta ausencia la compensaban en el iris, que en los adultos estaba teñido de un imponente rojo sangre.