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sábado, 19 de abril de 2014

Estrategias de apareamiento en lagartos y lagartijas


Con la llegada de los primeros calores de la primavera los reptiles salen de su letargo invernal y se preparan para la reproducción. Los machos se visten con sus mejores galas con la intención de atraer a una pareja y de intimidar a otros machos rivales, mientras que las hembras permanecen con una coloración más apagada.

Uno de los reptiles más espectaculares del norte de la Península ibérica es el Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), que durante esta época adquiere una coloración azul cobalto en la cabeza y en la garganta. Los machos más fuertes y dominantes tienen colores más intensos, tanto en la cabeza como en el dorso, de forma que en muchas ocasiones, sólo con su presencia son capaces de ahuyentar a los posibles competidores sin tener que luchar con ellos. Asimismo, recientemente se ha descubierto que los machos que tienen una mayor respuesta inmune tienen la coloración azul de la garganta con valores más bajos de ultravioleta y la coloración amarilla del vientre con mayores valores del mismo (Martín y López, 2009). Hace un par de días, en el concejo de Cangas del Narcea (Asturies) vimos un macho impresionante que acompañaba a una hembra y que tenía una coloración tan intensa como pocas veces había visto


Los machos se pueden emparejar con hasta 4 hembras y las acompañan durante casi un mes para evitar que otros machos se puedan aparear con ellas. Este comportamiento, que es común en otros muchos animales, desde insectos hasta peces y mamíferos, se conoce en etología como "mate guarding" y tiene como fin asegurar la paternidad. A pesar de esta estrecha vigilancia, las hembras suelen copular con varios machos cada temporada. De esta forma, la hembra también asegura la fertilidad de sus huevos y reduce el riesgo de esterilidad que podría ocurrir si se apareara con una única pareja.

Durante la fase de cortejo, el macho sigue a la hembra y en ocasiones la toca con la cabeza o las patas para estimularla, hasta que finalmente se produce la cópula. La hembra retiene los huevos durante tres semanas antes de la puesta, que es realizada entre mayo y julio en un talud, debajo de una piedra o incluso en una madriguera de topos.


En las lagartijas, las pautas de apareamiento son parecidas a las de los lagartos, aunque normalmente el comportamiento de mate guarding suele ser más corto y no suele pasar de unas pocas horas.


En la mariña lucense, cerca de la localidad de Rinlo, habita una buena población de Lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), que al igual que los largartos verdinegros se encuentra estos días en pleno frenesí reproductor. Los machos, aunque no tan impresionantes como estos últimos, presentan un dorso coloreado de verde brillante y una bandas más oscura en cada costado que le recorre todo el cuerpo. Las hembras, por el contrario son de color pardo con dos rayas amarillentas a cada lado que van desde la cabeza a la cola.


Durante la cópula, al igual que en todos los lacértidos, el macho muerde a la hembra por la zona inguinal para sujetarla y dobla la cola para introducir uno de sus hemipenes por la cloaca de su pareja. Luego se quedan inmóviles durante un tiempo variable, que puede llegar a los 20 minutos, después de los cuales se separan.


En algunas poblaciones, las hembras fertilizadas adquieren una coloración verde similar a la de los machos, aunque siguen manteniendo las dos líneas dorsales marcadas. Se ha confirmado, que todas las hembras que presentan esta coloración, como la del la hembra de las dos fotos anteriores, tenían huevos en el oviducto, mientras que las hembras no ovuladas y las no reproductoras, eran siempre pardas (Galán, 2000). Este cambio de coloración es una estrategia de las hembras fecundadas para evitar el acoso de los machos, que al confundirlas con machos subordinados no intentarán aparearse con ellas.

Al igual que ocurre con los lagartos, cuando la puesta está próxima, las lagartijas buscan activamente un lugar para depositar los huevos. Para ello escavarán una pequeña galería donde pondrán entre 2 y 9 huevos según su tamaño.

Una vez terminada la época de reproducción, los machos perderán sus colores brillantes y tanto ellos como las hembras se olvidarán de los cortejos para alimentarse activamente y acumular las reservas necesarias para pasar el invierno.

Bibliografía
- Galán P (2000). Females that imitate males. Dorsal coloration varies with reproductive stage in female Podarcis bocagei (Lacertidae). Copeia, 2000 (3): 819-825.
-Martín J, López P (2009). Multiple color signals may reveal multiple messages in male Schreiber's green lizards, Lacerta schreiberi. Behavioral Ecology and Sociobiology, 63 (12): 1743-1755.


NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

martes, 23 de junio de 2009

La termorregulación en los reptiles

Macho de Lagartija roquera (Lacerta muralis) al sol

Las lagartijas, al igual que el resto de los reptiles, son animales ectotermos y poiquilotermos. En muchas ocasiones estos dos términos se consideran como sinónimos, aunque estrictamente hablando no lo sean. Los animales ectotermos son aquellos que no producen calor por sí mismos al contrario que los endotermos que generan calor mediante su propio metabolismo. Los poiquilotermos son aquellos organismos cuya temperatura corporal es variable mientras que los homeotermos son aquellos que tienen una temperatura constante regulada por el propio organismo.

Las lagartijas, debido a su incapacidad para generar calor lo deben tomar del exterior y por eso necesitan exponerse a la radiación solar para aumentar su temperatura.


Diferentes maneras de captar el calor por parte de los reptiles

Hay tres mecanismos básicos para aprovechar la radiación solar: (a) mediante radiación directa, cuando los rayos del sol inciden directamente sobre los reptiles, (b) mediante conducción, cuando los reptiles se situan sobre piedras directamente calentadas por el sol y el incremento de la temperatura se produce mediante contacto directo y (c) por convección, cuando el animal se situa cerca de objetos calientes pero no entra en contacto directo con ellos, de forma que la radiación termica se transmite a través del aire.

Macho de Lagartija roquera sobre un tronco

Pero como ya comenté antes, además de ectotermos, las lagartijas son organismos poiquilotermos por lo que su temperatura corporal es variable. Lo cierto es que las lagartijas si que la pueden su temperatura gracias a su comportamiento, de forma que el resultado final es que se mantine mucho más constante de lo que se pensaba en un principio.

Una vez que las lagartijas han conseguido elevar su temperatura por encima de un límite tolerable para cada especie, se mueven hacia un sitio más fresco y de esta forma la temperatura desciende. Por otra parte, algunos investigadores como Josabel Belliure, una de las mayores expertas en termorregulación de reptiles, han demostrado que las lagartijas son capaces de seleccionar el sustrato donde "toman el sol" en base a ciertas características del mismo, por ejemplo el color, colores más oscuros absorven más calor y en consecuencia también lo emiten. Se ha comprobado que dependiendo de la hora del día y de la insolación pueden alternar entre sustratos más claros o más oscuros.

lunes, 23 de marzo de 2009

Lagartijas al sol



El buen tiempo de estos días ha sacado a las lagartijas de sus refugios invernales y ya se las ve tomando el sol en rocas y troncos de árboles. La Lagartija roquera (Podarcis muralis) es una de las especies de lagartijas más comunes en el norte de la Península ibérica, econtrándose sus poblaciones más occidentales en el límite entre Asturies y Galicia.

Son muy comunes alrededor de las construcciones humanas, aprovechando muros y paredes para tomar el sol y buscar sus presas. Normalmente ocupa hábitats abiertos y soleados y se la puede encontrar incluso dentro de robledales y hayedos.


Las lagartijas roqueras se alimentan de artropodos, predominando en su dieta las arañas y los dípteros. Normalmente cazan activamente, persiguiendo a sus presas entre los resquicios de las rocas y paredes.