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lunes, 8 de junio de 2020

Vida y muerte en dos imágenes

Aquí tenemos dos imágenes de una especie en peligro de extinción, una hecha en junio y otra en diciembre del mismo año.


En la primera, ese animal está agonizando después de ser pescado por afición y acabará sus días en una sartén, acompañado de una pizca de sal y pimienta. En la segunda, ese mismo animal, que de haber seguido en el río estaría desovando más de 4000 huevos que conseguirían aliviar en parte su inexorable declive.

Ahora cierra los ojos e imagínate que es un urogallo, un águila imperial, un lince o un oso.

miércoles, 14 de agosto de 2013

La pesca tradicional del Atún rojo en Marruecos

El Atún rojo (Thunnus thynnus) es uno de los peces óseos de mayor tamaño y el mayor de la familia de los Túnidos, ya que algunos ejemplares han llegado a pesar casi 700 kg, aunque la mayoría no suelen superar los 300. Se trata de una especie pelágica que se puede encontrar en el Atlántico Norte y en los mares adyacentes. Actualmente sobreviven dos poblaciones independientes, una más pequeña que desova en el Golfo de México y otra mayor que desova en el Mediterráneo.

Jaulas de engorde de atún rojo cerca de la costa de Barbate

A finales de primavera, en los meses de mayo y junio, los atunes rojos de la población oriental entran en el Mediterráneo viajando próximos a la costa andaluza. Durante esta migración, los atunes reproductores no se alimentan y sobreviven gracias a las reservas de grasa acumuladas durante los meses previos. Poco antes de atravesar el estrecho de Gibraltar, los pescadores de la costa de Cádiz los esperan con sus almadrabas, un sistema de pesca tradicional con el que los peces son dirigidos hacia un laberinto de redes al final del cual quedan atrapados. Parte de estos atunes son sacados unos días después con destino al mercado japones, y otros serán mantenidos en jaulas flotantes en las que son alimentados para sacarlos unos meses más tarde, dependiendo de la demanda.

Los atunes que logran escapar de las almadrabas llegan a sus lugares de reproducción, la mayoría de los cuales se encuentran en aguas de las islas Baleares. Una vez que han completado el desove, los peces, mucho más delgados que a la entrada, abandonan el Mediterráneo siguiendo la costa de Marruecos. En ese momento ya comienzan a alimentarse, por lo que entran a los cebos de los pescadores marroquíes, que a bordo de pequeñas pateras, que en ocasiones pueden ser más pequeñas que los propios atunes, los capturan con sedales y anzuelos.


Una vez que un atún pica el anzuelo, es izado a la superficie a mano, usando llantas de neumáticos usados para protegérselas. Esta operación puede durar más de media hora, ya que estos enormes peces emplean todas sus fuerzas para liberarse. Es ese el momento que otros pescadores del estrecho utilizan para robar las capturas, alertados por los desesperados intentos de los atunes para liberarse del anzuelo. Varias familias de orcas merodean por las proximidades durante estos días y si se encuentran con uno de estos peces se lanzarán sobre ellos para devorarles la ventresca y las partes más blandas y nutritivas. Una pérdida para los pescadores pero una oportunidad única para ver un espectáculo que sólo se puede observar en estas aguas durante unos pocos meses al año. De todas formas, las pérdidas ocasionadas por las orcas no evitan que la pesca del atún rojo siga siendo una actividad muy rentable y lucrativa para estos pescadores, ya que uno solo de estos peces puede alcanzar precios desorbitados.

De todas formas, las orcas no acuden todos los días al encuentro de los pescadores y después de un día de frenética actividad se pueden tomar uno o dos días de descanso antes de aparecer de nuevo por la zona de pesca. Y eso os lo puedo asegurar yo, que he bajado varias veces durante los últimos años y nunca he conseguido verlas y en cambio he visto en varias ocasiones cómo las pequeñas embarcaciones pescaban muchos atunes, algunos de más de 200 kg de peso.



Una vez que el enorme pez ha alcanzado la superficie, el trabajo no ha terminado, ya que no resulta nada sencillo subirlo a bordo. Ayudados con cuerdas y ganchos, los pescadores tiran del pez para meterlo en la barca lo que les puede llevar más de media hora.


En ocasiones y si el atún capturado es demasiado grande, pueden requerir la ayuda de la tripulación de otras embarcaciones cercanas para unir fuerzas, ya que las tres o cuatro personas que suelen pescar en cada una de estas pequeñas barcas puede no resultar suficiente. Aún así, si después de varios intentos no consiguen subirlo, pueden optar por llevarlo amarrado al costado de la embarcación, pero puede resultar arriesgado si las orcas andan cerca.

Esta pesca tradicional realizada por las embarcaciones marroquíes representan una mínima parte del total de capturas de esta especie en el Mediterráneo. Actualmente, la mayor presión sobre esta especie es realizada por las flotas industriales de cerco, que capturan miles de estos ejemplares, muchos de los cuales son directamente introducidos en jaulas de engorde en las que esperarán con destino al mercado japonés, gracias a la cada vez mayor demanda del mercado de sushi y sashimi.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

jueves, 11 de octubre de 2012

Mas datos sobre la ineficacia de las repoblaciones de salmón


Como ya he comentado varias veces en este blog, las repoblaciones de salmónidos con el objeto de reforzar las poblaciones salvajes han resultado un fracaso, ya que la mortalidad de los juveniles soltados es muy elevada debido sobre todo a las condiciones de domesticación a las que están sometidos durante la crianza, que dificultan su adaptación a las condiciones salvajes. Por otra parte, la captura de individuos salvajes para usarlos como reproductores tiene un efecto muy negativo sobre las poblaciones.

Recientemente, se han hecho públicos los datos de retorno de salmones al río Urumea (Guipuzkoa), un río en el que la especie prácticamente se había extinguido y en el que se han aplicado desde hace años intensivas campañas de repoblación. Y los datos no dejan lugar a dudas, de los 187 salmones adultos que se registraron en la estación de captura, el 82% eran salmones salvajes y sólo el 18% procedían de repoblaciones. Lo más curioso es que esos animales salvajes procedían de poblaciones cercanas, sobre todo de Galicia y de Cantabria, lo que indica claramente que los salmones, en ausencia de obstáculos que se lo impidan, son capaces de recolonizar los cauces sin ninguna ayuda del ser humano.

Este mismo hecho ocurríó en el río Trubia, un afluente del Río Nalón, en el que durante muchos años no hubo salmones debido a la contaminación y a la presencia de presas insalvables. Fue suficiente con limpiar el río y construir una escala en la presa del Furacón para que en el año 2002 se confirmaran los primeros desoves naturales en un río que nunca se había repoblado. Y esto no ocurre sólo en la Península Ibérica, en el río Támesis, donde también se realizaron importantes campañas de repoblación de salmones, la mayoría de los salmones que retornaron al río después de que este hubiera recuperado su calidad ecológica, no provenían de las repoblaciones, sino de ejemplares salvajes procedentes de ríos del sur de Inglaterra.

A pesar de todas estas evidencias, las repoblaciones de salmón siguen siendo para la Administración la piedra angular de sus políticas de recuperación, mientras que los verdaderos problemas para la especie, como el lamentable estado de la mayoría de los cauces, la presencia de obstáculos insalvables, la destrucción de los bosques de ribera y de los frezaderos, los vertidos incontrolados, el furtivismo y sobrepesca, siguen estando presentes y nadie se atreve a hacerles frente.

El año pasado, comentaba cómo se había instalado una reja en la escala del Furacón que tenía por objeto capturar a todos los salmones que remontaban el río Nalón para desovarlos artificialmente en la piscifactoría. Entonces atribuí ese despropósito a la política salvaje que había emprendido el anterior presidente del ejecutivo, el señor Álvarez-Cascos, con una ley que eliminaba todas las restricciones a la pesca y que prometía incrementar exponencialmente el número de repoblaciones.

Ya han pasado varios meses desde entonces y se ha producido un cambio en el gobierno regional y curiosamente, el partido que antes criticaba las decisiones del anterior ejecutivo en materia de pesca y que ahora está en el gobierno, sigue manteniendo las mismas políticas en cuanto a las repoblaciones. Y no sólo eso, sino que este año, la trampa de salmones de la escala del Furacón se ha instalado un mes antes que el año pasado, para de esta forma conseguir que ni un sólo salmón salvaje llegue a los tramos altos del Nalón.

Parece evidente que independientemente del partido que esté en el gobierno, nada cambia. No importan los informes científicos ni incluso los datos objetivos que confirman la ineficacia de estas políticas de gestión. Lo único que importa es soltar peces al río, aunque se mueran el 95% de ellos, aunque se incrementen los problemas de deriva génica, aunque sencillamente no sirvan para nada mas que para agravar los problemas existentes. Conviene tener en cuenta que sólo las asociaciones de pescadores que dispongan de una piscifactoria "con capacidad de producción anual de alevines de trucha y salmón superior a 75.000 ejemplares" pueden ser sociedades colaboradoras y de esa forma participar en los consejos de pesca y de esa forma presionar a la administración para que haga las leyes a su medida.

¿A quién le interesa mantener las repoblaciones aunque sean negativas para la especie? Cada uno que saque sus propias conclusiones

viernes, 13 de enero de 2012

La trampa del salmón

Reja en la escala del Furacón 

Esta es la trampa que se encontraron este año los salmones que intentaron llegar a los tramos altos del Río Nalón para desovar. Ningún pez pudo pasar, una reja situada en la escala del Furacón se lo impidió. Todos los que llegaron hasta aquí, después de sobrevivir dos años en el mar y remontar el río, fueron capturados para su traslado a una piscifactoría. Sólo se retiró la barrera a finales de diciembre, cuando ya no subían salmones y los desoves naturales prácticamente habían finalizado en nuestros ríos.

Entrada de la escala de la Presa del Furacón

La escala salmonera construida en en la presa del Embalse del Furacón (Trubia, Asturies) permitió a salmones y reos superar este obstáculo y acceder a zonas de freza a las que no llegaba desde que construyó en 1956. Gracias a la escala y a la recuperación de la calidad de las aguas del Nalón tras el cierre de los lavaderos de carbón, en el año 2002 se confirmó la presencia de juveniles de salmón en el Río Trubia, sin que se hubieran realizado sueltas, lo que demostraba la capacidad de la especie para recolonizar el río sin necesidad de repoblaciones. En el año 2008 varias decenas de peces desovaron bajo la presa del Machón (afortunadamente derribada este año) y varias parejas lo hicieron aguas arriba de Proaza.

El río Trubia podía haber sido un laboratorio natural perfecto para estudiar la recolonización de la especie. Sólo hubiera sido necesario vedarlo a la pesca y dejar que la Naturaleza siguiera su curso, sin ninguna intervención humana, sin repoblaciones ni manipulaciones artificiales.

Esto es lo que le espera a los salmones capturados en la escala

Pero no fue así, la instalación de la reja en la presa del Furacón ha impedido a los Salmones desovar en el Trubia. De nada ha servido demoler la presa del Machón en junio del año pasado. Ningún salmón ha llegado hasta allí. Los salmones que lo han intentado han sido capturados, metidos en una cuba y transportados hasta una piscifactoría donde fueron desovados artificialmente. Lo mas triste de todo es que cada vez hay mas pruebas científicas que confirman que las repoblaciones no sólo son un fracaso, sino que pueden significar un problema añadido a la delicada situación por la que pasa la especie.

Esto es lo que estarían haciendo si los hubieran dejado pasar la escala

¿Por qué no dejamos a los salmones en paz?¿Por qué no los dejamos reproducirse como llevan haciéndolo desde hace millones de años?¿Por qué no se declara de una vez por todas al Salmón Atlántico como especie "en peligro de extinción?

Si se contínua con la política actual, agravada con la nueva normativa de pesca aprobada a finales del año pasado, dentro de menos de 10 años ya no veremos salmones salvajes en nuestros ríos. Pero los causantes de esta pérdida irreparable encontrarán otros culpables, hablaran de cormoranes, garzas y nutrias. Pero ya será demasiado tarde.

jueves, 25 de febrero de 2010

Extinciones en tiempo de crisis: el caso del atún rojo

Atún rojo (Thunnus thynnus)

Que la mar está sobreexplotada es algo evidente a estas alturas. Actualmente hay cientos de especies de peces y mamíferos marinos que se encuentran al borde de la extinción debido a la extracción masiva de ejemplares para el consumo humano. En muy poco tiempo las flotas artesanales han dado paso a grandes flotas comerciales que disponen de los últimos avances tecnológicos para detectar y capturar cualquier banco de peces que se les ponga a tiro. Asimismo, millones de toneladas de pescado son descartadas y arrojadas al mar porque carecen de interés comercial o sencillamente porque el precio de mercado no es suficientemente elevado como para justificar el espacio que ocupan en las bodegas.

Uno de los ejemplos más claros de sobrepesca es el caso de los túnidos, que debido a su alta cotización en el mercado, sobre todo el japones, son pescados indiscriminadamente superando con creces las cuotas establecidas por los organismos internacionales, como la ICCAT. Debido al excesivo esfuerzo pesquero, algunas especies como el Atún rojo (Thunnus thynnus) han sufrido un descenso poblacional superior al 85% en el número de reproductores en tan sólo unos años, con lo que se cumpliría el principal criterio para la inclusión de ésta especie en el Anexo I de la Convención internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres de la ONU (CITES). Y parecido a lo que ocurre con el atún rojo, está ocurriendo con otras especies como el bonito (Thunnus alalunga) que cada vez se pesca menos, de menor tamaño y más lejos de la costa.


La situación actual es tan crítica que la UE ha propuesto prohibir la comercialización internacional del atún rojo para evitar su inminente extinción. Esta propuesta, que si se refiriera a cualquier otra especie sería bien recibida por casi todo el mundo, ha sido muy criticada y probablemente será vetada por varios países. Los convenios internacionales, los informes científicos y las leyes de conservación de la naturaleza están demostrando ser papel mojado cuando se trata de especies comerciales, sobre todo cuando se llegan a pagar 130.000 euros por sólo un ejemplar de una especie.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha puesto el grito en el cielo y ha llegado a decir que si España no apoya la propuesta "demostraría su liderazgo en Europa". Según esta asociación la inclusión de esta especie en el anexo I no está justificada y es desproporcionada, porque según ellos la información sobre la situación de ésta especie es falsa, que hay más atunes de lo que se dice y que sólo responde a las presiones de los grupos conservacionistas. Hay que tener en cuenta que España es el país comunitario que tiene una mayor cuota de pesca de esta especie.

 Descenso de la biomasa de Atún rojo. Línea azul: datos hasta 2008. Línea roja: predicciones


La realidad es que actualmente la pesca del atún rojo en España supone la facturación anual de 18 millones de euros a pesar de representar tan sólo el 0,8% del total de las 800.000 toneladas totales que se pescan en España anualmente y ese dinero parece justificarlo todo, paradojicamente hasta la propia extinción del recurso que lo genera. Con el fin de presionar a la administración se recuerda que la pesca de esta especie da trabajo a 2300 personas y que en una época de crisis como la actual la desaparición de los mismos sería un desastre.

Aun seguimos pensado que la mar es inagotable, que podemos sacar de ella lo que queramos sin que pase nada y por supuesto si pasa algo, mejor que sea yo el que pesque antes de que venga otro y lo haga por mi. Si se siguen pescando atunes tal como se está haciendo ahora dentro de tres años no habrá ni atunes ni gente que los pesque, ni se generarán empleos directos ni indirectos.¿Qué pasará entonces con esos 2300 puestos de trabajo?

La propuesta de la UE prentende prohibir la comercialización internacional, pero no dentro de la comunidad económica europea. Esta medida será la única que podría permitir que los pescadores artesanales del estrecho de Gibraltar pudieran seguir pescando de forma sostenible, usando artes como la almadraba. Pero las grandes flotas comerciales quieren seguir esquilmando la mar y obteniendo beneficios astronómicos con ello, y los pescadores artesanales no les importan en absoluto.

Si realmente el gobierno Español quiere demostrar su liderazgo tendría que apoyar la propuesta de la UE y tomar las medidas necesarias para evitar la extinción del atún rojo aunque la recuperación de la especie se produzca cuando no esté en el poder, pero ya se sabe, en estos momentos esto sería ciencia ficción.