viernes, 19 de septiembre de 2025

Cuando las aves migraban a la Luna

Como lleva ocurriendo desde hace millones de años, con la llegada del otoño muchas de las aves que han llegado a principios de la primavera para reproducirse entre nosotros, se marchan de nuevo hacia el sur, muchas de ellas cruzaran el estrecho de Gibraltar rumbo a África y algunas de ellas recorrerán miles de kilómetros hasta llegar al lugar donde pasaran nuestro invierno, ya que allí comenzará para ellas una nueva primavera.

Esto que acabo de comentar seguramente ya lo sabemos todos, o deberíamos saberlo. Pero hubo un tiempo no demasiado lejano, en el que la migración de las aves era un misterio, solo se sabía que, en unas determinadas fechas, unas especies de aves aparecían de golpe y pocos meses después desaparecían de nuevo. No se sabía lo que ocurría con ellas, si morían o si se escondían de nosotros. Durante mucho tiempo, el destino de esas aves fue un tema de discusión entre científicos, pero también llamó la atención de filósofos y poetas, que formularon todo tipo de teorías para tratar de explicar ese aparente misterio.

Aristóteles, en su “Historia de los animales”, que escribió en el año 343 a.C, afirmaba que las golondrinas pasaban el invierno escondidas en las cuevas, hibernando, para volver a salir en primavera. Linneo, que es más conocido por ser el padre de la taxonomía, al crear el sistema de clasificación binario (género y especie) de los seres vivos que seguimos usando hoy en día, también se interesó por el tema de la migración, y en su “Tratado sobre la migración de las aves”, publicado en 1757, sugería que las aves se sumergían en el fondo de los lagos para emerger de nuevo en primavera. 

Además de esas teorías, las más conocidas, había otras muchas, como las que decían que las aves morían al final del verano para resurgir de nuevo en primavera, que se transformaban en otras especies, o incluso, como afirmaba Charles Morton, un profesor de física que en siglo XVII, que las aves migraban a la Luna, un viaje que se veía favorecido por la ausencia de gravedad y porque durante el trayecto se iban alimentando de su grasa corporal.  Y no solo eso, como tenía conocimientos de física, aunque no sé cómo lo hizo, calculó que el viaje les llevaba un mes en cada sentido. Una de las pruebas que decía tener para justificar su teoría, era que algunas aves, como las arceas o becadas, que migran por la noche, caían del cielo repentinamente sobre los barcos que estaban en la mar, seguramente atraídas por las luces que llevaban.

Charles Morton, antes de formular su teoría, había leído un cuento satírico de Cyrano de Bergerac (el escritor real del siglo XVII en el que se basó el personaje de la obra de teatro de Edmond Rostand). Ese cuento, publicado en 1957, se titulaba “Viaje a la Luna”, y contaba la historia de un hombre, el propio Cyrano, que obsesionado con la idea de viajar a la luna lo intentó de todas las formas posibles hasta lograrlo. Un día,  después de observar que el rocío se evaporaba por las mañanas, se levantó antes de amanecer y recogió todo el rocío en unos frascos que ató alrededor de su cuerpo. A medida que ascendía iba rompiendo los vasos para seguir subiendo, pero no consiguió su objetivo. 


Intentó lograr su objetivo de todas las formas posibles, pero después de varios fracasos, finalmente optó por una solución más drástica y peligrosa: construyó una caja a la que ató varios cohetes y así logró por fin su alcanzar la luna. Pero su sorpresa fue mayúscula cuando una vez en su destino comprobó que alguien se le había adelantado. Se trataba de un soldado español, llamado Domingo González, que durante mucho tiempo había estado entrenando a un grupo de 25 cisnes para que tiraran de una especie de carroza que había construido y poder viajar en ella. Todo funcionó perfectamente, pero justo en la época en la que las aves solían desaparecer, los cisnes cambiaron de rumbo y empezaron a ascender, llegando a la Luna en tan solo 12 días, donde se encontró con multitud de aves migratorias, como golondrinas y ruiseñores.

Obviamente ninguna de esas teorías era cierta, aunque servían para resolver el misterio, no haya duda. De todas formas, se empezó a sospechar que realmente las aves se marchaban lejos porque algunos cazadores, cuando evisceraban las aves que cazaban, encontraban en su estómago y su buche frutos que no eran propios de la zona en las que la habían cazado, ya fuera porque no los habían visto nunca o porque alguno que había viajado a otros sitios los reconocía como de esos lugares.

Cigüeña cazada en 1822 con una lanza atravesando su cuello y que se conserva disecada en la colección zoológica de la Universidad de Rostock. 

Pero la prueba irrefutable sobre la migración, que desentrañaba por fin el misterio sobre el destino de las aves en invierno, se conoció en 1822, en el norte de Alemania, cuando unos cazadores dispararon a una cigüeña y cuando fueron a recogerla comprobaron que llevaba una lanza que le atravesaba el cuello y que aun así había logrado sobrevivir y regresar de nuevo a Alemania, donde nidificaba. Los cazadores, llevaron el cadáver a la Universidad de Rostock, donde la lanza fue identificada como de procedencia centroafricana. Esa cigüeña permanece disecada en la en la colección zoológica de esa universidad y se la conoce como Pfeilstorch, que significa “cigüeña flecha”. Después de esa cigüeña se cazaron unas cuantas más que también llevaban una flecha clavada y habían logrado regresar a casa con vida (al menos hasta que les pegaron un tiro).

Actualmente ya nadie tiene dudas sobre la migración de las aves y hacia dónde se dirigen. Ahora resulta sencillo saberlo ya que disponemos de la tecnología necesaria para poder conocer sus rutas migratorias. En primer lugar, gracias al anillamiento, que consiste en colocar anillas con un código único en la pata de las aves, de forma que cuando son recuperadas de nuevo, o se vean las anillas a distancia, si tiene un código que permitan su lectura, puedan ser identificadas y la información pueda ser enviada al anillador.

También usamos desde hace pocos años dispositivos GPS que nos permiten seguir los movimientos a tiempo real de los animales que marcamos, como por ejemplo estamos haciendo nosotros con los cormoranes moñudos, ya que podemos incluso ver donde se encuentran con solo revisar el teléfono móvil.

Gracias a todos esos estudios actualmente disponemos de muchísima información de la que antes carecíamos, pero deberíamos ponernos en el lugar de todas las personas que antes de nosotros se devanaron lo sesos para desvelar el misterio de la migración de las aves.


viernes, 22 de agosto de 2025

Bosques, plantaciones, limpieza y responsabilidades

Profundizando en la entrada anterior, voy a extenderme un poco en el tema bosques y plantaciones, limpieza y responsabilidades.

Como ya se dijo mil veces, un bosque es un ecosistema complejo, formado por múltiples especies, el medio físico en el que viven y las relaciones entre todos ellos. Se trata de un medio natural. Una plantación es un cultivo, propagado artificialmente, normalmente monoespecífico y del que se obtienen un beneficio económico, y da lo mismo que sea de repollos que de eucaliptos. Y es tan negocio como un bazar, una tienda de cortinas o un sex-shop.

Pongamos que tenemos una empresa de pirotecnia, o una tienda de pinturas. La ley nos obliga a tener extintores, alarmas y dispositivos para evitar incendios, así como a mantener unas condiciones de limpieza de residuos que eviten el riesgo de ignición, y en caso de que se produzca, que pueda ser extinguido rápidamente minimizando los daños a la población. 

En el caso de una plantación de especies potencialmente pirófitas, como las que ocupan gran parte del norte de España, como negocio que es, el propietario debería ocuparse de mantenerlo en las condiciones adecuadas para evitar que se produzcan incendios. Y por supuesto, debería asumir el coste de esas actuaciones, como en cualquier otro negocio. ¿Por qué el dueño de la pirotecnia asume esos costes mientras que el dueño de una plantación, y gran parte de la población y de los tertulianos exige que esos costes los asuma el Estado, incluso como alguno proclama, pide que "okupas, parados o inmigrantes" se encarguen de velar por su negocio? ¿Por qué la administración, como ocurrió en el caso de Asturias hace un par de años, financia a coste cero, el replantado de los eucaliptales quemados mientras que no asume las pérdidas y repone las estanterías de la pirotecnia o la tienda de pinturas?

Si como tanto se escucha ahora se deben mejorar las medidas de prevención, a qué estamos esperando para las administraciones exijan a los propietarios de esos negocios que cumplan con su obligación. 


En la imagen de aprecia perfectamente las diferencias entre dos plantaciones, una de repollos y otra de eucaliptos, y dos bosques, así que como dice el dicho, "el que tenga hacienda, que la mantenga".

jueves, 21 de agosto de 2025

Harto de patrañas sobre los incendios

 A ver, porque ya me estoy cansando. Estoy HARTO de escuchar en absolutamente todos los programas, todas las tertulias y todos los discursos de los políticos de todos signo el puñetero mantra de que el monte se quema porque esta sucio. Estoy HARTO.

El monte se quema en el 90% de los casos porque un delincuente o un imprudente le prende fuego, por el interés o la motivación que sea, normalmente por un beneficio económico.

Culpabilizar a la víctima del comportamiento del agresor es MISERABLE. Culpabilizar al monte que de se quema porque esta sucio (llamando suciedad al sotobosque) y así suavizar las culpas del incendiario es el mismo argumento que culpabilizar a una victima de una violación por llevar minifalda e ir provocando, o culpabilizar al niño al que le hacen bulling por ser "rarito".

Hasta que no vea a los políticos, a los tertulianos de todo pelo y a los propios vecinos, meter el dedo en la llaga, estigmatizar y poner en la picota a los delincuentes, exigir que se apliquen sanciones ejemplares (bastaría con aplicar la legislación vigente), dar medios materiales y personales y dar independencia a las Brigadas de Investigación de Incendios, como exige la Fiscalía de Medio Ambiente en todas sus memorias anuales, no me creeré nada de lo que digan.

¡Basta ya de patrañas! ¡Basta ya de buscar votos entre los colectivos que queman! ¡Basta ya de la omertá rural, porque todos los vecinos saben quién es el que quema! ¡Basta ya de culpar a las víctimas!

Esto es un bosque, son sus árboles y su matorral

Y de paso, a ver si nos enteramos de una puñetera vez de que ni un bosque es un jardín o una plantación, ni un río es un canal, ni un lago es una piscina. Los bosques son ecosistemas complejos, en los que hay árboles, pero también matorrales, suelo, insectos, aves, mamíferos, lombrices, moscas y toda una comunidad de seres vivos. Todo eso se enseña en primaria, algo que por lo que se ve, una vez conseguido una poltrona política, o una sillita en una tertulia, se olvida.


jueves, 17 de julio de 2025

No les importa el salmón, les importa el dinero

Ayer, como ya sabréis la mayoría, se terminó la temporada de pesca de salmón en Asturias con el mínimo histórico de capturas, con solo 128 salmones. Resumiendo, como cantaba Jim Morrison, "This is the end, my only friend, the end".

Ante este desastre, muchos se preguntan por qué muchos pescadores (no todos, obviamente), siguen empeñados en seguir matando los pocos salmones que quedan, porque cualquiera con dos dedos de frente pensaría que si su afición les gusta tanto, serían los primeros interesados en poder seguir practicándola en el futuro, aunque eso implicara dejar de pescar unos años.

Pues hoy voy a comentar uno de los motivos de esa aparente incongruencia, del que curiosamente se habla poco, o se intenta tapar, blanquear o minimizar. Y el motivo por el que muchos quieren seguir pescando salmones es el habitual: EL DINERO. Muchos quieren seguir pescando salmones porque se sacan un sobresueldo vendiendo ilegalmente los salmones que pescan. Esto no lo digo yo, esto es algo que llevan mucho tiempo denunciando la guardería, que pide que les dejen inspeccionar a la hostelería las asociaciones ecologistas e incluso las propias asociaciones de pesca, que ven como un porcentaje muy elevado de los salmones pescados "deportivamente", acaban en los restaurantes o en casa de particulares.



 Ante estas denuncias, ¿Qué ha hecho el gobierno del Principado de Asturias? pues lo habitual: ABSOLUTAMENTE NADA. Dicen que no tienen constancia de que ocurra y que todo está en orden. O sea, todo el mundo está enterado menos ellos, exactamente igual que con la quema del monte para obtener pastos, que lo sabe la guardia civil, la fiscalía, la guardería e incluso algunos ganaderos alardean de hacerlo en programas de televisión, pero el principado sigue culpando a mafias inexistentes, al calor, al viento y lo que sea. Yo, personalmente, no me creo que no sepan nada, lo que ocurre es que aquí se trata de no molestar ni a ganaderos, ni a pescadores con la estúpida creencia de que así cosechará más votos.




Tampoco hay que olvidar que el tema de la venta del salmón es una petición recurrente entre algunas asociaciones de pescadores, como la de "El Esmerillón" del Sella, y defendida por partidos políticos como Foro Asturias o el PP. Por cierto, la mejor frase del PP sobre este tema la dijo el ínclito Luis Venta Cueli, que en el caso de una victoria de este partido en unas próximas elecciones sería el responsable de la gestión de los pocos salmones que queden, si queda alguno. El señor Venta Cueli dijo hace unos pocos años que "La prohibición de vender salmones asturianos es una antigualla socialcomunista". ¡¡Olé tus gónadas, Luis!!



Pues este es el circo de tres pistas en el que se ha convertido la gestión del salmón en los últimos años: dinero, negligencia, incompetencia e intereses políticos. Y el resultado está a la vista.

miércoles, 2 de julio de 2025

Ganadería y domesticación millones de años antes de los primeros humanos

 Hace unos 50 millones de años, aunque algunos estudios sugieren que esta relación podría haberse iniciado hace incluso 100 millones de años, mucho antes de la aparición de los primeros homínidos, ya existía una forma primitiva de ganadería: una relación mutualista entre hormigas y pulgones.

Los pulgones se alimentan insertando su estilete bucal en el floema de las plantas, y así succionan la savia. En condiciones normales, extraen más savia de la que pueden procesar, y el excedente lo excretan en forma de gotas ricas en azúcares. Las hormigas han aprendido a estimulan a los pulgones con sus antenas para que liberen esas gotitas, que luego recogen y consumen. Este comportamiento se pueden observar en una de las fotos, donde se aprecia la interacción directa entre ambos insectos.

¿Pero qué ganan los pulgones a cambio? Protección y cuidados. Las hormigas los defienden activamente frente a depredadores como las mariquitas, y si la planta que habitan muere o se debilita, las hormigas los trasladan a otra planta más saludable. En invierno, incluso pueden llevarlos al interior del hormiguero y mantenerlos allí hasta la primavera.

Sin embargo, esta relación no es del todo beneficiosa para los pulgones. En algunas especies, la coevolución ha sido tan estrecha que los pulgones ya no son capaces de excretar savia sin la estimulación de las hormigas. Se han vuelto dependientes.

Además, las hormigas han aprendido a controlar el ciclo de vida de sus “rebaños”. Durante la primavera y el verano, las hembras de pulgón se reproducen por partenogénesis, es decir, sin necesidad de machos: paren clones idénticos a ellas. Pero en otoño, o cuando hay alta densidad de individuos o escasez de alimento, las hembras comienzan a producir formas sexuadas aladas (machos y hembras), lo que les permite dispersarse a otras plantas.


Esto no conviene a las hormigas, que corren el riesgo de perder el rebaño. ¿Cómo lo evitan? Algunas especies han desarrollado estrategias sorprendentes: cortan las alas de las hembras aladas e incluso alteran químicamente su desarrollo mediante la secreción de semioquímicos como la dendrolasina, que inhiben la formación de alas.

No hace falta mucha imaginación para considerar esto una auténtica forma de domesticación. Una ganadería anterior por decenas de millones de años a la humana y casi tan sofisticada.


sábado, 12 de abril de 2025

Sin Perdón

El consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos, está pletórico, y arde en deseos de comenzar la matanza. Se ha erigido en el sheriff del Paraíso Demencial y usando el lenguaje bélico que tanto le gusta, a él y al periódico mierder por excelencia que se ha convertido en su altavoz, promete ser implacable con el cánido que acosa a los ganaderos en las farmacias y atemoriza a los escolinos, que ven mermado su curriculum al no poder asistir al colegio por miedo a ser devorados.


Marcelino pretende recuperar los votos perdidos que, según sus palabras, le quitó Teresa Ribera al incluir al lobo en el LESPRE. La Vieja España, por su parte, quiere dejar muy claro que son antilobo, no sea que algún lector despistado fuera a pensar que por haber presentado un libro sobre lobos en su club de prensa, hace unas semanas, fueran todo lo contrario. Y para eso Mariola Riera, escribana oficial de Marcelino, sigue a diario los pasos del consejero para dejar constancia de sus declaraciones.

Recurriendo a un símil cinematográfico, Marcelino Marcos se parece cada vez más al sheriff Little Bill Daggett de "Sin Perdón", la genial película de Clint Eastwood, mientras el WW Beauchamp, el escritor que no se despegaba de él, anotaba en su cuaderno los comentarios jocosos y amenazas de Little Bill.