jueves, 17 de julio de 2025

No les importa el salmón, les importa el dinero

Ayer, como ya sabréis la mayoría, se terminó la temporada de pesca de salmón en Asturias con el mínimo histórico de capturas, con solo 128 salmones. Resumiendo, como cantaba Jim Morrison, "This is the end, my only friend, the end".

Ante este desastre, muchos se preguntan por qué muchos pescadores (no todos, obviamente), siguen empeñados en seguir matando los pocos salmones que quedan, porque cualquiera con dos dedos de frente pensaría que si su afición les gusta tanto, serían los primeros interesados en poder seguir practicándola en el futuro, aunque eso implicara dejar de pescar unos años.

Pues hoy voy a comentar uno de los motivos de esa aparente incongruencia, del que curiosamente se habla poco, o se intenta tapar, blanquear o minimizar. Y el motivo por el que muchos quieren seguir pescando salmones es el habitual: EL DINERO. Muchos quieren seguir pescando salmones porque se sacan un sobresueldo vendiendo ilegalmente los salmones que pescan. Esto no lo digo yo, esto es algo que llevan mucho tiempo denunciando la guardería, que pide que les dejen inspeccionar a la hostelería las asociaciones ecologistas e incluso las propias asociaciones de pesca, que ven como un porcentaje muy elevado de los salmones pescados "deportivamente", acaban en los restaurantes o en casa de particulares.



 Ante estas denuncias, ¿Qué ha hecho el gobierno del Principado de Asturias? pues lo habitual: ABSOLUTAMENTE NADA. Dicen que no tienen constancia de que ocurra y que todo está en orden. O sea, todo el mundo está enterado menos ellos, exactamente igual que con la quema del monte para obtener pastos, que lo sabe la guardia civil, la fiscalía, la guardería e incluso algunos ganaderos alardean de hacerlo en programas de televisión, pero el principado sigue culpando a mafias inexistentes, al calor, al viento y lo que sea. Yo, personalmente, no me creo que no sepan nada, lo que ocurre es que aquí se trata de no molestar ni a ganaderos, ni a pescadores con la estúpida creencia de que así cosechará más votos.




Tampoco hay que olvidar que el tema de la venta del salmón es una petición recurrente entre algunas asociaciones de pescadores, como la de "El Esmerillón" del Sella, y defendida por partidos políticos como Foro Asturias o el PP. Por cierto, la mejor frase del PP sobre este tema la dijo el ínclito Luis Venta Cueli, que en el caso de una victoria de este partido en unas próximas elecciones sería el responsable de la gestión de los pocos salmones que queden, si queda alguno. El señor Venta Cueli dijo hace unos pocos años que "La prohibición de vender salmones asturianos es una antigualla socialcomunista". ¡¡Olé tus gónadas, Luis!!



Pues este es el circo de tres pistas en el que se ha convertido la gestión del salmón en los últimos años: dinero, negligencia, incompetencia e intereses políticos. Y el resultado está a la vista.

miércoles, 2 de julio de 2025

Ganadería y domesticación millones de años antes de los primeros humanos

 Hace unos 50 millones de años, aunque algunos estudios sugieren que esta relación podría haberse iniciado hace incluso 100 millones de años, mucho antes de la aparición de los primeros homínidos, ya existía una forma primitiva de ganadería: una relación mutualista entre hormigas y pulgones.

Los pulgones se alimentan insertando su estilete bucal en el floema de las plantas, y así succionan la savia. En condiciones normales, extraen más savia de la que pueden procesar, y el excedente lo excretan en forma de gotas ricas en azúcares. Las hormigas han aprendido a estimulan a los pulgones con sus antenas para que liberen esas gotitas, que luego recogen y consumen. Este comportamiento se pueden observar en una de las fotos, donde se aprecia la interacción directa entre ambos insectos.

¿Pero qué ganan los pulgones a cambio? Protección y cuidados. Las hormigas los defienden activamente frente a depredadores como las mariquitas, y si la planta que habitan muere o se debilita, las hormigas los trasladan a otra planta más saludable. En invierno, incluso pueden llevarlos al interior del hormiguero y mantenerlos allí hasta la primavera.

Sin embargo, esta relación no es del todo beneficiosa para los pulgones. En algunas especies, la coevolución ha sido tan estrecha que los pulgones ya no son capaces de excretar savia sin la estimulación de las hormigas. Se han vuelto dependientes.

Además, las hormigas han aprendido a controlar el ciclo de vida de sus “rebaños”. Durante la primavera y el verano, las hembras de pulgón se reproducen por partenogénesis, es decir, sin necesidad de machos: paren clones idénticos a ellas. Pero en otoño, o cuando hay alta densidad de individuos o escasez de alimento, las hembras comienzan a producir formas sexuadas aladas (machos y hembras), lo que les permite dispersarse a otras plantas.


Esto no conviene a las hormigas, que corren el riesgo de perder el rebaño. ¿Cómo lo evitan? Algunas especies han desarrollado estrategias sorprendentes: cortan las alas de las hembras aladas e incluso alteran químicamente su desarrollo mediante la secreción de semioquímicos como la dendrolasina, que inhiben la formación de alas.

No hace falta mucha imaginación para considerar esto una auténtica forma de domesticación. Una ganadería anterior por decenas de millones de años a la humana y casi tan sofisticada.


sábado, 12 de abril de 2025

Sin Perdón

El consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos, está pletórico, y arde en deseos de comenzar la matanza. Se ha erigido en el sheriff del Paraíso Demencial y usando el lenguaje bélico que tanto le gusta, a él y al periódico mierder por excelencia que se ha convertido en su altavoz, promete ser implacable con el cánido que acosa a los ganaderos en las farmacias y atemoriza a los escolinos, que ven mermado su curriculum al no poder asistir al colegio por miedo a ser devorados.


Marcelino pretende recuperar los votos perdidos que, según sus palabras, le quitó Teresa Ribera al incluir al lobo en el LESPRE. La Vieja España, por su parte, quiere dejar muy claro que son antilobo, no sea que algún lector despistado fuera a pensar que por haber presentado un libro sobre lobos en su club de prensa, hace unas semanas, fueran todo lo contrario. Y para eso Mariola Riera, escribana oficial de Marcelino, sigue a diario los pasos del consejero para dejar constancia de sus declaraciones.

Recurriendo a un símil cinematográfico, Marcelino Marcos se parece cada vez más al sheriff Little Bill Daggett de "Sin Perdón", la genial película de Clint Eastwood, mientras el WW Beauchamp, el escritor que no se despegaba de él, anotaba en su cuaderno los comentarios jocosos y amenazas de Little Bill.