domingo, 7 de noviembre de 2010

Una noche en la Vía Láctea

La Vía Láctea sobre el bosque. Pinchar aquí para ver con mejor calidad

Cuando se nos hace de noche en el monte solemos recoger los bártulos y damos la jornada por concluída. La luz empieza a escasear y muchos animales desparecen o al menos ya no son visibles para nosotros. Pero contrariamente a esto, al oscurecer algunos se hacen más activos y sobre nuestras cabezas, si el cielo está despejado y no hay luna, van apareciendo cada vez más estrellas que van cubriendo completamente el firmamento.

El miercoles pasado me fuí al monte poco antes de que oscureciera, no había luna y el cielo había estado completamente despejado todo el día. Quería intentar fotografíar la Vía láctea en un bosque de carrascos a 45 minutos de mi casa donde esperaba que no hubiera demasiada contaminación lumínica.


Poco después de ponerse el sol apareció Júpiter y al poco tiempo ya fueron visibles Casiopea y la Osa mayor, pero tuvieron que pasar más de dos horas para que el rastro de la Vía láctea empezara a ser claramente visible sobre mi cabeza.

El árbol muerto bajo las estrellas. Pinchar aquí

El sistema solar se encuentra situado a unos 25.000 años luz del centro de la Vía láctea, por lo que la banda más densa de estrellas que vemos sobre nosotros en una noche despejada es sólo una parte de nuestra galaxia vista de canto. Se ha estimado que en la Vía Láctea, que es tan solo una entre los muchos millones de galaxias del universo, hay unos 200.000 millones de estrellas y varias decenas de miles de millones de planetas de similares características al nuestro.

Y todavía hay quien se cree el centro del universo

4 comentarios:

  1. Irónicamente, en un Universo infinito, cualquier punto es el centro del Universo. Supongo que tiene su encanto.

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  2. jeje, o todo lo contrario, si el universo es infinito no se pueden establecer sus límites, lo que implica que ningún lugar puede ser el centro de algo ilimitado.

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  3. De niño,en los veranos en el campo, me tumbaba con los hermanos de noche tras la cena (no había TV) encima del rastrojo para admirar aquellos cielos de estrellas sin polución.Los recuerdo perfectamente, era maravilloso.

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  4. Yo disfruto de esos cielos aún hoy en día, pero en sitios muy puntuales.
    Todos esos cálculos de años luz y estrellas se me escapan, me parece tan increíble!

    Bueno, pues otro blog con el que me tengo que dedicar a limpiar el polvo de mi pantalla para no confundirlo con vuestras estrellas. Si es que...entre frikosal y tú me tenéis la pantalla requetelimpia ;-);-)

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