domingo, 26 de febrero de 2012

Mi mejor autorretrato


Hace un par de días me encontré con esta foto que hice hace varios años, en ella aparecía una maraña desordenada de rayitas de color rosa. Esa imagen era mi propio cariograma, que es la representación de mi cariotipo, es decir mi patrón cromosómico. Esas 46 rayitas son mis cromosomas, que son iguales dos a dos, salvo el par XY que dice que mi sexo es masculino, por lo que podemos decir que mi cariotipo está formado por 23 pares de cromosomas (ya que soy un animal diploide), los mismos que aparecen en cada una de las células de mi cuerpo (salvo en mis glóbulos rojos).

Esos 23 pares de cromosomas son las estanterías de una gigantesca biblioteca donde se almacenan más de 30.000 libros (genes), que tienen las recetas precisas para fabricar miles de proteínas que serán las que determinen todo lo que yo soy: ellas darán color a mis ojos, definirán mi estatura, el tono de mi voz, mi carácter, la forma de mis orejas, mis manos, mi nariz y mis pies, o mi evidente propensión a mi calvicie. Pero también determinan muchas cosas que no se ven a simple vista, como la posibilidad de desarrollar una enfermedad en el futuro. Y probablemente en alguna de esas páginas esté escrita con bastante precisión la fecha de mi muerte. A pesar de todo, el ambiente en el que me desarrolle tendrá un importante efecto en como se expresen mis genes, de forma que el resultado final (mi Fenotipo), será la suma del Genotipo más el Ambiente.

Todos los seres vivos, desde un hongo a un ser humano, tienen guardada en cada una de sus células una de estas bibliotecas, única e irrepetible (salvo los gemelos univitelinos). Pero esas bibliotecas tienen muchos libros repetidos, casi el 60% son iguales que los que aparecen en la biblioteca de una mosca, y de esos 30.000 libros de mi biblioteca, sólo 300 (menos del 1%) son diferentes de los de la biblioteca de un ratón, y son aun menos los que no están repetidos en la biblioteca de un chimpancé. Y toda esa biblioteca cabe dentro del núcleo de una célula que tiene un diámetro de tan sólo unas centésimas de milímetro.

A lo largo de millones de años de evolución se ha ido escribiendo toda esa enorme biblioteca, se han incorporado nuevas páginas, se han eliminando otras y también se produjeron erratas. Y toda esa información se fue pasando de padres a hijos durante millones de generaciones, desde una bacteria hasta llegar a mi, todo ello gracias a un proceso que Charles Darwin definió hace 150 años como "selección natural", sin necesidad de acudir a magos, diseñadores o dioses. No hacen ninguna falta y esa es la mejor magia.

10 comentarios:

  1. Que interesante todo ésto que cuentas, David. Y que maravillosa podría ser LA VIDA, si en ésas bibliotecas de muchos de los seres humanos no se "fabricaran" tantas maldades para destruirla. Aún así, puede ser maravillosa, un ejemplo: Lo que nos acabas de contar en ésta entrada. Saludos.
    José Antonio García

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  2. De buena mañana. Gracias.

    P.A.

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  3. Todos encontramos algún dios sustituto... el caso es darse cuenta de que así lo está haciendo...
    Los físicos diciendo que cada vez es más difícil explicar nada y también bastantes biólogos... y sin embargo, otros aferrados a sus creencias... sean estás, llamadas, científicas, o no.
    Sé que sabes que cuando un embrión comienza a tomar forma siempre es femenino... ¿Qué lo que hace que luego sea masculino?

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    1. Hola Haideé, no se a que te refieres exactamente. Salvo excepciones en algunos animales en los que hay una determinación ambiental del sexo (por ejemplo en algunos reptiles en que dependiendo de la temperatura de incubación, pueden nacer machos o hembras) o en algunos animales hermafroditas secuenciales, en la mayoría hay una determinación genética del sexo. En los mamíferos y entre ellos, por supuesto nosotros, cada uno de los padres, tras la meiosis produce gametos con una dotació cromosómica N, es decir, que si un progenitos da un cromosoma X y el otro da uno Y, el hijo será masculino, si por el contrario los dos padres dan un cromosoma X cada uno, el hijo será de sexo femenino.

      Por supuesto hay también unos poquísimos casos de errores en la meiosis, en los que los que un gameto pueda tener dos cromosomas sexuales, ya sea XX o XY, con lo que en el caso de que se desarrollaran hasta el nacimiento podría dar descendientes viables aunque normalmente estériles con triploidías: por ejemplo en el sindrome de Klinefelter en que el hijo tendría un XXY, o el síndrome de la triple X (XXX). E incluso en algunos casos, algun gameto podría no tener ningún cromosoma sexual, lo que daria un descendiente con un solo cromosoma sexual, por ejemplo en el síndrome de Turner (con un cromosoma X).

      un saludo

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    2. Hola David.
      La cosa no es tan sencilla como presencia de cromosoma Y o no, o tener dos cromosomas X. Para que el embrión se "masculinice" tiene que estar presente el gen SRY que se encuentra en el segmento diferencial del cromosoma Y, pero en algunos casos raros este gen transloca al X, con lo cual tendríamos un individuo XX que es macho. Este gen es el responsable de que una gonada bipotencial se transforme en testículo. Pero es que ademas es necesaria la cooperación de genes autosómicos, de modo que una persona XX con doble dotación del gen Sox9 desarrolla testículos. Por lo que parece el gen SRY actúa como interruptor del Sox9 (el primero es exclusivo de mamíferos, mientras que el segundo se encuentra en todos los vertebrados).
      En fin, que la cosa es compleja, como casi siempre en Biología.

      HAXA SALÚ

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    3. Muy bien explicado Gilberto, creo que respondiste perfectamente al comentario de Haideé. Como dices la historia es demasiado compleja como para ponerla en unas pocas líneas, así que gracias por tu comentario. Tendría que ponerme al día.

      salú

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  4. Te dejo esta noticia para que nos digas tu opinion, un saludo


    Autorizan la captura del cormorán grande en el río Esla para salvar la pesca

    http://www.diariodeleon.es/noticias/provincia/autorizan-captura-del-cormoran-grande-en-rio-esla-para-salvar-pesca_671156.html

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    1. Creo que mi opinión sobre el tema de los descastes de cormorán grande con la excusa de la protección de los salmónidos ya ha quedado bastante clara en anteriores posts de este blog. Aparte de ser una medida absurda, porque no servirá para nada, hay cientos de informes y trabajos científicos que valoran mucho mejor que yo la ausencia de impactos significativos de los cormoranes sobre las poblaciones salvajes de salmónidos.
      En una palabra, la medida me parece impresentable.

      un saludo

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  5. Cuanto más grande y preparado está un tío, más pequeño se ve a sí mismo...¡anda que al revés no funciona la comparación!...Fíjate que yo tengo todavía RH negativo (mayoritario por el Norte creo)me llamo del Valle y mi familia vino por aquí con la conquista de Granada por los Reyes católicos, la leche. Todo esto de las células, la evolución,etc...si vieras lo que pensaba mirando los microhuesecillos de las Musarañas ¿que más perfección se le puede pedir a la Naturaleza? desde una célula al gigantismo de una Ballena azul o el incomprensible Universo, mejor no analizar, te vuelves loco.

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  6. Hola Jesús, pues lo cierto es que a mi me gusta lo de volverme loco analizando y dándole vueltas. Hace un mes mas o menos, en el programa de Jordi Evole, le hizo una entrevista a José Luis Sampedro, donde dijo una frase que me quedó grabada, dijo algo como que en España lo primero que nos enseñaban era a creer y luego a razonar sobre lo que nos habían enseñado a creer, cuando lo lógico sería lo contario, primero razonar y luego creer en lo que nos ha parecido bien de lo que hemos razonado.

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