viernes, 6 de marzo de 2009

Los reflejos de Groucho

¿real o reflejo?

¿reflejo o real?

No todo es lo que parece, pero sí lo que se refleja. ¿Serán capaces las cercetas de reconocer su propio reflejo en el agua?
Dicen que contaba Esopo que iba un perro caminando por un río mientras llevaba un hueso en la boca. Cuando vio su propio reflejo en el agua pensó que era otro perro que llevaba un hueso mayor que el suyo. Deseando adueñarse del hueso ajeno, soltó el suyo para agarrar el del otro perro. El resultado fue que se quedó sin su hueso y sin el ajeno: el ajeno porque no existía y el propio porque se lo llevó la corriente.
No me gustan las moralejas, así que citando a Groucho Marx: "¿a quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos?"

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